TRES SEMANAS ANTESLos tres jóvenes habían llegado a la casa empapados.-James…-ella habia murmurado su nombre, mientras el joven caminaba casi ausente a su lado sin decir una sola palabra.Los ojos de Kaia y Aiden lo siguieron hasta verlo desaparecer escaleras arriba-¿El estará bien?- pregunto el joven de cabellos castaños que se hallaba a su ladoKaia no sabia que decirle, ella jamás habia visto así al muchacho antes, parecía tan… perdido.-No lo se…-Quizás debas ser su norte ahora.Kaia lo observa, y sus ojos dorados son escrutadores -¿Qué quieres decir?-Debes ser tu ahora quien lo mantendrá anclado, tu mas que nadie sabe el daño que esto le pudo haber causado- los ojos castaños del muchacho miran hacia arriba – solo espero que esto sea reversible…-…-ella solo agacha la mirada hacia el suelo-Y por cierto, gracias- mencionaElla parpadea y levanta la cabeza lentamente de nuevo hacia el -¿Por qué?-Por salvarme la vida- mencionaLos ojos de la muchacha son serios y escrutadores
Y desde aquel dia, nada volvió a ser igual.DOS SEMANAS ANTESLa segunda vez que Kaia vio al joven de ojos grises fue en la casa de James.Este se habia acercado impetuosamente hasta ella, aun cuando ella misma se habia mantenido lejos en una acción completamente intencional. Aun así, el joven habia hallado la forma. James habia subido escaleras arriba a ver unos papeles, así que suponía que ahora ella estaba a solas con el tiburón Pero, en el mar, habían cosas perores que un tiburón. Lidiar con el, no seria un problema para alguien con la experiencia de Kaia. No mas difícil que un fitoplancton haciendo la fotosíntesis. O los seres vivos respirando aire.Pronto, el descarado muchacho se sentó en el mueble frente a ella. Kaia solo fingió seguir leyendo. Pero este, carraspeo para llamar su atención.Ante los ojos de Daniel, la pequeña criatura era una maravilla, un cabello dorado cual mas fino oro, sus ojos como joyas preciosas, una figura delgada, frágil y pequeña. Era admirable y
Aquella noche no paso nada mas que solo un par de besos, y palabras de amor confesadas el uno al otro.Y por los días que siguieron a ese tampoco hubo más que eso. James era cauto y precavido, respetuoso y amoroso.Parecían niños jugando un papel de adultos, un amor inocente y puro. Ambos querían protegerse mutuamente, ambos deseaban el bienestar del otro. No tenían prisa por vivir su amor, era un alivio saber que gustaban el uno del otro, eso transmitía seguridad. Pero a su vez, eso era también aterrador. El nunca antes estuvo tan agradecido de estar asustado.UNA SEMANA ANTESJames Blake era un sujeto de negocios. Manejaba varias empresas en el país, y muchas mas fuera de esta. Sus negocios crecían cada vez más, al igual que su fortuna.El tenia bastante trabajo para hacer. Nadie llega a un puesto de poder haciendo nada. Todo acontecimiento de éxito involucraba trabajo de atrás, desvelos y sacrificios.Kaia ya lo sabía, pero saberlo y realmente verlo, eran cosas completamente dist
Habían aprovechado otra de las excéntricas fiestas de la reina para poder escabullirse juntos. Habían nadado hasta los limites del reino internándose en el reino maldito.Ante los ojos fríos del rey Kaito, esos dos sujetos no valían demasiado para el. Últimamente se habían vuelto un dolor de cabeza. Tan solo una molestia cansina.-Las exploraciones van progresando, en seis meses se ha cumplido con gran parte de las zonas del océano, hemos estado ya descartando los lugares donde no se han hallado pistas, y por consiguiente, avistamientos de Kaia. Cada dia nos queda menos océano por revisar-Esos no son progresos- la voz impetuosa de la joven pelirroja fue cortante -¿Cómo puede decir que estos seis meses han sido provechosos?-Mis hombres han hecho todo cuanto ha estado a su alcance, Kaia es una sirena difícil de encontrar, pero que sepan que todos aquí nos hemos estado esforzandoJaladi no le creía. No veía pasión en la búsqueda de Kaia en el rey Kaito-No me diga- se burlo ellaDorian
