[SEBASTIEN]
Debería estar saltando de alegría, después de todo, estamos por ir a cenar con nuestra hija, pero su rostro refleja preocupación. —Zami, ¿Qué te sucede? ¿Es miedo a que nuestra hija no quiera ir con nosotros? — Le pregunto mientras esperamos a Rocío en la recepción del internado.
[SEBASTIEN]Estamos sentados en una mesa alejada de toda la gente por nuestro propio pedido en este lujoso restaurante, y observamos los menús en completo silencio y no sé si es porque intentamos decidir que pedir, o es porque no sabemos de qué hablar muy bien. [ZAMIRA]Dos días despuésSupongo que Rocío y Sebastien deben de estar llegando a Málaga en este mismo instante, y también tengo la sensación de que a Sebastien le ira mucho mejor que a mí. Según lo que me ha contado, la &u23. Tener Que Huir
No le he dicho nada a mi familia de que estaba regresando a casa, en realidad la única que sabe es Carina, pero ha guardado silencio.—¿Esta es tu casa?— Me pregunta mi hija cuando el taxi nos deja en la entrada.—De tus abuelos, pero yo vivo aquí con ellos cuando estoy en Málaga.— Explico y ella me mira entrecerrando sus ojos.
[ZAMIRA]La mirada de rabia de Sebastien sobre mi me intimida, hace que los morados de mi rostro sean más profundos y que sienta vergüenza. Me siento en el sofá frente al que él se ha sentado y muevo mi cabello intentando cubrir los rastros que ha dejado la discusión con Iker. No quiero pensar como se verán en unos días... [ZAMIRA]Después de acostar a Nico en su cuna y que se quedara completamente dormido, me acuesto en la cama de esta casa que tantos recuerdos me trae y me meto entre las sabanas. Doy vueltas en la cama intentando conciliar el sueño, pero cada vez que mi rostro pega con la almohada de una manera más fuerte de lo normal, el dolor me invade recordándome lo sucedido. Mi mente en un caos, pero solo hay una cosa que tengo clara; quiero divorciarme de Iker. De a poco el sueño me va ganando y es ahí26. Aunque el Tiempo Haya Pasado
[ZAMIRA]El vestido de algodón color blanco, ha sido la única prenda que me ha quedado lo suficientemente apta para salir a la calle. El maquillaje que ha quedado en mi bolso me ayuda a cubrir lo hematomas de mi rostro, y quizás pueda pedirle a mi hija que me acompañe de compras esta tarde, ya que me quedare aquí unos días y necesitare ropa.
[SEBASTIEN]Horas despuésMe miro en el espejo una última vez y con mis dedos ordeno mi desordenado cabello. Estoy igual de nervioso que aquella primera vez que le pedí que saliéramos juntos por un helado cuando apenas teníamos un poco más de catorce a&ntild
[ZAMIRA]Observo la fachada del restaurante y no puedo creer donde me ha traído. Los recuerdos de aquellos dos adolecentes observando el lugar y diciendo que algún día vendrían juntos aquí vienen a mi mente.—Nuestro restaurante. — Comento con una