Este hombre, es tu futuro esposo…
Esas palabras no dejaban de retumbar en la mente de Maia y podía sentir como todo a su alrededor se derrumbaba de a poco.
- No, eso no es verdad - negó vez tras vez - ¡¡No no, me niego, no lo quiero y no lo haré!! -
Todo se quedó en silencio ante sus palabras, al decirlo en francés los árabes no habían entendido lo que dijo, pero bastaba con ver su expresión para saber que no le había gustado la noticia.
- Discúlpenme un momento - habló el señor Scott en inglés - tengo algo que hablar con mi hija en privado -
Dicho eso, se la llev&oacut
Otro hombre de piel pálida y cabello azabache, alguien a quien una vez consideró un amigo. Era June. Al principio pensó que venía en su rescate con los demás miembros del Clan. Pero esa esperanza se disipó cuando vio a los matones más fieles de su padre a lado de ellos. Su corazón se alarmó aún más cuando lo vio cargar su arma con la destreza que ya le conocía y los vio salir, el tatuado y los matones a destino desconocido y June en dirección a la casa del Clan.Su mente poco a poco fue atando cabos. Como su padre había descubierto todo acerca de ellos, de donde se había enterado quienes de su casa los apoyaban, quien le dio el paradero del abogado. Todo. Cada uno de sus problemas, riesgos y errores se debían a June, por mucho que intentaron estar un paso por delante de los Paris estaban destinad
Pronto el Clan se encontraba a pocos metros del lugar donde se encontraba Kader. A lo lejos habían visto las motos de él y de June, por lo que hicieron grupos de tres y se dirigieron a diferentes direcciones, donde podrían rodearlos sin llamar la atención. Maia, Felicie y León iban juntos, con pistola en mano y atentos a todo lo que pasaba a su alrededor. Pronto escucharon las detonaciones de un arma, y se aterraron pensando que habían llegado demasiado tarde. Con mayor rapidez corrieron en dirección a los disparos y se ocultaron tras unos arbustos. Al espiar vieron a June, Jouna, y para su sorpresa, también Damien. A lo que notaron, este último fue quien le disparó a Kader, quien se encontraba de rodillas en el suelo. Los tres estaban ansiosos por atacar, pero sabían que debían ser pacientes y esperar a que los demás miembros del Clan estuvieran en posici&oacut
- Chicos, no quiero interrumpir su momento de reconciliación - les habló Tessa, quien estaba peleando a pocos metros de ellos - pero necesitamos que ambos se concentren acá -Ambos sonrieron con pena, pues por un momento habían olvidado que estaban en medio de una balacera.- Vale vale, ya no nos regañes - se burló Maia, para después hablar por medio del micrófono que su audífono tenía integrado - Cannelle, necesito que me traigas la mochila de primeros auxilios para curar a Kader -- De acuerdo, voy para allá - le respondió de inmediato - ¡Chicos necesito que me cubran! -De inmediato todos a su alrededor buscaron protegerla para que pudiera llegar sin ningún rasguño.
A unos cuantos pasos vio a uno de sus mercenarios, en su cinturón tenía un par de granadas que no llegó a utilizar. Como pudo se arrastró hasta alcanzar una de las granadas y con una risa macabra llamó la atención del Clan.- Nos vemos en el infierno malditos - les dijo a la vez que arrancaba la llave del seguroDe momento parecía que el tiempo se había detenido, pero de inmediato el reloj empezó a correr a toda velocidad. Más de uno se le fue encima tratando de quitarle el artefacto y volver a poner el seguro. Pero para su desgracia Jouna fue más rápido y en un movimiento inesperado se tragó la llave eliminando toda esperanza de evitar la explosión. El primero en reaccionar fue June, quien de un golpe noqueó a su hermano y le arrebató la granada.
EPÍLOGO (1ra parte)5 años después…Kader se encontraba en el cementerio, observando un par de lápidas, que si hubiera estado en sus manos, jamás habría permitido que tuvieran grabados esos nombres. Ya se había vuelto una costumbre en él visitar ese lugar cada cierto tiempo. Sabía que nadie ahí estaba consciente de su presencia, pero en cierta forma era su manera de demostrarse a él mismo que sus recuerdos aún vivían dentro de él.No podía negar que le dolía estar ahí, pero al mismo tiempo le brindaba calma, pues recordaba que nunca había estado solo. En su vida siempre hubo quien le tendiera una mano, le diera su cariño y lo hiciera parte de su familia. Y aunque a veces algunos de ellos se ib
EPÍLOGO (2da parte)Sin embargo, había algo más que todos sabían, pero ninguno se atrevía a decir en voz alta. Y es que más que la ausencia de su amiga, lo que más le afectaba era la traición y muerte de June. ¿La razón? Él había sido su único y primer amor. Por mucho tiempo lo supo ocultar, tanto que ni siquiera él lo llegó a notar. Pero con el paso de los días su actitud solitaria y deprimida dejó prueba de su sentir. Por desgracia ese sería un amor que se llevaría hasta la muerte, o al menos eso era lo que ella pensaba.- Bueno, y a todo esto ¿A ti quien te invitó? - le cuestionó a su gemelo- Maia nos pidió que trajeramos a las niñas
- Kader, Kader despierta. Ya es hora - Maia mueve el cuerpo de su esposo con algo de desesperación- Cinco minutitos más - balbucea adormilado- ¡Kader, deja de jugar y despierta de una vez! - le grita con dolor- ¡¡NO, no quiero, déjame dormir!! - hace berrinche cubriéndose con una almohada- ¡¡MALDITA SEA LE ROUX, TU HIJA YA VA A NACER!! - grita en medio de una contracción- ¡¿Qué, y porqué no lo dijiste antes?! - cuestiona parándose a trompicones- Como si me estuvieras haciendo mucho caso - dice apretando los dientesSin prestarle ate
- ¿Qué pasó? - Tessa fue la primera en acercarse - ¿Cómo están ellas? -- ¿Salió todo bien, que te dijo el médico? - insistió León- ¡Por dios Kader, di algo que nos estás matando de los nervios! - le gritó Bastian, haciéndolo reaccionar- Los FireFriend tienen una nueva integrante - les respondió casi susurrando - mide 45 centímetros con 8 milímetros, pesa 2 kilos 300 gramos, es una niña y se llama Felihan -Al decir eso algo en él se activó y una fuerza interna lo motivó a gritar la buena nueva a los cuatro vientos. Y literalmente lo hizo, corrió hasta el mostrador, subió a éste de un brinco y les