Kader está que se vuelve loco. Hace ya 10 días que él y Maia se habían visto. Todo el Clan estaba desesperado por encontrarla, pero todo se estaba poniendo en su contra. Cada que llamaban al teléfono de Maia marcaba apagado, la seguridad de su casa había incrementado y ni siquiera podían contactar a ningún miembro de la servidumbre que se habían vuelto sus aliados. Por esa razón Kader llevaba al menos tres días frente a la computadora tratando de entrar a la seguridad de la mansión, rastrear algún dispositivo de la familia, o encontrar cualquier cosa que le permitiera saber qué pasó el día que se despidió de Maia.
- Kader, tomate unos minutos de descanso y ven a almorzar - le rogó Felicíe - hace días que no comes ni duermes como se debe -
Y eso era justo lo que se propuso hacer, tomó su arma y la cargó sin siquiera dudarlo. Estaba por enfrentarla, cuando una voz femenina lo detuvo.- Vaya noviecita la que te conseguiste - era Elisa quien lo detuvo, ni siquiera había notado cuando se acercó a él - me sorprende que todo este tiempo a su lado no te hayas dado cuenta de quién es en verdad -- No me digas ¿Y tú si sabes quien es? - habló con rabia- Por supuesto que lo sé, no en balde he tenido que soportarla todo este tiempo - espetó - ella siempre ha sido una mujer llena de orgullo, envidia, ambición y altanería. Siempre buscando quitarle a otros lo que no tiene sin importarle el costo. Lo hizo con Bastian, al parecer contigo también y ahora con ese viejo &
Pasaron largos minutos en los que nadie dijo nada, ni siquiera tuvieron ánimos para recoger todo lo que Kader había tirado. Algunos se quedaron de pie con la mirada perdida en un punto de la casa y otros se mantenían caminando de un lado a otro sin lograr entender lo que pasaba. Fue en ese momento cuando la puerta se abrió y dejó ver a June, quien unas horas atrás había salido de la casa.- Vaya, si que te pegó duro - comentó al ver a Kader en el suelo con la cabeza entre las rodillas- No estoy de humor para tus bromas y mucho menos para que me digas 'Te lo dije' - le aclaró sin levantar la cabeza- Tranquilo que no pienso hacer nada de eso - se sentó a su lado - es verdad que Maia nunca fue del todo de mi agrado, pero también estoy
Maia se encontraba en su habitación mirándose al espejo, las otras esposas de su prometido se encontraban arreglandola para la boda. Desde el amanecer se habían encargado de dejarla lista para el evento, de acuerdo a las tradiciones árabes. Sus manos, brazos y piernas se encontraban pintados con extraños signos y figuras de color negro. Todas alababan lo hermosa que se veía, pero ella no se sentía de esa manera, en realidad hacía días que no sentía nada. Su corazón, su mente y su alma se encontraban apagados y a punto de extinguirse.Cuando estuvo lista se preparó para salir y loacabar con todo eso de una vez, pero fue detenida ante los toquidos de la puerta. Cuando una de las mujeres abrió, se sorprendió al ver entrar a Michelle, quien portaba un vestido rojo muy provocativo y escotado. Las mujeres musulmanas
Este hombre, es tu futuro esposo…Esas palabras no dejaban de retumbar en la mente de Maia y podía sentir como todo a su alrededor se derrumbaba de a poco.- No, eso no es verdad - negó vez tras vez - ¡¡No no, me niego, no lo quiero y no lo haré!! -Todo se quedó en silencio ante sus palabras, al decirlo en francés los árabes no habían entendido lo que dijo, pero bastaba con ver su expresión para saber que no le había gustado la noticia.- Discúlpenme un momento - habló el señor Scott en inglés - tengo algo que hablar con mi hija en privado -Dicho eso, se la llev&oacut
Otro hombre de piel pálida y cabello azabache, alguien a quien una vez consideró un amigo. Era June. Al principio pensó que venía en su rescate con los demás miembros del Clan. Pero esa esperanza se disipó cuando vio a los matones más fieles de su padre a lado de ellos. Su corazón se alarmó aún más cuando lo vio cargar su arma con la destreza que ya le conocía y los vio salir, el tatuado y los matones a destino desconocido y June en dirección a la casa del Clan.Su mente poco a poco fue atando cabos. Como su padre había descubierto todo acerca de ellos, de donde se había enterado quienes de su casa los apoyaban, quien le dio el paradero del abogado. Todo. Cada uno de sus problemas, riesgos y errores se debían a June, por mucho que intentaron estar un paso por delante de los Paris estaban destinad
Pronto el Clan se encontraba a pocos metros del lugar donde se encontraba Kader. A lo lejos habían visto las motos de él y de June, por lo que hicieron grupos de tres y se dirigieron a diferentes direcciones, donde podrían rodearlos sin llamar la atención. Maia, Felicie y León iban juntos, con pistola en mano y atentos a todo lo que pasaba a su alrededor. Pronto escucharon las detonaciones de un arma, y se aterraron pensando que habían llegado demasiado tarde. Con mayor rapidez corrieron en dirección a los disparos y se ocultaron tras unos arbustos. Al espiar vieron a June, Jouna, y para su sorpresa, también Damien. A lo que notaron, este último fue quien le disparó a Kader, quien se encontraba de rodillas en el suelo. Los tres estaban ansiosos por atacar, pero sabían que debían ser pacientes y esperar a que los demás miembros del Clan estuvieran en posici&oacut
- Chicos, no quiero interrumpir su momento de reconciliación - les habló Tessa, quien estaba peleando a pocos metros de ellos - pero necesitamos que ambos se concentren acá -Ambos sonrieron con pena, pues por un momento habían olvidado que estaban en medio de una balacera.- Vale vale, ya no nos regañes - se burló Maia, para después hablar por medio del micrófono que su audífono tenía integrado - Cannelle, necesito que me traigas la mochila de primeros auxilios para curar a Kader -- De acuerdo, voy para allá - le respondió de inmediato - ¡Chicos necesito que me cubran! -De inmediato todos a su alrededor buscaron protegerla para que pudiera llegar sin ningún rasguño.
A unos cuantos pasos vio a uno de sus mercenarios, en su cinturón tenía un par de granadas que no llegó a utilizar. Como pudo se arrastró hasta alcanzar una de las granadas y con una risa macabra llamó la atención del Clan.- Nos vemos en el infierno malditos - les dijo a la vez que arrancaba la llave del seguroDe momento parecía que el tiempo se había detenido, pero de inmediato el reloj empezó a correr a toda velocidad. Más de uno se le fue encima tratando de quitarle el artefacto y volver a poner el seguro. Pero para su desgracia Jouna fue más rápido y en un movimiento inesperado se tragó la llave eliminando toda esperanza de evitar la explosión. El primero en reaccionar fue June, quien de un golpe noqueó a su hermano y le arrebató la granada.