Punto de vista de Bruno

Por más que lo pienso, no logro encontrar una explicación lógica que justifique lo que Lena hizo. Jamás llegué a imaginar que su relación con Castañeda podía ser tan estrecha como para hacerla ir a su casa, ¿es posible que fue allí donde estuvo toda la noche?

No, no y no. Me rehúso a caer en este juego perverso de mi mente otra vez. Lena cambió, ella no es ni la sombra de la persona que conocí hace unos años atrás, y por ende, estoy seguro que jamás me traicionaría, no otra vez.

Es por esto que al llegar a la estación, la acompaño hacia el salón de interrogatorio, pero para mi sorpresa no me dejan entrar. Miro a Lena desconcertado, como esperando a que haga algo para que lo permitan, pero en cambio no hace nada.

–Espérame aquí, ¿vale? Tranquilo –dice Lena al mismo tiempo que me da un beso en la mejilla.

Quisiera decir que esto es suficiente para tranquilizarme, pero no, no lo es. Algo está pasando, están queriendo involucrarme a mí y a Lena en esto, siendo que