Me desperté al día siguiente cuando Iris llegó a mi habitación, varios hombres ya se encontraban afuera, supe que era hora de irse de la mansión.
_ Llevaré comida para preparar en el chalet, aquí se va a convertir en zona de guerra, no es conveniente seguir en la mansión.
Yo accedí y solamente me lave la cara, bajé con las cosas que había sacado el día anterior y salí con mis maletas.
Alejandro
Zaya nos esperaba afuera, todos los hombres que se encontraban ahí la quedaban mirando con la boca abierta, ella no se percataba de nada debido a que su atención se encontraba dirigida hacía los árboles, no podía culparlos, después de todo se trataba de una mu
Zaya salió finalmente del agua, ella sonrió y supe que había vuelto a ser la misma. Iris le dijo del desayuno y después de cambiarse de ropa, se sentó a acompañarnos._ ¿Te gusta el sitio? _ preguntó Iris _ esté chalet lo di a hacer, al igual que la presa en la que acabas de nadar._ Ya veo, el sitio es hermoso, se puede estar en sana paz.Nosotros desayunamos tranquilamente, Zaya le ayudó a Iris y yo me quedé en la terraza, el viento me acariciaba el rostro sutilmente, respirar aire puro me fascinaba y justo por eso decidí seguir viviendo aquí, a pesar de poder pagar un buen apartamento en una zona residencial.ZayaDesde la cocina podía ver al señor Montalvo, era un hombre muy guapo, la piel blanca sumamente cuidada, su mandíbula era fuerte pero a la misma vez delicada, una barba semi-poblada, esos ojos claros cautivaba a cualquiera, su cabello castaño claro ligeramente largo lograban darle ese aire de hombre de negocios y las manos grandes con las cu
El señor Montalvo me miraba expectante a la respuesta, yo sonreí y moví mi cabeza de un lado hacía el otro, tomé la taza de chocolate fuertemente y las palmas de mis manos se calentaron a la misma vez._ Él está vivo, pero es como si estuviera muerto, llevó muchos años sin saber de él, no volvió a ser el mismo después de la muerte de mamá, cuando le dije que quería estudiar fisioterapia me dijo que era absurdo y que dejara de hacerme castillos en el aire, decidí ir tras mis sueños y con eso solté la mano de mi padre._ Es muy triste, respecto a Dustin, él es un idiota._ Supongo _ sonreí de lado _ siempre lo apoye en sus sueños, pero él no hizo lo mismo conmigo, definitivamente es
Mi mamá me pidió que me quedará a su lado, aunque algo me decía que llamara al doctor, otra parte de mí me decía que el final había llegado, empecé a llorar y ella acariciaba mi cabello._ Shhh, mi niña, quiero irme de este mundo recordándote con esa hermosa sonrisa que heredaste de tu padre, no llores, nosotros sabíamos que en algún momento mi situación iba a tener un desenlace._ Pero mamá, yo aún te necesito._ Y siempre estaré a tu lado, aunque no me veas, ahora por favor seca esas lágrimas.Sequé mis lágrimas y pude sentir que mi madre sonrió, su corazón
Iris terminó por irse a su apartamento, dijo que tendría que arreglar la ropa que iba a usar el día de mañana, yo moría de hambre y Alejandro no era la excepción, al abrir la refrigeradora me encontré con algunas compras._ Iris pidió unas cosas a domicilio, iba a cocinar cuando llegaste, pero decidió irse._ Yo prepararé algo.En la refrigeradora había carne, era de primera calidad y muy cara, tomé algunos condimentos y la preparé para hacerla salteada, agregue unos vegetales y una ensalada césar, serví dos copas de vino y nos sentamos a cenar._ Esto está delicioso. Generalmente no estaba de acuerdo con la violencia, pero habían personas que se merecían esto y más, Dustin tenía dos caras, me mostró ambas conforme pasó el tiempo, sin embargo supo hacer su jugada porque al inicio era un hombre dulce y atento._ Disculpame, por mi culpa tuviste problemas._ No digas tonterías _ él tomó mis manos y me hizo verlo _ no podía quedarme quieto viendo como alguien te ataca porque estuviste conmigo íntimamente, incluso si no lo hubieras estado, no me gusta que las personas juzguen a otras sin siquiera saber el trasfondo de las cosas.Besé los nudillos de Alejandro, él deslizó su mano en mi rostro, me hizo verlo y me snrió dulcemente, en sus claros ojoCapítulo 21
Me reí nerviosamente, Iris me llevó a desayunar a un pequeño restaurante que quedaba cerca, pedí waffles y leche tibia, mi hermana pidió fruta con granola y jugo de naranja._ ¿Estás bien? _ le pregunté ya que la miraba preocupada _ ¿En qué tanto piensas?_ En la reunión con el señor Egemen, es un hombre demasiado fastidioso y complicado, me sorprende que en pleno siglo 21 exista alguien con creencias tan absurdas._ No te preocupes _ llegó nuestro pedido y agradecí, una vez que el camarero se marchó retome la plática _ sé cómo manejar a Egemen, me haré cargo de él._ Eso es lo que más me mole
Alejandro asintió y después de un rato nos separamos, me senté nuevamente en el sofá de cuero y él se fue a su escritorio. La señora Agnes entró y anunció al famoso señor Egemen, un hombre con un traje gris hecho a la medida hizo presencia, todo su cuerpo emanaba una autoridad muy grande, él era un hombre mayor pero con unos ojos tan vívidos como los de un joven aunque el desprecio hacía las mujeres era demasiado obvio._ Señor Egemen _ Alejandro lo saludo _ por favor tomé asiento.Él tomó asiento, miraba a Alejandro con autoridad aunque en sus ojos no había nada de desprecio, me quedé sentada en el mismo sitio y guardé silencio._ Quise hablar contigo a solas, no esperaba que t
Reí y lo besé, ambos nos abrazamos y así quedamos por un buen rato, llegó el mediodía y almorzamos algo ligero. Al llegar el atardecer fuimos al mirador pero Alejandro no tenía la vista que yo tenía._ No te preocupes, puedo verla desde aquí._ Definitivamente esa no es una opción, ven.Yo lo levanté, mis manos se pusieron en su trasero y aunque a los dos nos dio vergüenza no pasó a más, lo puse en pie mientras se sujetaba de la reja de metal que nos rodeaba, su brazo fue a mi cuello y mis manos se posaron en su cintura._ Es hermoso, gracias por el día de hoy Zaya.Último capítulo