Al llegar al despacho Jason cerró la puerta, Alisson se veía furiosa, Jason la había extrañado por los días que no la había visto.

Jason la abrazo a el, y después levantó su barbilla.

-No hermosa esposa, te extrañé, y creo que debo darle algún castigo por dejarme sólo.

Jason comenzó a besarla, y a acariciar su cuerpo, el amaba cada rincón de ella, ella reaccionó ante sus caricias, el la sentó en el escritorio, y levantó la falda de su vestido, quito su ropa interior, y comenzó a besar su punto de feminidad, a darle placer con su boca, Alisson estaba tan perdida en el, en ese maravilloso placer que le daba su esposo, Jason era el mejor amante, su marido la hacía estallar una y otra vez en el placer.

Cuando Jason sintió sus jugos derramarse en sus labios, su maravillosa forma de expresar que había llegado a su punto máximo, el se colocó frente a ella, la levantó del escritorio, desabotono, su corsé, dejando sus pechos al descubierto, el acariciaba, besaba y mordía, sus enormes cimas, s