Cansada de sobre pensar, como siempre, respecto a la rutina de su miserable vida, Emily terminó agarrando su bolso, y haciendo lo que solía hacer para evadir sus sentimientos.
Se puso el primer vestido que encontró, y sin siquiera peinarse se subió al auto y fijó rumbo al centro comercial. Primero compró nuevas prendas, cada una más cara que la anterior. Luego pasó por el spa y pagó por un masaje de cuerpo entero, que no tuvo mucho efecto en ella, ya que salió de allí con el mismo estrés con el que había llegado. Cuando iba pasando frente a su tienda de ropa interior favorita, notó que había en exposición una nueva colección de sujetadores, y decidió entrar a echar un vistazo.¿Trabajas aquí? le preguntó a la única chica que se encontraba dentro de la tienda.No. respondió inmediatamente. Pero si quieres, puedo ayudarte. Mi mamá es la dueña, así que estoy familiarizada con todos los productos que tienen en venta. ¿Estás buscando algo en particular?No. dijo Emily. Solo intento gastar el dinero de mis padres.La chica sonrió y se presentó diciendo:Me llamo Nina. Yo soy Emily. respondió. Si no trabajas aquí, ¿a qué te dedicas?Estoy en primer año de diseño, voy a la universidad. respondió Nina mientras le mostraba varios juegos de ropa interior, pero ninguno llamaba su atención. Creo que mejor me voy. dijo Emily. No hay nada aquí que me guste de todos modos.¡Espera! dijo Nina sujetándola. Aun queda algo. Además, no me has dicho a qué te dedicas tú.Me dedico a gastar el dinero de mis padres. dijo Emily. Pero eso ya te lo había dicho antes.Nina sonrió y la llevó hasta la última percha para mostrarle un hermoso juego de lencería rojo.Lo había ocultado para mí. Mi madre no quiere que salga con chicos, así que no me deja comprar nada de lencería. Ven, te llevaré hasta el probador para que veas como te queda.Mientras la seguía, Emily le dijo:Tu madre está loca si cree que no usar lencería evitará que salgas con algún chico. dijo Emily riendo, por primera vez en mucho tiempo.Sí tan solo supiera que no me interesa verme con ningún hombre. le dijo Nina con picardía mientras abría la puerta del probador para que Emily entrara.¡Qué te interesa? preguntó Emily mientras se desnudaba.Las chicas. respondió rápidamente.Emily quedó completamente anonadada, y sin saber qué hacer, cubrió sus senos con el vestido que recién se había quitado.¿Por qué sientes vergüenza de repente? le preguntó Nina a pesar de saber la respuesta. Solo porque me gusten las chicas no significa que me gusten todas, ¿acaso a ti te gustan todos los hombres del mundo? ¡A mí no me gustan los hombres! exclamó Emily sin pensar, y, arrepintiéndose inmediatamente de lo que había dicho, intentó solucionarlo. Quise decir, que tengo novio, solo me gusta mi novio.Emily estaba nerviosa, y Nina lo sabía, así que aprovechó la oportunidad y se acercó aún más a ella.¿Cómo es tu novio? le preguntó.Es muy guapo, y listo. dijo Emily casi que temblando al sentir que Nina la rozaba.Seguro que se aman. dijo Nina mientras la rodeaba con sus manos por la cintura. Yo nunca he amado a nadie, soy más de ir a por lo que quiero y luego dejarlo. ¿Y por qué dejas ir lo que quieres? le preguntó Emily, tratando de disimular sus evidentes nervios.Porque con las relaciones muere la espontaneidad de los primeros, más allá de eso solo hay problemas y ataduras, y a mí me gusta ser libre. respondió Nina acercándose aún más a Emily, quien ya había chocado con la pared dando pasos hacia atrás.