Una vez salió de la ducha Alexa miraba a Patrick jugar con Daniel y no dejaba de pensar en que a pesar del mal carácter de este y constantes enfrentamientos, su esposo no dejaba de ser inocente.

Si comprobaba que su madre había hecho tales atrocidades no creía que pudiera llegar a superar algo así, ante los ojos de Patrick su madre era una mujer difícil y poco amorosa pero jamás una criminal.

— Ya pedimos las pizzas, deben estar por llegar así que descansa, solo siéntate junto a mi, ¿si?, le has dedicado tiempo a todos menos a tu esposo.

Daniel sonrió, era claro que si bien aquellos dos habían comenzado por un contrato ya sentían algo más así no lo expresarán abiertamente, lastima que su madre fuera una asesina eso les haría difícil ser felices.

— Pero cuñado, no seas celoso ya van a tener mucho tiempo para compartir, estoy seguro.

— Definitivamente Daniel eres el mejor cuñado del mundo, juegas conmigo, te gustan las pizzas como a mi y me ayudas a que tu hermana y yo estemos bien.

— Y