— Bien clase, eso es todo por hoy. — dijo la profesora mientras agarraba su maletín para irse.
Yo también guardé mis cosas pero antes de ponerme mi mochila me aseguré de que todo estuviera en orden.
— Oye...
Escuché como alguien me hablaba. Es la misma chica de esta mañana ¿Que acaso no piensa dejarme tranquila?
— Perdón por lo que dije está mañana eh... — empezó a ponerse nerviosa — me refiero a lo de que... Emmm... Bueno lo de que si sigues así nunca tendrás amigos.
Yo sólo la ignore y seguí avanzando.
— ¡Espera! ¡No me ignores! — gritó llegando hasta mí. — en verdad me gustaría mucho poder ser tu amiga. Bueno no tienes que serlo ahora si tú no quieres pero...
Me detuve por un momento para poder hablarle de frente.
— Dime 5 razones por las que quieres ser mi amiga.
— ¿Eh? ¿Qué dices? Bueno... Emmm... Yo...
— Eso pensé.
Continué mi caminar mientras que ella se quedaba estancada ahí. Se equivoca si piensa que yo voy a caer en su juego.
Llegué nuevamente a donde estaba el semáforo. En la parada puedo observar al mismo chico de esta mañana, este al verme me sonríe.
«Es mejor que te rindas de una vez»
Los autos se detuvieron y pudimos pasar, él pasó antes que yo y se detuvo al haber cruzado la calle, yo quería que se fuera.
— Siento lo de esta mañana. No debí haberte presionado, debió haber sido algo frustrante para ti. — él empezó a caminar a un lado de mí con su bicicleta arrastrando.
Yo no tenía intenciones de hablar con él. Aunque tampoco me agradaba la idea de tratar mal a los demás, pero si no lo hago entonces ellos me tratarán mal a mi.
O son ellos, o yo.
— ¿Sobre que quería hablar el profesor Mateo contigo? — me detuve en ese momento, se me había olvidado que ese chico estaba en mi grupo. — oh, perdón si te pregunté algo que no debía... Yo...
— Soy Alice, me llamo Alice Jhonson Hunter.
El chico parecía sorprendido. No creyó que sería capaz de decirle mi nombre, aún así me sonrió.— Mucho gusto Alice. Ya te lo dije ayer pero me vuelvo a presentar, mi nombre es Blaze Sanders Collins.
Ignore su presentación y seguí caminando.
Esperaba que el chico se fuera pero no lo hacía, incluso ya habíamos llegado hasta el parque.
— ¿Me estás siguiendo? — hablé sin darle vueltas al asunto.
— ¿Qué? — empezó a reír — yo vivo por este rumbo, justo a una cuadra de aquí.
— Yo vivo a la vuelta de aquí, adiós.
— ¡Nos vemos! — se despidió de mí de una manera tan enérgica.
Seguí caminando sin voltear a ver hacia atrás.
Dónde viviera ese chico me venía dando igual.
Era rubio con ojos verdes, su cabello lo tenía un tanto despeinado, delgado con una forma simple, su rostro perfilado y completamente libre de acné o manchas, incluso parecía modelo, él debe ser de ese tipo de chicos que pasa horas mirándose al espejo sólo para cuidar su imagen, iugh. Es tal y como les gustaban a mis antiguas compañeras de clase.
Llegué a casa y me dirigí a la cocina. Busqué en los estantes algo para comer pero no había nada, todo estaba vacío. Tenía que salir a hacer las compras, tenía miedo de hacerlo. Siempre que lo hacía me arriesgaba mucho al peligro.
Quería llorar. Me sentía tan inútil, incluso para esto soy un desastre. La chica que atendía la tienda siempre me preguntaba por los rasguños que tenía en la cara, era desesperante que intentara indagar tanto. Aún uso algunas curitas en mi rostro debido a todo.
Escribí en una lista todo lo que compraría.
Suspiré, si las cosas las hacía corriendo seguro que llegaré lo más pronto posible a mi casa.