¿Los primeros? preguntó nuevamente Emily.Si. afirmó Nina. las primeras caricias, los primeros besos, los primeros polvos.Con cada palabra de Nina, la piel de Emily se ponía cada vez más de gallina. Intentó recordar la última vez que sintió algo parecido al tener a Tom así de cerca, pero no pudo, así que, levantó la vista del suelo y miró a Nina directo a los ojos, esperando a su siguiente movimiento. Nunca podría ofrecerte algo como lo que tienes con ese novio tan guapo y tan listo. dijo Nina mientras subía su mano para acariciarle el rostro. Pero si puedo ofrecerte, un primero.¿Un primer qué? preguntó Emily, tan nerviosa que comenzaba a sudar.Un primer orgasmo. respondió Nina, e inmediatamente después de decirlo, con la mano que había subido le aguantó la cara y se acercó a ella lo suficiente como para que pudiera sentir su respiración en el cuello, mientras, con la otra mano, buscaba su sexo.Emily ni siquiera se movió, o luchó por detenerla. En lugar de eso, cerró los ojos y se dejó llevar por el momento. Nina ni siquiera besó sus labios, pero eso no impidió que Emily se corriera descomunalmente con solo sentir sus dedos dentro de ella.Nina lo notó, y se detuvo para decirle:¿Ves? Este es la clase de primeros que te pierdes por estar en una relación, sin importar cuan listo y guapo sea tu novio.Emily no tenía fuerzas para responderle, tampoco tenía argumentos para discutir su lógica, pues en 10 años de relación con Tom, jamás había tenido un orgasmo como ese.Ya que no dices nada, mejor me voy. dijo Nina. Tengo que regresar a la escuela.¿Volveremos a vernos? preguntó Emily inmediatamente. Claro que sí. respondió Nina. Aún nos quedan muchos primeros que tachar de la lista.Emily se quedó en el probador por unos minutos, intentado recuperar la compostura. Finalmente, se puso su vestido de vuelta, y recogió del suelo el juego de lencería rojo. Ni siquiera se miró en el espejo antes de salir, se sentía radiante y relajada, como hace mucho tiempo no lo hacía. Caminó hasta el mostrador, y se encontró con la dependiente, que ya había regresado. Pagó por lo que compró y regresó a casa a reencontrarse con la misma monotonía de siempre.¿Dónde estabas? le preguntó Tom, que había regresado tempano.Dónde siempre. respondió ella. ¿Quieres ver una peli, o salir a comer? preguntó nuevamente el chico.No. dijo ella. Estoy agotada, hoy ha sido un día extremadamente largo. tras decir esto, subió por las escaleras hasta su recámara, se quitó el vestido, el cual, por alguna razón, aun olía como Nina y se metió a la bañera.Emily pasó varias horas en la bañera; sabía que Tom la esperaba en el cuarto, pero no tenía ganas de hablar con él. Finalmente, se decidió a salir, secó su cuerpo y se acostó en la cama sin decir ni una sola palabra.¿Qué te ocurre? le preguntó Tom preocupado. ¿Estás actuando más rara que de costumbre?Esta pregunta ni siquiera la sorprendió. Ciertamente Tom la conocía mejor que nadie, era obvio que notaría que había algo raro con ella. Pero estaba cansada, no físicamente, si no de su vida, y también de él y de su vida con él. El problema no era solo ella. Pero, en lugar de decirle todo lo que pasaba por su mente en ese segundo, decidió responder, como lo hacía siempre:No pasa nada. Solo estoy agotada.Si tú lo dices, entonces te creo. respondió Tom. No te preocupes, te dejaré descansar. Ya que no tengo nada de sueño, llamaré a los chicos y quedaré con ellos para tomar unas cervezas. ¡Nos vemos luego! dijo y la besó en la frente para despedirse.Emily se sintió feliz al escuchar que se iba. Tenía ganas de estar sola, y así poder pensar con claridad sobre lo que había ocurrido unas horas antes en la tienda. Se puso de pie, y se sentó frente al espejo. Acarició su largo cabello rojo y luego miró fijamente su reflejo, con