"¿Quieres casarte conmigo?" Fue la pregunta que me hizo, frente a todas las personas que se encontraban en su cena, lo mire por unos segundos desconcertada, porque nunca me menciono de aquello, ente nerviosismo y miedo asentí con la cabeza, no había otra opción

—Una vez más te digo que si —mencione finalmente, Jasen se levantó y tomo mi mano para sacar el anillo que hace unas horas me había dado y colocar uno nuevo, luego dejo un casto beso en mis mano.

—Una vez más me dijo que si, señores —dijo Jasen y levanto mi mano en dónde se encontraba el anillo.

Deje un beso en la mejilla del que sin pensarlo sería mi futuro esposo por dos años y este me sonrió.

—queremos un beso de verdad —menciono el señor Damián, primo de Jasen —, no queremos besos en la mejilla.

—Quedamos en deuda con el beso, por el momento necesito hablar con mi futuro esposo, si nos disculpan —pronuncie para luego tomar la mano de Jasen y dirigirnos a un lugar más apartado.

Camine delante de él todo el tiempo, hasta que nos alejamos lo suficiente para soltar su mano y mirarlo

—¿Porque no me lo dijiste? —pregunte

—Porque era una sorpresa, y las sorpresas no se dicen —respondió tranquilo y lo mire.

—esto es un contrato y por ende debo saber todo para poder actuar —mencione

—Tienes toda la razón, pero mi padre está tarde me presionó con la "pedida de mano" o una "fiesta de compromiso", por lo que fue lo primero que se me ocurrió —dijo y asentí

—No pienso discutir más, ya pasó y ya está, a la próxima avísame —dije y asintió, luego miro en dirección a la fiesta

—Nos están viendo, bésame —dijo pasando sus manos por mi cintura para simular un abrazo

—No te voy a besar, Jasen—murmure mirándolo a los ojos

Jasen se acercó a mi mejilla y dejo un beso.

**********

Al día siguiente

Los golpes en la puerta me despertaron de mi maravilloso sueño, con pesadez me levanté y abrí la puerta

—Explícame esto —Jess en su teléfono me mostró la foto de mi beso con Jasen y luego me entrego el periódico y una revista.

En estos los protagonistas éramos Jasen y yo con el letrero "Aranza Martínez, la misteriosa mujer que conquistó el corazón del Empresario Jasen Eicollings" busque la página en dónde se encontraba la noticia en la que se hablaba de la fiesta de compromiso y de 'lo único que se sabe de ella es que es parte del corporativo de Eicollings C.A desempeñando la función de Gerente General ¿Aquí nacería el amor?" Cerré la revista y suspiré fuerte, era obvio que iba a ser noticia nacional.

—Jasen y yo nos vamos a casar —fue lo único que pronuncie y Jess me miró desconcertad

—¿Cómo es posible eso? Hasta hace una semanas llorabas por el imbécil de…—la interrumpí

— lo sé, pero supongo que así es el amor, no me había dado cuenta que lo que no andaba buscando lo encontraría en Jasen, nuestro jefe —dije —, no me hagas más preguntas, alégrate por tu amiga, encontró alguien dispuesto a casarse con ella con tal de no pierda la patria potestad de mi hijo.

Mi teléfono empezó a vibrar con el sonido habitual que tenía para mí amiga, así que suponía que ella también andaba al tanto de la situación, que ella también amaneció con la misma noticia.

—Me parece increíble —fue lo único que murmuró Jess

—tenemos una boda que preparar y tenemos una semana —informe

—¿Que? —pregunto Gaby abriendo la puerta de la habitación y las mire

—Si, así que hay que ponernos manos a la obra —dije

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Días después

Nuevamente era un maravilloso Lunes, así que luego de desayunar, dejar a Liam en casa con la niñera, me dirigí a tomar un taxi, caso contrario no llegaría a tiempo a mi trabajo.

Jasen: Bueno días Aranza, tienes toda esta semana libre para que puedas organizar los detalles de nuestra boda.

Yo: Buenos días Jasen, lastimosamente no puedo acceder a aquello debido a que tengo varios pendientes en la oficina, nos vemos allá

Jasen: no pasa nada, luego te pones al corriente con tus pendientes

Yo: En cinco minutos llego a la empresa, no puedo regresarme a casa

No recibí más respuesta de él, así que continúe en silencio el resto del camino hasta llegar a la empresa.

Cuando pagué el taxi, me sorprendí al ver a Jasen parado en la entrada a la empresa, supuse que tenía que ser algo importante para el estar allí.

—Buenos días, Señor, Jasen —salude para seguir con mi camino

—Aranza, espere —me detuvo y se acercó a mi lado—, tenemos que llegar juntos.

Rodé los ojos e hice una muñeca ¿eso era importante? Me pregunté a mí misma.

—Entonces vayamos, en 15 minutos tengo una reunión con un cliente —mencione y asintió

Jasen tomo mi mano para ambos entrelazarlas y sonreír, la verdad me sentía demasiada incómoda al ir de esta manera con Jasen, pero era en lo que me había metido.

—¿Desayuno? —pregunté y asentí

—Claro que sí y usted

—Antes que nada, no me hable con mucha formalidad —pidió y solté una pequeña risa.

—si me pide eso, entonces haga lo mismo —mencioné y sobrio

— Está bien, empecemos de nuevo  ¿Desayunaste Aranza? —pregunto

—Si Jasen, si desayuné —le dediqué una sonrisa —¿Tu, desayunaste?

— La verdad es que no, ni desayuné, estuve trabajando toda la noche —menciono y asentí.

Jasen me dejó en mi oficina, para luego dirigirse a la suya.

Mi mañana transcurrió ente reuniones y revisar informes hasta que Jasen entro a mi oficina.

—Debemos irnos recoja sus cosas Aranza —dijo y lo mire sin comprender, aún faltaba media jornada de trabajo

Cuando iba a preguntar el por qué y reclamar que él no me puede mandar de esa manera, los padres de Jasen entraron y nos miraron.

—Ahora sabemos que tienen en común ustedes dos —refuto la señora Erika —ambos no pueden de dejar de trabajar.

—Esta mañana le pedí a Jasen que no venga a trabajar y que lo mismo aplicaba para ti Aranza —dijo el padre de Ulises.

—¿Ustedes cuando piensan enfocarse en los preparativos de su boda? —cuestiono Erika y mire a Jasen —, se han apresurado por casarse y ni siquiera lo toman enserio.

—Señora Erika y Ulises, Jasen me menciono lo de no venir a trabajar pero tenía una reunión súper importante, sin embargo, ya estábamos por irnos, ¿no es asi amor? —pregunte mientras terminaba de guardar unos documentos en el portafolio.

—Si, he contactado a una asesora de bodas y tenemos la reunión dentro de una hora —dijo Jasen mirando su reloj

—Me estás mintiendo Jasen, soy tu madre y conozco cuando me mientes —dijo señalando a su hijo

—madre...

—No le está mintiendo, es cierto lo que dice Jasen, de hecho vamos pronto amor, la señora ya ha de estar próximo a llegar al lugar que hemos acordado —mencione encaminándome a la salida de mi oficina, y ellos caminaron detrás de mí.