Eran las 16:30 pm. Los borrachos siempre se ponían en el parque a las 18:15 pm. Aún tenía tiempo para hacer las compras.
Corrí tanto como pude hasta que por fin logré llegar a la tienda. La chica que atendía la tienda se encontraba escuchando música con sus auriculares puestos, al escuchar la campana de la puerta abrirse volteó a verme. Me sentía incómoda.
— ¡Hey Alice! — gritó con la mano extendida. Yo sólo decidí ignorarla apresurando el paso.
Fuí al departamento de vegetales, de cereales, compre carne, leche y otras cosas más que pudieran hacer falta. Era hora de ir a pagar.
— ¿Cómo has estado? — Ignore a la chica, esta ya me estaba atendiendo. — ¿No piensas hablar? No me gusta verte con una mirada triste cada que vienes, me gustaría poder verte algún día con una sonrisa, así como lo hacías antes de entrar a esa patética escuela. Yo solo quiero ayudar...
— Gracias. — contesté agarrando mis compras.
La gente siempre es así. Cuando te pasan las cosas fingen preocupación pero cuando más los necesitas siempre se hacen los ocupados, son tan miserables.
— Jajaja sí, no puedo creer lo estúpida que es Amanda.
— A la próxima asegúrate de pegarle más fuerte, eso le enseñará a no meterse contigo.
Abrí mis ojos tanto como pude, apenas y pude reaccionar a tiempo, reconocería esas voces a dónde quiera que vaya, eran Jessica y Danna, miré a todos lados buscando un lugar para esconderme hasta que encontré un árbol.
Era algo bueno que el parque estuviera rodeado de estos.
Para mi mala suerte ellas se sentaron en un kiosko que estaba frente al árbol.
— Para el día de mañana se me ocurre ponerle polvos pica pica, nunca lo he intentado pero suena divertido. — Jessica hablaba muy divertida.
— ¡Ay si! También podemos meterle una rana en su mochila o una araña.
— Sería perfecto.
Ambas empezaron a reír, al parecer ya encontraron a alguien más que sería su víctima. Estaba aliviada por que ya no sería yo, mis piernas se empezaron a entumecer ¿Cuánto tiempo más tendré que esperar a que se vayan?
— ¿Y que me dices de Alice? ¿Deberíamos ir darle una visita? — Ella vive cerca de aquí y ya sabes que sus padres nunca están en casa.
— Hay no Jessica. ¿Recuerdas lo que nos pasó la última vez? Sus vecinos chismosos llamaron a la policía cuando escucharon los gritos de esa estúpida.
— Tch. Tienes razón. — Jessica miró su teléfono. — debemos irnos, ya es tarde y están por venir los borrachos asquerosos.
Ambas tomaron sus cosas y se fueron. Yo hice lo mismo, empecé a correr directo a mi casa pero en el camino hombres asquerosos me empezaron a chiflar. Incluso me decían palabras obscenas.
¿Por qué hacen eso? Ya ni siquiera me arreglo, ya ni siquiera me veo bonita.
Llegué a mi casa con pánico y dejé las compras sobre la mesa de la cocina. Subí a mi habitación y entonces sucedió. Las lágrimas han empezado a salir, es insoportable el tener que escuchar eso todos los días. Recordé esta mañana en el colegio, apenas es el segundo día de clases y ya he llorado frente a todos.
«Me pregunto que se sentirá tener un amigo, alguien que no te abandone en los momentos de dificultad»
Puse mi rostro sobre mis rodillas mientras las abrazaba. Sólo me tenía a mi misma y a nadie más.
Observé por la ventana. La luna se veía tan hermosa como siempre, procedí a mirarme al espejo como siempre. Mi cabello sin arreglar, mi cuerpo incluído mi rostro lleno de cicatrices, yo no me sentía bonita sin embargo ellas me dijeron que por serlo se dedicaban a molestarme.
«Luna, ¿A tí también te envidiarán por intentar brillar?»