la esperanza de encontrar en sus azules ojos, un trozo de su alma. ¡Tengo que cambiar mi vida! dijo en alta voz. Sus siguientes pasos no fueron guiados por su cerebro, mucho menos por su conciencia. A día de hoy, ni siquiera recuerda el momento en que tomó las tijeras en la mano. Tomó su cabello en su mano libre, y lo colocó entre las tijeras para cortarlo, pero no pudo.No es esto lo que necesito. se dijo a sí misma, dejando caer las tijeras en el suelo.Unos segundos después, tomó su teléfono celular, y llamó a su madre para decirle:
Mueve tus hilos madre, quiero ir a la universidad.La madre, feliz, le preguntó a qué se debía ese cambio tan repentino, pero ella solo respondió:Necesito respirar.Hope Evans había vivido dentro de una burbuja la mayor parte de su vida. Su madre murió el día de su nacimiento, y a partir de ahí, su padre sobreprotector tomó las riendas de su destino.Gerald Evans, más conocido por todos en el pueblo como: Sr. Evans, mantenía a la chica vigilada las 24 horas del día. La joven contaba con un horario tan ajustado y con un personal altamente calificado a su alrededor, dignos de una princesa; sobrenombre con el cual era conocida en los alrededores.Por las mañanas recibía clases de sus profesores privados en un salón que su propio padre había mandado a construir para ella, dentro de los límites de su propiedad. En las tardes, según el día de la semana, recibía clases de ballet, gimnasia, esgrima y defensa personal. Y, cada noche, justo a las 8 en punto, cenaba con su padre, quien la sorprendía siempre con un nuevo ob
Supongo que jamás te has subido al auto de un desconocido. le dijo Andy en tono juguetón, al llegar al estacionamiento.Ni siquiera me había subido a un taxi antes del día de hoy. dijo ella siguiéndole la corriente.¡Wow! exclamó Andy. Justo cuando no pensé que podías sorprenderme más.Mi madre murió al darme a luz. dijo Hope mientras se ponía el cinturón de seguridad. Ella era el amor de la vida de mi padre, así que él buscó la forma de culparse a sí mismo por lo que había pasado. Mi crianza ha sido el resultado de esa culpa, educada en casa, sin amigos y sin personas cercanas a mí que pudiesen hacerme daño. Ni siquiera mis hermanas venían a visitarme, supongo que están celosas de la atención de mi padre, y aunque él las ame, siempre ha marcado la diferencia conmigo.<
-Un día más, un día menos... Un día más, un día menos. - Repetía Isla una y otra vez dentro de su cabeza. Solo tenía que sobrevivir una semana más dentro de su peor pesadilla, y sería libre. O al menos, eso pensaba.Inmediatamente después de la preparatoria decidió trabajar para reunir el resto del dinero que necesitaba para pagar la mitad de su beca universitaria. Las condiciones de trabajo eran buenas, y la paga más que suficiente, por lo que, la chica jamás hubiese sido capaz de imaginar, que, el gesto que una vez aceptó con tanta alegría, terminaría cambiándola para siempre.El Sr Anderson era el cliente perfecto; adinerado, discreto y daba las mejores propinas. Solía frecuentar el bar del Sr Brown, el padre de Isla, siempre con una chica joven y hermosa tomada del brazo. A pesar de su popularidad entre las jóvenes del &aacut
Dieciocho años, parece mucho, pero es en realidad muy poco. A penas con 18 años Isla tuvo que comenzar a tomar decisiones de gran responsabilidad. Decisiones que la marcaron para siempre.Levántate y lávate. le ordenó desde su silla el Sr Anderson. Utiliza mi baño, nadie puede verte así. Después puedes tomarte el resto de la tarde libre, no voy a necesitar más de ti.Isla, que aún permanecía de rodillas en el suelo, se puso de pie y caminó hasta el baño del despacho. Cerró la puerta del baño a sus espaldas como si al hacerlo desapareciera todo lo que había dejado detrás; el despacho, las oficinas, el Sr Anderson. Trató de calmarse, y contener el llanto. Pero al mirarse al espejo, se vino abajo.Abrió la llave del lavamanos y mojó su rostro, y lo restregó con fuerza. Sin embargo, aún se sentí
