La fiesta habia sido una mierda.

Daniel se habia sacado sus zapatos y su ropa llena de lodo y la habia arrojado con rabia al suelo del baño

-¡Alguien quite esa maldita música ya!- rugió con furia renovada desde el interior del cuarto. Aunque estaba con la puerta cerrada, el personal de su mansión debió haberlo escuchado, ya que la orden fue obedecida inmediatamente

Este abrió el grifo ajustando el agua caliente y se metió a bañar.

Tenia lodo en todas partes, tenia el lodo hasta dentro de la uñas. Esto era un asco.

Se esparció una generosa cantidad de champú sobre el cabello y con la ayuda de sus manos se lo esparció por toda su cabeza.

Tan distraído estaba que no habia escuchado a la puerta del baño abrirse y luego cerrarse.

Se enjuago la cara y se la sobo con la intensión de borrar toda rastro de suciedad en el. Al igual que el resto del cuerpo y su cabello

No quería ni imaginar el largo sermón que le daría su padre apenas este regresara a casa. Y tampoco quería torturarse pensando e