El doctor Montecristo se notaba molesto, miro mi brazo, aunque ya la quemada no estaba tan a la vista, aún se veía, al menos a los ojos de alguien que tenía una visión muy aguda.
_ ¿Qué fue lo que pasó en tu brazo? Es más que obvio que te quemaste, pero quiero saber qué fue lo que ese hombre te hizo.
Sabía que cuando el doctor Montecristo ponía el dedo en el renglón no lo quitaba por nada del mundo, suspiré pesadamente y le conté brevemente los hechos de lo que había pasado.
_ ¿Es en serio Zaya? ¿Y así piensas seguir trabajando en esa casa? La realidad es que me alegré mucho cuando me dijiste que ya habías conseguido empleo y que estabas en un sitio seguro, sin embargo la realidad
IrisMire a Alejandro con reproche, él solamente apartó la mirada y note culpa en sus ojos al ver la sangre de Zaya en la alfombra que estaba ahí, también algunos cristales rotos tenían pequeñas gotas del vital líquido, me sorprendió cómo se desarrollaron las cosas en tan corto tiempo, definitivamente estaba a nada de hablar, comprendía los sentimientos del doctor Montecristo, si él decidía hablar todo lo que dijera iba a contar con mi total respaldo, ya estaba hasta la coronilla que la menos culpable de este asunto terminará por pagar los platos rotos, mientras que la que sí tenía toda la culpa, estaba completamente bien._ Realmente te desconozco, ya no sé cómo lidiar contigo, el hermano dulce y cariñoso que conocí algún día murió, sé que está muy en el fondo, sin embargo me cansé de escarbar para sacarlo
Lo que Priscilla me había dicho logró dejarme en shock, sinceramente no esperaba que ella me hiciera esto, no cuando más la necesitaba, una lágrima descendió por su mejilla y la retiró._ Priscilla… Por favor, no nos hagas esto, yo te amo con todo mi corazón._ Lo siento Alejandro, lo pensé mucho, la realidad es que yo también te amo, pero sueño con tener hijo y es más que obvio que tú no me los puedes dar, además yo no me miró en el papel de enfermera, anhelaba demasiado un futuro a tu lado, sin embargo ese accidente logró que nuestra relación tomará un giro de 180 grados, no puedo quedarme a tu lado, lo siento demasiado.Ella salió de mi habitación, yo fui detrás, Iris junto a Za
El doctor Montecristo fue conmigo a la terraza, ambos éramos alumbrados por la luz de la luna, la noche era fría, pero gracias al chocolate pudimos mantenernos calientes._ ¿Por qué se hizo cargo de la empresa?_ Hay un detalle en la vida de Alejandro que nadie sabe, él tiempo atrás tuvo una novia, la amaba profundamente y ella también, nuestra familia los respaldaba, yo estaba feliz por su relación._ ¿Y? ¿Qué fue lo que pasó?_ En una cita los secuestraron, pidieron rescate como era de esperarse, una vez que ambas familias pagaron lo que pedían, soltaron a Alejandro, pero a Sasha no, algunos días después encontraron su cadáver, lo peor fue que… La viol
Iris estaciono el carro y me ayudó a bajar, el edificio no era nada especial. Nosotros entramos y supe porque Zaya había escogido este lugar, aparte de que iba con su personalidad, tenía facilidades para personas discapacitadas._ Te dejaré donde Zaya, iré a ver las cosas que tengo que resolver, vendré un poco tarde.ZayaEl señor Montalvo me miró, no sabría decir si fue por el momento que pasaba, por mis palabras dulces, o quizás por ambas cosas, en lo que menos me percaté sus labios apresaron los míos. Quería irme, sin embargo disfrute esté beso, sus manos me levantaron rápidamente y las coló debajo de mi vestido, cuando me di cuenta ya sostenía dicha prenda, mientras que él dirigía su boca a la parte baja de mi cuerpo,
Lo más probable es que la persona que lo está utilizando es Priscilla, le pedí al gerente que suspendiera la tarjeta y él lo hizo, no pensaba permitir que esa tipa estuviera gozando de los privilegios que tenía con mi hermano, no cuando ya lo mando al demonio por estar invalido.Salí de la empresa hecha una furia, pedí que se me preparara uno de los coches que tenía aquí y lo hicieron inmediatamente, manejé rumbo al apartamento de esa mujer, se encontraba situado en una de las mejores zonas de la ciudad, todo gracias a Alejandro. Aunque a ella no le parecía ese sitio sino otro que era más exclusivo, pero al cual mi hermano no tenía acceso ya que le faltaban varios millones para que lo pudieran invitar, solamente por invitación se podría entrar ahí, ya luego podrían escoger el sitio a alquilar, sabiendo que no era nada barato su alquiler.<
Zaya se encontraba con las maletas en la puerta de su apartamento, tanto Alejandro como yo nos sorprendimos, sabía que mi hermano había metido la pata, después de todo estaba con los ojos casi de fuera._ ¿Qué sucede? _ preguntó Zaya _ parece que vieron a un fantasma, vámonos ya, el camino es demasiado largo para estar teniendo atrasos.Zaya se despidió de su apartamento, sacó la basura y después se fue a la camioneta, ella iba en silencio, sus ojos miraban a través de la ventana, podía ver que tenía miles de pensamientos.ZayaProbablemente esté loca al regresar a la casa de los Montalvo, lo cierto es que necesito el empleo, aunque en el fondo
Me desperté al día siguiente cuando Iris llegó a mi habitación, varios hombres ya se encontraban afuera, supe que era hora de irse de la mansión._ Llevaré comida para preparar en el chalet, aquí se va a convertir en zona de guerra, no es conveniente seguir en la mansión.Yo accedí y solamente me lave la cara, bajé con las cosas que había sacado el día anterior y salí con mis maletas.AlejandroZaya nos esperaba afuera, todos los hombres que se encontraban ahí la quedaban mirando con la boca abierta, ella no se percataba de nada debido a que su atención se encontraba dirigida hacía los árboles, no podía culparlos, después de todo se trataba de una mu
Zaya salió finalmente del agua, ella sonrió y supe que había vuelto a ser la misma. Iris le dijo del desayuno y después de cambiarse de ropa, se sentó a acompañarnos._ ¿Te gusta el sitio? _ preguntó Iris _ esté chalet lo di a hacer, al igual que la presa en la que acabas de nadar._ Ya veo, el sitio es hermoso, se puede estar en sana paz.Nosotros desayunamos tranquilamente, Zaya le ayudó a Iris y yo me quedé en la terraza, el viento me acariciaba el rostro sutilmente, respirar aire puro me fascinaba y justo por eso decidí seguir viviendo aquí, a pesar de poder pagar un buen apartamento en una zona residencial.ZayaDesde la cocina podía ver al señor Montalvo, era un hombre muy guapo, la piel blanca sumamente cuidada, su mandíbula era fuerte pero a la misma vez delicada, una barba semi-poblada, esos ojos claros cautivaba a cualquiera, su cabello castaño claro ligeramente largo lograban darle ese aire de hombre de negocios y las manos grandes con las cu