«En verdad eres tan bonita»
~1 año atrás~Estoy muy emocionada, hoy será el día en el que empezaré un curso nuevo. Reviso mi mochila para ver que todo esté en orden.Libretas.Borradores.Lápices.Lapiceros.Calculadora.Sacapuntas.Creo que eso es todo, sonrió al ver todo en orden y una vez arreglado todo me pongo mi mochila. Me observo al espejo. Mi falda 4 dedos arriba de las rodillas esta completamente planchada, mi camisa adentro de está me sienta bien y mi cabello amarrado en una coleta alta es perfecto.Alegremente bajo las escaleras y me dirijo a la cocina para tomar el dinero que mis padres siempre me dejan en la mesa, asisto a una escuela femenina desde primer año gracias a una beca.Observo la cocina y por mi mente se me pasa una gran idea. Mis padres siempre están trabajando duro por mí así que decido prepararles el desayuno. Debido a que hoy es mi primer día en tercer año no me pude c
Tercer día de clases, hoy eh decidido no ir a la escuela debido al ridículo que pase ayer cuando lloré frente a todos. Incluso personas de otro grupo me vieron, sólo quiero desaparecer.Aunque decidí no ir tengo que hacerlo, hoy es el día de descanso de mi padre, él debe estar durmiendo en su habitación. Doy un suspiro y salgo de la cama directo a darme una ducha, al terminar me arreglo con mi uniforme y antes de irme me volteo a ver al espejo por última vez.Salgo de casa y camino normalmente hacía la escuela, los demás van llegando en compañía de sus padres o con amigos. No recuerdo cuándo fue qué empecé a envidiar la felicidad de los demás. Al llegar al salón observo a chicas platicando con algunos chicos, otras en el escritorio y algunos chicos hablando de fútbol.Algunos me observan y yo sólo bajo la cabeza, llego a mi asiento y pongo mis brazos en el pupitre conmigo acostada en ellos.— ¡Buenos días! — grita un chico entrando al salón, todos le devuelve
Quinto día de clases, observó el reloj atentamente mientras esté finalmente marca la hora de salida, él día anterior no llegué a la escuela, realmente no siento ganas de venir.— Oye Alice, debido a qué no has venido el día de ayer hablé con los demás y todos hemos acordado reunirnos mañana en él parque ¿Te parece bien? — Tamara ya tenía su maleta sobre su hombro esperando por mi respuesta.— No me lo tomes a mal pero, si les parece bien me gustaría hacer mi parte sóla, sólo dime lo qué tengo qué hacer — mi mirada se dirigía a la pared, no me gustaba ver a los demás directo a los ojos.— Él profesor Mateo ah dicho que tiene que ser trabajo en equipo, disculpa pero si no vas le tendré que decir al profe qué no quieres trabajar — caminó hasta la puerta del aula y se detuvo, dirigió su mirada hacía mí — Nos reuniremos a las 10:30 am.Al final terminé quedando sóla en él aula con pensamientos negativos inundando mi mente. No quiero trabajar en equ
Mamá duerme tranquilamente, luce cómo si no hubiese dormido en tanto tiempo, suspiró. Una chamarra y un pantalón algo grandes son los qué cubren mi cuerpo, los guantes me cubren mis manos.Con ésto mis moretones tal vez no se noten tanto, con mi rostro no puedo hacer nada, me puse mis curitas de siempre pero aún así se alcanzan a ver las demás heridas.En éste momento me encuentro caminando hacía el parque, estoy nerviosa, nunca eh trabajado en equipo, me detengo al escuchar mi teléfono vibrar.Jessica.No te olvides de ir a las 14:30 pm. Si no lo haces te seguiremos molestando, al verte con tu uniforme ya sabemos dónde estudias.Era verdad, ellas no sabían en qué colegio estudió, hasta el día de ayer, guardé mi teléfono debido a qué ya estaba llegando al parque, a la chica rubia le dije que no tenía teléfono.— ¡Alice! ¡Por aquí! — mi vista se posa en una chica energética.Es la rubia de ayer.— ¿Por qué usas chamarra? Hace mucho calor —
