― ¡Judith! ―la llamó una joven loba irrumpiendo en el vestidor― ¿Qué sucede Betty? ――Debes venir a la tienda, allá afuera, está el hombre lobo más sexy del mundo ――Por la diosa, no lo sé, tus gustos en lobos son horribles ――Ya lo sé, pero te juro que esta vez no me equivoco ―dijo Betty con emoción ―Es guapísimo, creo que ambos harían buena pareja ――Vale, iré, pero si es una pérdida de tiempo, juro que me las vas a pagar ―gruñó Judith al mismo tiempo que se quitaba el vestido para, sin si quiera dudarlo, tirarlo al suelo inmediatamente después―Pero, princesa… ―sollozó la modista al ver que todo su trabajo se había arruinado―Ya no lo quiero, no me sirve ―dijo Judith despreocupadamente, lo que provocó que Anna y Keren fruncieran el ceño irritadas ―Saldré a buscar uno que sea de mi talla ―dijo tras colocarse una bata blanca que Betty le había dado―Tranquila, síguela, yo me quedo con ella ―le dijo Keren a Anna una vez que Judith dejó el vestidor―Está bien ―gruñó Anna al ver que, p
― ¿Y cómo esperas que se trate a una impostora? ―preguntó Elizabeth, quien comenzó a jugar con la peluca en sus manos―Por favor, ten algo de dignidad ―gruñó Amelia―Tu actuación ha llegado a su fin ―dijo Gabrielle ―Tienes ante ti al antiguo mayor de las fuerzas imperiales, Ragnar Alexiou ――Sin mencionar al futuro gran beta, Nero Fotia ―dijo Alice cruzándose de brazos―Y si aún así no nos crees, agreguemos un extra ―dijo Keren saliendo del vestidor con la modista que había estado trabajando en el vestido de Judith ―La encargada de la tienda, ha trabajado cinco años en el palacio de Interlunio, cualquiera de los aquí presentes la conoce ―Ante las palabras de Keren, Sophie se acercó a ellas y realizó una profunda reverencia antes de dirigirle una mirada llena de desprecio a Judith.―Usted no es mi princesa ―gruñó la loba ―Mi princesa y la hija del príncipe Alastor, es ella, Anna Nicolaou, nieta de su majestad, Máximus Nicolaou ―dijo con seguridad, provocando que todos los espectadores
Entusiasmados, todos aceptaron la idea de William, por lo que, aprovechando que todos habían ido al centro comercial con el mismo fin, encontrar algo de ropa adecuada para el juicio, el grupo comenzó a vagar por aquella tienda.― ¿Tú no buscarás nada? ―le preguntó Dante a Anna, quien había optado por refugiarse entre sus brazos―No, recuerda que ya tengo mi vestido para la presentación de la familia real, y en cuanto a lo que usaré en el juicio, bueno… ―Sin decir nada, ambos dirigieron sus miradas hacia el área de mujeres, dónde Sandrine y Elizabeth, discutían que combinaba mejor con el pantalón sastre blanco que ambas ya habían elegido.―Parece que no tengo voz ni voto en eso ―dijo riendo―Siendo así, entonces ayúdame, después de todo, lo que dije de mi hermana es verdad ―suspiró Dante exasperado―Espera ―susurró Anna, quien examinaba atentamente el atuendo de su compañero ― ¡Compraste ropa nueva! ¡Incluso zapatos! ――Pues claro, quería lucir bien para nuestra primer cita oficial ―d
―Vale, solo bromeaba, amargado ―gruñó Lysander entre dientes ― ¡Hey! Félix, Gio, miren esto ―dijo al mismo tiempo que tomaba un vestido y se lo colocaba por encima ― ¿No soy sexy? ―preguntó con tono coqueto, provocando que todos los chicos estallaran en carcajadas al igual que unos clientes y algunas vendedoras―Gracias a la Diosa Pía no está aquí ―murmuró Dante avergonzado―Eh, toma esto, Lys ―dijo Will lanzándole unas gafas de sol muy femeninas―Oh, joven alfa, no te hubieras molestado―dijo Lysander con la voz aguda― ¿Qué está haciendo Lys? ―le preguntó Anna a Dante tras salir del vestidor acompañada de Sophie―No preguntes… ―gruñó Dante, quien, fastidiado, pasó su mano por su cabello ― ¿Viste tu vestido, cariño? ――En realidad, no, Andy dijo que quería sorprenderme para agradecerme por haber puesto en su lugar a Judith y a sus amigas ――Entonces, ¿realmente arreglará tu vestido? ――En realidad, me hará uno nuevo ―dijo Anna riendo al ver como Lysander modelaba un nuevo vestido― ¿Q
