[ZAMIRA]
Mis manos jamás me habían temblado tanto al abrir un sobre. Desdoblo la hoja de papel blanco que hay dentro y mis ojos se cristalizan impidiéndome leer la letra de mi padre. «Por favor... que sea lo que tanto he esperado» esa es mi suplica. Respiro profundo e intento tranquilizarme y comienzo a leer.
"Hija,
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[SEBASTIEN]Es esta sensación de sentir sus labios sobre los míos lo que me está consumiendo lentamente. Mi mano instintivamente va hasta su cintura y la acerca más a mi cuerpo. La he besado tanto en mis sueños, en mis recuerdos, pero esto es de verdad. Estoy sintiendo una vez más la huella de sus labios sobre los míos y quisiera que el universo se detuviera en este instante y que nos olvidemos de absolutamente todo lo que nos separa. Mi lengua me exige reencontrarse con su boca y sin hacerle caso a mi conciencia hago lo que me pide. Su acceso es permitido y mi boca también le da acceso a su lengua, es un
[ZAMIRA]Al día siguienteSi pudiera explicar la manera en la que late mi corazón, la describiría como el de un conejo. Según mi esposo o exesposo, o lo que sea en estos momentos, su corazón late muchísimo más rápido que el de un humano. Así le pasa al mío al verme de pie frente al internado donde está mi hija.
[SEBASTIEN]Camino de un lado a otro de esta oficina y no puedo dejar de repasar la imagen de mi hija en mi mente. Es preciosa, es igual a ella solo que con mi color de cabello. En mi mente creí estar preparado para este momento, pero al verla y sentir que todo esto es tan pero tan real me ha llevado al borde de un ataque de pánico.
[ZAMIRA]Sé que Sebastien tiene razón, sé que debo ser paciente y darle la oportunidad a nuestra hija de que nos conozca y que nosotros la conozcamos a ella. —Golpeo a tu puerta en un par de horas para ir por ella.— Me dice él antes de que entre a mi cuarto de hotel con Nico. ——Vale.— Es lo único que puedo responderle y entro a la habitación.
[SEBASTIEN]Debería estar saltando de alegría, después de todo, estamos por ir a cenar con nuestra hija, pero su rostro refleja preocupación. —Zami, ¿Qué te sucede? ¿Es miedo a que nuestra hija no quiera ir con nosotros? — Le pregunto mientras esperamos a Rocío en la recepción del internado. [SEBASTIEN]Estamos sentados en una mesa alejada de toda la gente por nuestro propio pedido en este lujoso restaurante, y observamos los menús en completo silencio y no sé si es porque intentamos decidir que pedir, o es porque no sabemos de qué hablar muy bien. [ZAMIRA]Dos días despuésSupongo que Rocío y Sebastien deben de estar llegando a Málaga en este mismo instante, y también tengo la sensación de que a Sebastien le ira mucho mejor que a mí. Según lo que me ha contado, la &u22. "Cena Familiar"
23. Tener Que Huir
No le he dicho nada a mi familia de que estaba regresando a casa, en realidad la única que sabe es Carina, pero ha guardado silencio.—¿Esta es tu casa?— Me pregunta mi hija cuando el taxi nos deja en la entrada.—De tus abuelos, pero yo vivo aquí con ellos cuando estoy en Málaga.— Explico y ella me mira entrecerrando sus ojos.