Voy a hacer el procedimiento- No tuve más que dejarla ir, si ella quería hacer eso, pues no soy quien para decirle que no lo haga. La chica se levantó a duras penas al pararse se tambalea un poco Pero afortunadamente se sostuvo de una mesa, volteo su rostro y me miró, su mirada estaba vacía y llena de resentimientos además ella sabía que esa era la mejor decisión para su vida y más porque el padre de su hijo lo trato de asesinar, camino hasta la puerta y sin volver a mirarme salio. Solte un suspiro de impotencia no podia hacer nada. Recogí mi cabello ya que estaba un poco despeinado, acomode mi vestido y salí por la puerta, en cuanto salgo no vi a la chica al parecer se ha ido, pobrecita en estos momentos debe estar de malas. No voy a hablar con Deivis de dicho tema, ellos son adultos y se sabrán entender, estaba muy preocupada por mi hijo, en estos momentos debe estar montando a caballo, Alan me ha dejado muy impresionado, jamás pensé que mi hijo fuera tan confiado.La sirvienta me
Coral.Desperté de aquel sueño atrófico, lo primero que ví, fue a mi bebé a mi lado y eso me llenó de alegría. Me levanté de la cama y miré a Deivis sentado en una silla y en sus manos tenía una pistola.¿Qué es eso?.Me coloque enfrente de él, se veía tan bonito dormido pero lo único raro era su arma. ¿Será que estaba vigilando para que no escapara?. No lo quiero ni despertar, que se quede allí dormido, se ve mejor. Abrí la puerta con mucho cuidado y salí, baje las escaleras y escuche la olla a presión , la sirvienta está cocinando, por cierto huele muy bien. Me acerqué a ella y le dije que si la podía ayudar lo cual asintió. Me dijo que me encargara de revolver los huevos. -Señora, ¿escuchó los disparos de anoche?-Me pregunta ella con los ojos abiertos. -No, no los escuche ¿Pasó algo?. -Si. Lo que pasa es que la señora Dani ayer fue asesinada.¡ Dios mío, bendito!.-¿Qué?-Arroje la cuchara hacia el piso. -Si, ella ayer fue asesinada-No puedo creer eso. En el momento que estamos
-Alan son las palabras exactas que esperé durante mucho tiempo. -No te entiendo-Dijo Alan con cierta curiosidad. No sabía qué hacer, en ese momento estábamos con el tiro a la boca, o más bien al filo del cañón. Ya era tarde, de igual manera él se iba a dar cuenta, tarde o temprano.-Yo soy tu verdadero padre-dijo Deivis con tranquilidad.-¿Mi papá?. No pensé que él se enteraría de esa manera tan simple. -Mamá eso es verdad lo que dice el amigo?. Asentí ya vencida, no iba hacer nada al respecto, el merece la verdad.-Entonces tu eres mi papi-Ahora vamos a ver con que nos sale Alan. -Si, soy tu papá-En el momento menos esperado Alan se lanzó contra los brazos de Deivis y lo abrazó. -Papi, papi-Repetía una y otra vez. Solté un suspiro y mire para el cielo, ahora estoy perdiendo la batalla, de momento me empecé a sentir mareada, oh, qué es esto Dios mío. Me agarré de la señora Diana para no caer, ella pegó un grito y de inmediato llamó a Deivis. -¡Señor!-Cerré mis ojos debido al mare
-No esperaba eso de ti. -Deivis ya deja de ser tan intenso, más bien hazte la idea de que no existo.-No puedo con eso, es como si muriera. -¿Acaso has muerto alguna vez? lo hiciste cuando no estaba a tu lado. ¿Moriste?-Reí.-Bueno, es un decir-Se defiende.-Sabías que de amor nadie muere?-Dije de manera fría -Lo se. Pero de tristeza si, y no puedo dejarte ir, ahora que te tengo, no puedo-Me abraza fuertemente, trato de separarlo de mí pero él me abraza más y más fuerte hasta exprimir mi estómago.-Me haces daño-Dije en un ahogo. -Porfavor, deja de ser así, y vuelve conmigo.-No, no puedo, me hiciste mucho daño- En realidad todos estos días este hombre no ha dejado de acosarme, su mirada llegó al punto de fastidiar y hacerme sentir incómoda. -Eso quedó en el pasado-dijo él. En el pasado ahora que lo recuerdo, ¿Que paso con Ramiro?. No lo he visto. -Deivis dime dónde está Ramiro, ese maldito traicionero. Deivis me soltó de golpe y arrugó su rostro. -Porque tenias que preguntar p
