De pronto el mundo pareció detenerse a su alrededor, su respiración y latidos se aceleraron al punto de quedarse sin aliento.

— ¿Está allí?, ¿Me escucha?

— ¿Quién es usted?— , preguntó con voz temblorosa.

— Lo siento si le asustes es el detective que estuvo a cargo del caso de sus padres, más bien ex detective pues me retiré luego de que se cerrará la investigación.

— Qué qué… quiere— , tartamudeo.

— No creo que sea conveniente hablar por teléfono, ¿Puede venir brevemente a Nueva York?

— No, no….

— Tranquila, no hay problema, iré a verla mañana, creo que lo ideal es vernos en el hotel que me hospede.

— Pero esto es inesperado mañana trabajo y…

— estaba asustada, ¿Y si se trataba de una trampa e iba directo a la boca del lobo?

— Supongo que preferirá no encontrarnos en la empresa en la cuál trabaja pero de igual manera si se le ocurre un mejor lugar le daré mi teléfono para que me contacte.

— No puedo.

— Ahora más que nunca debe hacer el esfuerzo de encontrarnos y confiar en mí, pues a