En el momento que sentí que me estaba tocando, me aleje de ahí, se levantó a una velocidad impresionante, me acorralo y desgarró mi uniforme, pedía ayuda pero nadie llegaba, mi ropa interior estaba a la vista, comencé a llorar y le suplique que me dejara, sin embargo él se hacía de oídos sordos y en cierto punto me dio una cachetada que me reventó el labio, le di una patada en el medio, esto me ayudó a que saliera huyendo de ahí, poco me importo que iba con la ropa hecha trizas, no deseaba seguir un segundo más en este sitio, tomé mi bolso y arranque en mi coche.
Manejaba y no pensaba adónde iba a ir, simplemente mis manos tomaron el mando del volante, cuando me mire donde estaba, se trataba del hospital que me había tirado como si nada, mis ojos se cristalizaron y empecé a llorar, mi piel la sentía sucia, trataba de ocultar mi ropa inter
Zaya me miraba como si estuviera loca, se negó a aceptar el trabajo, pero yo le expliqué que la anterior chica le había causado mucho dolor a mi hermano, y que ella misma me la recomendó._ Así que Aisha fue a darle fisioterapia al señor Montalvo, ella es una buena persona, pero como fisioterapeuta no es tan buena, muy bien, acepto el trabajo ya que lo necesito y ustedes me necesitan, sin embargo aquí hay un pequeño gran detalle, ¿Cómo va a hacer para que su hermano me acepté? Ese hombre no quiere verme ni en pintura._ De eso me encargo yo, haz tus maletas que nos vamos hoy mismo.Ella hizo sus maletas y una vez lista, nos fuimos a la casa. El camino fue largo y podía ver que Zaya
No supe qué cara puse al escuchar a Alejandro ordenarle a Zaya tal barrabasada, ambos esperaban la gratitud de esta chica. En el momento que vi que ella iba a agradecerle a Priscilla, la detuve._ No es necesario que hagas esto, vamos a tu habitación, espero que te guste.La tomé del brazo y en lo que me la iba a llevar de ahí, Alejandro me gritó, esto solamente logró acabar con la poca paciencia que tenía, saqué a Zaya de ahí y cerré la puerta._ ¡A mí no me vienes a gritar, Alejandro Montalvo! Si piensas que te tengo miedo, déjame decirte que estás muy equivocado, no pienso permitir que Zaya le agradezca a la zorra esa _ señalé a Priscilla y él iba a disparar millones de ofensas,
Al día siguiente me levanté temprano para iniciar con las terapias, ayer se me olvidó por completo ver lo que la señorita Montalvo había comprado para dicha actividad.Bajé a la cocina y la señorita Montalvo me tenía servido el desayuno, me saludó y se fue donde su hermano, yo comencé a comer, devore todo ya que ayer no comí nada._ Al parecer estabas con hambre _ dijo ella llegando _ me alegro mucho que te estés adaptando a la casa._ Tengo que hacerlo, por cierto, cambiando de tema, ¿Qué aparatos compró para la rehabilitación de su hermano?Ella me los mostró después que terminé de comer, fui a ver y
Iris se sorprendió, no pidió más explicaciones y solamente asintió, aborrecía a los hombres que abusaban de las mujeres, todo por sus bajas pasiones y creerse superiores.Fuí en silencio a la sala, ahí escuché a Zaya y a Iris conversando. Mi hermana escuchaba atentamente cuando ella le contaba del progreso inicial que había tenido con la terapia, luego de eso se pusieron a conversar de cosas irrelevantes._ Zaya _ dijo Iris cautelosamente _ me gustaría saber el nombre del tipo que intentó abusar de ti, es algo que me tiene un poco intranquila, también dime los detalles si acaso es que quieres hacerlo._ Bueno el nombre del señor es Fidel Ortega, los detalles de lo que pasó prefiero
El doctor Montecristo se notaba molesto, miro mi brazo, aunque ya la quemada no estaba tan a la vista, aún se veía, al menos a los ojos de alguien que tenía una visión muy aguda._ ¿Qué fue lo que pasó en tu brazo? Es más que obvio que te quemaste, pero quiero saber qué fue lo que ese hombre te hizo.Sabía que cuando el doctor Montecristo ponía el dedo en el renglón no lo quitaba por nada del mundo, suspiré pesadamente y le conté brevemente los hechos de lo que había pasado._ ¿Es en serio Zaya? ¿Y así piensas seguir trabajando en esa casa? La realidad es que me alegré mucho cuando me dijiste que ya habías conseguido empleo y que estabas en un sitio seguro, sin embargo la realidad
IrisMire a Alejandro con reproche, él solamente apartó la mirada y note culpa en sus ojos al ver la sangre de Zaya en la alfombra que estaba ahí, también algunos cristales rotos tenían pequeñas gotas del vital líquido, me sorprendió cómo se desarrollaron las cosas en tan corto tiempo, definitivamente estaba a nada de hablar, comprendía los sentimientos del doctor Montecristo, si él decidía hablar todo lo que dijera iba a contar con mi total respaldo, ya estaba hasta la coronilla que la menos culpable de este asunto terminará por pagar los platos rotos, mientras que la que sí tenía toda la culpa, estaba completamente bien._ Realmente te desconozco, ya no sé cómo lidiar contigo, el hermano dulce y cariñoso que conocí algún día murió, sé que está muy en el fondo, sin embargo me cansé de escarbar para sacarlo
Lo que Priscilla me había dicho logró dejarme en shock, sinceramente no esperaba que ella me hiciera esto, no cuando más la necesitaba, una lágrima descendió por su mejilla y la retiró._ Priscilla… Por favor, no nos hagas esto, yo te amo con todo mi corazón._ Lo siento Alejandro, lo pensé mucho, la realidad es que yo también te amo, pero sueño con tener hijo y es más que obvio que tú no me los puedes dar, además yo no me miró en el papel de enfermera, anhelaba demasiado un futuro a tu lado, sin embargo ese accidente logró que nuestra relación tomará un giro de 180 grados, no puedo quedarme a tu lado, lo siento demasiado.Ella salió de mi habitación, yo fui detrás, Iris junto a Za
El doctor Montecristo fue conmigo a la terraza, ambos éramos alumbrados por la luz de la luna, la noche era fría, pero gracias al chocolate pudimos mantenernos calientes._ ¿Por qué se hizo cargo de la empresa?_ Hay un detalle en la vida de Alejandro que nadie sabe, él tiempo atrás tuvo una novia, la amaba profundamente y ella también, nuestra familia los respaldaba, yo estaba feliz por su relación._ ¿Y? ¿Qué fue lo que pasó?_ En una cita los secuestraron, pidieron rescate como era de esperarse, una vez que ambas familias pagaron lo que pedían, soltaron a Alejandro, pero a Sasha no, algunos días después encontraron su cadáver, lo peor fue que… La viol