¿Estás molesta conmigo? le preguntó Ava a su amiga mientras bajaba su equipaje del tren.No. respondió fríamente Stacy. Simplemente no tenía muchas ganas de hablar.Cuando se bajaron del tren, se encontraron con la madre de Stacy, saludándolas desde lo lejos.Tu madre me pidió que te diera un aventón. dijo mirando a Ava. Suban chicas, que no tengo todo el día.Stacy no reaccionó bien ante esta noticia, era como si quisiese perder a su amiga de vista, y Ava lo había notado.¿En serio vas a insistir con que no estás molesta conmigo? preguntó Ava.Ya te dije que no lo estoy. afirmó Stacy mientras cerraba la puerta de un tirón.¡Vamos Stacy! No me mientas mirándome a los ojos. Te conozco desde que tengo memoria, sé muy bien cuándo te pasa algo, y conozco perfectamente
Solo unos días después de levantar el teléfono para decirle a su madre que quería irse a la universidad, la señora Smith le devolvió la llamada.Todo está ajustado Emily. dijo su madre. Dentro de unas semanas te unes al programa de otoño de primer año de derecho de la Universidad de Roswood.Gracias por la ayuda madre. dijo la chica. Pero, ¿de dónde sacaste la idea de que quería estudiar derecho?Tener un abogado en la familia nunca viene mal. respondió la madre.Tú y papa son abogados. replicó Emily.Si tener uno es bueno, tener 3 es mucho mejor. respondió la señora Smith.Karen. exclamó Emily molesta. Llama a quien tengas que llamar, y diles que no pienso estudiar derecho. Si no quieres que me arrepienta de matricular en la universidad, más te vale que sea en algo que me interese, como literatura o historia del arte.¡Te he pedido mil veces que me llames madre, no Karen! dijo la madre molesta.Yo t
Elegir una carrera universitaria era algo en lo que Hope jamás había pensado, y de repente tenía que tomar esa importante decisión, sin ayuda de nadie.¿Puedo pensarlo un poco? Dame, aunque sea un día. pidió la chica.No tenemos un día. respondió su padre. El próximo semestre comienza dentro de una semana, si no lo llamamos de vuelta hoy, la matricula cerrará, y tendrás que esperar hasta el semestre de primavera.No quiero tener que esperar hasta la primavera. dijo Hope. Daré una vuelta por el parque del hospital y regresaré aquí con la decisión tomada.Está bien mi niña. dijo su padre. Elige con cuidado.Hope abandonó la habitación de su padre emocionada, y desconcertada a la vez. Caminó hasta el parque y en silencio meditó, sentada en el último de los
Durante el tiempo restante que tuvo que trabajar en la empresa del señor Anderson, Isla subió cada día a la oficina como alma en pena. Se sentaba en su escritorio y bajaba la cabeza, con la esperanza de que nadie le dirigiera la palabra.¿Te sucede algo? le preguntó Amara en varias ocasiones al llegar y verla en esa condición.Solo estoy cansada. respondía Isla. He estado durmiendo mal.–El señor Anderson me comentó que nos daría una sorpresa. le dijo Amara en tono bajo para que nadie la escuchara, pero emocionada a la vez. Creo que tiene que ver con tu despedida, ya que dentro de muy poco te iras. ¡No tienes idea de cuánto te voy a extrañar!Al escuchar el nombre Sr Anderson, Isla comenzó a temblar, a pesar de saber que inevitablemente sus caminos se cruzarían, nunca estaba lista para a verlo.¿En serio no te pas