Algo dudosa, Anna asintió y, tras soltar un suave suspiro, la joven encendió la radio, donde, casualmente, sonaba la canción “No me detengas ahora”, provocando que ambos compartieran una fugaz mirada antes de comenzar a cantar a todo pulmón.En ese momento, a la joven pareja no le importó llamar la atención de otros conductores, ni si quiera la de los lobos que preferían usar sus patas y corrían por una vía designada para ellos. Lo único que ambos deseaban, era disfrutar de la compañía del otro.Cuando finalmente llegaron al café, Dante aparcó en un espacio justo frente a la entrada, por lo que juntos, se apresuraron a entrar sólo para ser recibidos por Pía y Melba, quien parecía haber tenido una lucha con el harina de la cocina.―Ay, Dante, lo siento tanto ―exclamó Melba avergonzada ―Aún no hemos abierto y este lugar ha sido una completa locura ―― ¿A qué te refieres, Melba? ―preguntó Anna―Pues, entre los lobos que vienen a preguntar si abriremos pronto, entre los que vienen a dejar
Divertido, el joven rio y se dio la media vuelta para poder verlas.―No soy un isleño, pero he vivido aquí por tres años debido a mis estudios ―explicó el joven ―Este verano planeaba volver a casa de vacaciones junto a mi hermana que está por terminar el instituto, pero, bueno, debido al estado de alerta, ambos nos quedamos varados aquí ―dijo con un suspiro ―Y ahora que todo ha pasado y que el estado de alerta ha pasado, mis padres optaron por venir a visitarnos y a conocer a la familia real ―― ¿Qué estudias? ―preguntó Pía con curiosidad ―No me pareces un joven de instituto ――Es porque no lo soy ―dijo él con amabilidad antes de indicarle a Anna un muro donde se encontraban diferentes tipos de guitarras ―Estudio en la Universidad Privada de Arcanis ―― ¡Oh! Lo siento ―masculló Pía ―Es usted un joven alfa, ¿cierto? ――Ni tan joven, eh, tengo veinte años ―respondió él con una suave risa ― ¿Cómo llegaste a esa conclusión? ――Bueno, es que, según me explicó mi compañero, la Universidad P
―Oh, es la verdad y lo sabes Robert, ¡se te da mejor! ――Ya, pero ¿lo de cabeza dura era necesario? ――Sí, ¡por terco! ―gruñó Charles negando con la cabeza ―Princesa, el total sería de ochenta Seles ――Maestro, cóbreme el precio real ―dijo Anna frunciendo el ceño, pues el precio marcado en la guitarra era de doscientos―De ninguna manera ―dijo el hombre con seriedad ―Princesa, para mí es un honor hacerle este descuento, ya que ha tomado una de mis mejores guitarras, con su conocimiento, algo me dice que es para alguien con experiencia ――Me da mucho crédito ―dijo Anna negando con la cabeza ―Elegí esa guitarra porque es idéntica a la que Jared tenía en casa, aunque, bueno, sin duda mi guardián es un experto ――Perdone ¿ha dicho “tenía”? ―preguntó Charles―Nuestra manada fue atacada, y según lo que la madre de Jared me contó, su guitarra fue destruida durante el ataque ――Por la diosa, ¿qué fue lo que sucedió? ―preguntó Robert con preocupación―Para intentar debilitar a mi padre, nuestr
En medio de una horrible tormenta, sentada en el suelo de un refugio, una joven loba de cabello castaño y ojos color avellana, intentaba protegerse del frío con una delgada manta mientras observaba como, en una pequeña mesa de madera, su hermano jugaba al ajedrez con un atractivo joven de cabello oscuro y ojos dorados como el sol.Desde que lo había conocido, el tipo le había parecido pedante y sumamente molesto, pues este, se dedicaba a acosarla a diario, sin embargo, en ese momento, el joven no tenía ojos para nadie más, solo para el pequeño que se estremecía con cada trueno que resonaba en la distancia.―Tranquilo, ponte estos ―dijo el joven sacándose unos audífonos bluetooth de su bolsillo ―No sé si te guste el tipo de música que escucho, pero, creo que será mejor que los truenos ――Gracias… ―masculló el niño mientras se colocaba los audífonosSintiendo curiosidad porqué tipo de música escucharía aquel joven presumido, la castaña mantuvo sus ojos clavados en su hermano, el cual, s