Lágrimas van rodando por las mejillas de una chica mientras se encontraba arriba de su cama con su rostro escondido entre sus rodillas. Los rayos del sol pegan en su habitación dando a entender que un nuevo día acaba de comenzar.El reloj marca las 7:30 am. Y la pobre chica llevaba 3 días sin ir a clases, él día de hoy era jueves y tampoco tenía ganas de ir, sí lo hacía sabía que era cómo si se metiera a la boca del lobo.Su teléfono no paraba de vibrar, Jessica llevaba días mandando mensajes de amenaza.«¿Hasta cuándo se va a detener?»Alice se preguntaba una y otra vez. Justo cuándo creía que podía extender sus alas y ser libre.— Hola Jessica — Alice cogió el teléfono y con voz temblorosa contestó.— Idiota ¿Quién te crees qué eres para faltar 3 días seguidos? ¿Sabes lo difícil que es encontrar a una chica que se deje molestar en éstos días? Escuché qué tienen un trabajo hoy qué deberán entregar además de qué también empiezan los exámenes ¿No?<
—¿Se puede saber que están haciendo detrás de la puerta? ¿Acaso no saben lo que es privacidad? —el profesor se paro frente a ellos, se mostró muy molesto con sus alumnos.—Vamos profe, no es cómo si estuviera haciendo algo malo —Susana hablaba mientras reía pero al ver que nadie más lo hizo decidió guardar silencio.—No es gracioso señorita Evans, no pueden estar aquí, por favor regresen a su salón, todavía les queda otra hora de clases antes de salir al descanso.—Tenemos la hora libre, la profesora acudió al hospital para hacerse un chequeo, nos comentó algo de que está embarazada —Contestó Alik mientras dirigía su vista hacía Alice.La chica se encontraba sentada en uno de los muebles con la mirada hacía abajo mientras movía sus manos nerviosamente. Su mirada estaba apagada.—Nos preocupamos por Alice, no es normal que una chica tan linda cómo ella descuide tanto su aspecto —Lena entro sin pedir permiso y se posicionó a un lado de Alice mientras toma
—Por favor perdóneme, juro que no me volveré a escapar cómo lo hice ayer —Se dirigió hacía el profesor de manera cabizbaja —Respecto al trabajo de equipo, lo haré sola y se lo entregaré el día de mañana aunque sea fin de semana.El profesor luego de escuchar a Alice lo analizó un rato y luego de procesar aquellas palabras le sonrió.—Tu trabajo será... Sonreír más, enséñale a aquellas personas que te han hecho daño que tu sonrisa aún no se ah desvanecido, mientras hagas tus tareas y te relaciones más con tus compañeros entonces está bien. Ahora ve a clases que hoy tienen exámen de matemáticas.Alice asintió y salió de la sala de profesores, aún conservaba su mirada hacía abajo, no se sentía del todo cómoda mirar a sus compañeros directamente a sus ojos, tenía sus dudas pero ya no eran tanto cómo antes.La clase prosiguió y el exámen pronto terminó, todos cruzaban los dedos con la esperanza de haber salido bien, Alice miraba sus manos nerviosamente, el descans
*Blaze*~Buenos días ¿Qué planes tienes para el día de hoy? ~Realmente nada.~¿Que te parece si salimos a dar un paseo? ~Está bien.~Perfecto, te veo en el parque a las 11:00 am. ~No respondí nada más, sólo observé la hora.10:20 am.No entiendo por que arruinar su fin de semana saliendo conmigo. Ni siquiera soy buena para sacar algún tema de conversación.Deslizó la puerta de mi armario y procedo a vestirme con lo primero que encuentro, unos pantalones algo grandes y una playera negra manga larga. Me miró hacía el espejo, las puntas de mi cabello ya están abiertas, hace tanto que no me peinó, el parche sigue cubriendo mi ojo derecho, esperó con ansias que ese moretón desaparezca.El parche lo tengo desde la escuela media, lo utilizo siempre que me dejan morado el ojo.—¿Hasta cuándo tendré que seguir así?***11:10 am.Miró hacía todos lados, no lo encuentro. Quizás fue una mala idea el venir, después