Ana Marie había tropezado contra August, el vio a James acercarse a Marie, y sintió molestia, ese James quiere a cada mujer bella, que le sucede.

Sintió algo como celos, pero no era posible, como sentir celos de alguien que no conoces, no es nada tuyo.

Él decidió caminar por el pueblo, saludaba a las personas, escuchaba quejas y felicitaciones.

Se detuvo en un puesto, pues hasta el llegó el aroma de la manzanilla, lo hizo recordar a Vayolet, estaba comprando un ramo, para ponerlo en su habitación, cuando sintió que alguien golpeó contra el, al girarse se sorprendió, era la joven Marie, ella se cubrió la nariz, mierda! Pensó August, se va a hinchar, o sangrar.

-Disculpe señorita Marie.

-No fue su culpa su Majestad yo venía distraída, pero usted es un muro, me dolió la nariz, no se rompería?

August la tomó del rostro, y reviso su nariz, Marie lo veía a los ojos, tan cerca, su August, el era tan hermoso, anhelaba probar sus besos, sentía su cuerpo hervir.

-Parece que vivirá!

Marie, sonri