--Diana este fin de semana puedes irte a tu pueblo para que veas a tus familiares-Dijo Deivis con una sonrisa. -Enserio señor-Deivis asintió obvio. -Que le vaya bien señora Diana, y me trae unos dulces de su casa-Dijo Alan chupando sus dedos. La señora se fue corriendo a su habitación, no sé qué irá hacer. No le presté atención a eso y seguí comiendo pizza. -Mi Papi es muy bueno con sus empleados-Dijo Alan como siempre metiéndose en las conversaciones ajenas.. -Si hijo hermoso, así es, y tú también serás así de listo como tú padre-No es que mejor dicho, que ejemplo le estás dando demonio Tentador. Que sea un patán.Los perros empezaron a ladrar, eran ladridos de alarma.Qué está sucediendo allá afuera pensé al mismo momento que me dirigía hacia la ventana para verificar pero el fuerte llamado de Deivis me detuvo, me dijo que me quedara quieta y no moviera ningún dedo, en ese momento llegó la señora Diana con una sonrisa en sus labios y a su lado tenía una maleta, al parecer la ten
. -Si, es cierto-Lo mire con enojo.-No sabía... Que tú y ese...eran ¿Algo?-Dijo sorprendido. -No se de que hablas-Me levantó de la cama a duras penas.-No te hagas la mensa-Me da un puño en la cabeza. -¡Oye!-Le grito enojada. -Coral, sabes muy bien que no me gusta que me tomen del pelo, ni que me vean la cara de estúpido.-Pues eso es lo que eres-Le lanzo un puño, pero un grito escapó de mi boca, mi brazo… está vendado, y me duele mucho.-Te prohíbo levantarme la mano desgraciada-Me da otro golpe en la cabeza, pero este más suave-Y ahora como castigo, no comerás.-Eres un canalla…-Si, soy el canalla que está respaldando tu trasero, ¿Acaso no sabes quién carajos es Deivis?. -Conmigo puedes hacer lo que se te pegue en gana, pero no le toques ni un pelo a mi hijo Alan, por favor.Lo pido de la manera más vergonzosa. -Al final de cuentas es mi querido y estúpido sobrino, pero...-Suelta un suspiro y me mira-Es hijo de ese maldito. -No me importa la bronca entre tú y Deivis, solo t
-Papá, dime a dónde vamos-insiste Alan ahora pegando un grito.-Te he dicho que vamos a nuestra nueva casa.-Papá, ya te he dicho que me cuentes la verdad, no soy un niño de tres años, para que me engañes.No tenía más remedio que contarle la verdad a este niño. O de lo contrario pasará todo el día molestando.-Está bien, voy a buscar a tu madre, al parecer tu tío se la llevó sin su consentimiento. Alan quedó en shock, y tragó horrible.-No te preocupes padre, solo te deseo suerte.Deivis quedó perplejo luego de escuchar esa respuesta. Pero aún así continúo con su viaje.A los pocos minutos llegaron, la mansión era estilo villa moderna, al frente de ella hay un río, y las casas están algo separadas de las otras.-¿Estás es tu casa padre?-cuestionó Alan con una sonrisa.-Si, esta es mi casa-le respondí de manera seca, pero estoy alterado, necesito hacer un plan.Tengo que buscar hombres de confianza, y una niñera para mí hijo. Mi cabeza a estás cuestas va a estallar. Me siento tan est
Coral. La noche estaba en su infierno, y el frío amordaza mi cuerpo, me siento muy mal, me duelen los huesos. Hace algunos minutos mi hermana Carolina entró a la habitación, y me dejó en la mesilla la cena, trate de hablar con ella, pero me ignoró. Me duele verla de esa manera, parece un zombie.Acostada en la cama, con la mirada pérdida, me puse a pensar en mi bebé, no sé cómo la está pasando. Tampoco sé nada de Deivis, un miedo invadió todos mis sentimientos, y si… fue asesinado.-¡Ahora vas a hablar desgraciada!-La fuerte voz de Yeison me saca de los pensamientos. La tensión aumentó cuando Yeison, con mirada penetrante, entró a la habitación-Coral, necesitó respuestas. ¿Qué sabes sobre Deivis-inquirió con seriedad?.-¿Qué quieres saber?-le respondí con una mirada desafiante.-¿Cómo conociste a este tipo?.-Eso no te interesa-le respondí y me acomodé en la cama.Yeison, con voz amenazante, dijo nuevamente.-No juegues conmigo, Coral. Habla ahora, o te aseguro que enfrentarás las c