[SEBASTIEN]
Creo que jamás había estado tan nerviosos como lo estoy en este instante. Muevo mi pie sin parar contra el suelo y miro el bendito reloj que parece no mover esas agujas. Hace más de veinticinco minutos que está dentro del baño y si no sale pronto a mi me dará un ataque. Muero por saber si seremos padres nuevamente o no. Me pongo de pie y voy hacia la puerta del baño. Golpeo delicadamente —Cariño, dime algo por favor.— Le pido, pero no contesta.
Intento escuchar y me parece que está llorando. Sin pensarlo dos veces, abro la puerta y entro. No entiendo nada; esta sentada en el suelo y llorando como si algo malo hubiese ocurrido. —Amor, ¿Qué sucede? — Pregunto demasiado preocupado mientras me arrodillo frente a ella. No me dice nada, solo sigue llorando y no soporto verla así. Me duele… Miro a mi alrededor intentando buscar respues
[ZAMIRA]Debería de estar feliz con este embarazo, tendría que estar muriéndome de amor con él mientras caminamos por las calles y le veo señalar una tienda con cosas para bebés hechas a mano, pero la verdad es que el miedo me gana.—Cariño, ¿te sientes bien?— Me pregunta al darse cuenta de que no respondo.—¿Podemos sentarnos a tomar algo?— Le pregunto y él asiente.—Lo que tú quieras amor. — Dice con una gran sonrisa y caminamos hacia el café que vimos hace un momento.Nos sentamos en una de las acogedoras mesas que hay ubicadas sobre la vereda, y él con su poco italiano le pide un café para él, un té para mí, y dos trozos de tarta de chocolate —¿Me dirás porque tan callada?— Pregunta finalmente.—Es que debería estar feliz por este embarazo, pe
[SEBASTIEN]La veo sonreír nuevamente y respiro aliviado. Esa conversación nos ha venido muy bien, he podido comprender porque había reaccionado así esta mañana cuando nos enteramos del embarazo. Si hay alguien de los dos que la ha tenido difícil aquí, es ella. Me basta recordar lo que leí en las cartas que me entrego en mi cumpleaños para ponerme un instante en su lugar y comprenderla. De todas maneras, el entenderla no quitaba que tuviera pánico de que no quisiera tener al bebé. Sé que ella no lo haría, pero verla triste durante todo el embarazo no era algo para lo que estuviese preparado.—Cuidado con el escalón. — Le digo cuando vamos entrando a la galería de arte que encontramos en nuestro paseo.Me mira como preguntándome "¿en serio?" y ríe —No soy de cristal ¿eh.?— Me advierte divertida.
[ZAMIRA]Apenas entramos a la habitación prácticamente me dejo caer en la cama y disfruto del placer que siento al sentir como mis piernas se relajan. Hemos caminado demasiado, pero la hemos pasado increíble.De repente, lo siento a él quitándome los zapatos y debo levantarme un poco para poder verlo —Amor, ¿Qué haces?— Pregunto intentando no reír.—Nada, solo te quito los zapatos para que estés más cómoda. — Explica con una pícara sonrisa.—Me haría muy bien meterme en la bañera contigo. — Propongo y creo que mi idea le ha gustado más.—Ya mismo la pongo a llenar.— Responde luego de dejar mis zapatos en el suelo.Cuando lo veo entrar al baño, aprovecho y me levanto de la cama para quitarme la ropa. La dejo caer al suelo y una vez que solo he quedado en ropa interior
Junio 14Giro en la cama intentando terminar de despertarme, pero no la encuentro a mi lado en la cama. Abro los ojos y la busco por la habitación hasta que la veo parada contra la barandilla en el balcón. Tiene tan solo mi camiseta puesta, y debo admitir que la vista es espectacular...Me levanto de la cama, busco mi bóxer y un pantalón corto y me los coloco.—Buenos días, amor. — Digo al salir al balcón, ella voltea a mirarme, y luce cansada...—Buenos días. — Me saluda y le doy un corto beso.Me quedo a su lado y la miro detenidamente. — ¿Qué sucede? — Pregunto confundido.—No he dormido muy bien, estoy despierta desde las cinco de la mañana. — Se explica.—¿Te sientes mal?— Pregunto preocupado y la abrazo desde atrás.—He esta
[ZAMIRA]Junio 15, 2018Se nos ha acabado la miniluna de miel adelantada que tuvimos, y a pesar de que deseaba seguir disfrutando de él, ya extrañaba demasiado a mis hijos. —De regreso a la realidad. — Me dice el antes de entrar a casa de sus padres.—Lo sé, pero tú tienes que seguir con tu carrera y yo debo regresar a Madrid a manejar la empresa. — Explico.—¿El guardaespaldas estará allí mañana?— Insiste y es la tercera vez que me lo pregunta hoy.—Que si amor...— Le repito.—Siento ser insoportable con el tema, pero muero si te sucede algo a ti, al bebé o a nuestros hijos...— Explica preocupado y me da un beso de esos que me quitan el aliento.—Entremos mejor, que tenemos que anunciar que la boda será en exactamente un mes. — Propongo y allí est&
[SEBASTIEN]Mi familia claramente se ha puesto demasiado feliz con la noticia de que Zami y yo seremos padres nuevamente, e incluso nuestra hija está feliz con la noticia de que tendrá un hermano más. Ha abrazado a su madre tan fuerte, que prácticamente la ha dejado sin aire. La escena de madre e hija que he presenciado hace un instante en el salón, ha sido una de las más bonitas que pude imaginarme jamás. Creo que mi futura esposa se siente mucho mejor al saber que nuestra hija está feliz con la noticia; es como si ya no sintiese culpa de que tendremos otro hijo.Me quito la camiseta, los zapatos, las medias y el pantalón, y me meto en la cama para esperarla a que termine de dormir a Nico. A los pocos minutos, la puerta de la habitación se abre y entra ella con una enorme sonrisa plasmada en su rostro. —Se te ve feliz. — Comento mientras observo como comienza a desvestirse frente a m&iac
[ZAMIRA]2 días después: junio 18MadridSon momentos como este en los que detesto la cláusula del testamento de mi padre. Nuevamente lejos. Él en su torneo, y yo aquí en esta oficina deseando haberlo podido acompañar y verlo jugar. Leo uno por unos los correos electrónicos que he recibido durante mi ausencia, y los voy respondiendo según corresponde.Estoy muy concentrada en mi tarea, cuando alguien golpea la puerta. —¡Adelante!— Digo alto para que me escuche.Mi secretaria, Diana entra y se para delante de mi escritorio. —Señora Castelo, Iván de la agencia de seguridad está aquí. — Me deja saber.—Dile que entre por favor. — Le pido y ella de inmediato va por él.A los pocos minutos, ella regresa y al entrar está acompañada por tres
[SEBASTIEN]Al día siguiente: 23 de junio—¡Papi!— Exclama mi hija al verme entrar a la casa y se echa a correr hacia mí para prácticamente colgarse de mí en un abrazo.—¡Mi niña! Como te he echado de menos. — Le digo sosteniéndola en el aire con sus piernas enredadas en mí y la abrazo con más fuerza.—Y yo a ti.— Dice feliz y comienza a llenarme de besos en la cara haciéndome reír.—¿Qué es lo que me pedirás?— Pregunto sospechando de su actitud tan cariñosa y ella ríe.—¿Cómo sabes que quiero pedirte algo?— Cuestiona sorprendida mientras que de a poco sus pies vuelven a tocar el suelo.—Solo lo sé. — Respondo entre risas y acomodo su largo cabello prácticamente rubio que se ha deso