Dorian nadaba rápido atrás de la chica hasta que la alcanzo, la agarro de la mano con un leve tirón en señal de que se detuviera. Jaladi giro hacia el y sus ojos castaños aun seguían cargados de furia-No vuelvas a hacer eso.- y esta vez la voz del chico era seria ante ella, algo casi impropio de Dorian, después de todo, él siempre era gentil y divertido.-¿Hacer qué?-¿Hacer que?- repite Dorian sin poder creérselo – pues confrontar al rey de la corte maldita. -la señala – tu sabes que no tenemos asegurada la protección mientras estemos en su reino, el hecho de que no nos degollé como lo haría Ula con uno de los suyos es pura misericordia-¿debería agradecerle por no cortarme la cabeza? O no, aun mejor ¿le agradezco que nos haya engañado con la estadía de los días de Teles como prisionera?Dorian niega con la cabeza impávido – no. Pero no deseo verte en peligro. Si algo llegara a pasar a allá, yo no seria suficiente para protegerte ¿Entiendes eso?-No necesito que nadie me proteja-Yo
Kit había reunido a muchos de sus centuriones, no es que fueran exactamente de su confianza, pero aun así, había elegido a un numero electo que aun eran leales a Teles. Y si muchas personas estaban dispuestos a seguirlo por ella, eso hablaba muy bien de su ex jefa.-¡Por aquí!- había gritado guiando al grupo.Todos estaban armados y alertas, Kit en cambio, avanzaba confiado, mientras tuviera el espejo consigo sabía que no habría contratiempos, el espejo podía avisarle de algún avistamiento de alguna bestia marina a metros y metros de distancia, dándole así el tiempo suficiente para huir si la situación lo requería.Kit se alejo del grupo y disimuladamente saco el espejo del bolso que cargaba, una pequeña ojeada para asegurarse de que todo estaba bien. – Todos avanzaremos por el este.Muchos se sentían afortunados de que la búsqueda de ellos se centrara en los dominios de Ula, pues, era bien conocido, que la temible bruja del mar habitaba en las lejanías del reino maldito.Kit ya habia
James se ríe en medio de sus besos-¿Qué?-Nada-dice- solo que a veces me alegro mucho de tenerte, y a veces… no puedo creer que esto sea cierto.-¿Por qué no seria cierto James?James Blake era nuevo en entender todo esto de la complicidad de una pareja, el hecho de tener confianza e intimidad. Aquellos gestos y aquellas acciones que solo el uno al otro comprendían, la habilidad que tenia tu pareja para reconocer cuando estabas enojada, cuando estabas triste, o incluso cansada. La forma tan fácil que tenia alguien de poder leerte el corazón.-No lo se… jamás habia tenido algo tan grandeKaia inclina la cabeza y siente su corazón latir rápido, siempre sucede cuando el estaba a su alrededor-¿te importo?Era extraño la sensación que se sentía de tener a alguien tan vulnerable para proteger. -Tu estas en todo lo que hago, Kaia -dijo, porque no conocía otra manera de demostrarle que le importaba que esa-No quiero ser el centro del mundo para ti, solo quiero formar parte de tu vida-Ya l
La reina Ula concentro todo lo que podía de su magia en reforzar la barrera de su reino. Últimamente casi todas sus energías se las gastaba en ello. Ella debía hacerle creer al pueblo que su magia bastaba, aun cuando esto no fuera del todo cierto. Sin Kaia a su lado ella debía desplazar cierta cantidad a ello, antes solía guardarse su propia magia para si misma, pues si bien no le agradaba la idea de reconocer que aquella jovenzuela fuera mas fuerte que ella, la magia de la princesa bastaba. Kaia daba magia al reino sin siquiera ser del todo consciente de que lo hacia, pues el poder era algo innato en ella, algo con lo que habia nacido.Ula se tambaleo luego de acabar, tuvo que agarrarse de un pilar para no caer. Ella no podía seguir así. Tenia que hacer algo, y ya habia tenido un plan para ello.Al igual que otras veces, tomo su capucha y se la coloco encima. Jalo la palanca que se escondía detrás del pilar oculto, y el pasadizo se abrió.Pisar el reino maldito siempre era una apue