-No esperaba eso de ti. -Deivis ya deja de ser tan intenso, más bien hazte la idea de que no existo.-No puedo con eso, es como si muriera. -¿Acaso has muerto alguna vez? lo hiciste cuando no estaba a tu lado. ¿Moriste?-Reí.-Bueno, es un decir-Se defiende.-Sabías que de amor nadie muere?-Dije de manera fría -Lo se. Pero de tristeza si, y no puedo dejarte ir, ahora que te tengo, no puedo-Me abraza fuertemente, trato de separarlo de mí pero él me abraza más y más fuerte hasta exprimir mi estómago.-Me haces daño-Dije en un ahogo. -Porfavor, deja de ser así, y vuelve conmigo.-No, no puedo, me hiciste mucho daño- En realidad todos estos días este hombre no ha dejado de acosarme, su mirada llegó al punto de fastidiar y hacerme sentir incómoda. -Eso quedó en el pasado-dijo él. En el pasado ahora que lo recuerdo, ¿Que paso con Ramiro?. No lo he visto. -Deivis dime dónde está Ramiro, ese maldito traicionero. Deivis me soltó de golpe y arrugó su rostro. -Porque tenias que preguntar p
--Diana este fin de semana puedes irte a tu pueblo para que veas a tus familiares-Dijo Deivis con una sonrisa. -Enserio señor-Deivis asintió obvio. -Que le vaya bien señora Diana, y me trae unos dulces de su casa-Dijo Alan chupando sus dedos. La señora se fue corriendo a su habitación, no sé qué irá hacer. No le presté atención a eso y seguí comiendo pizza. -Mi Papi es muy bueno con sus empleados-Dijo Alan como siempre metiéndose en las conversaciones ajenas.. -Si hijo hermoso, así es, y tú también serás así de listo como tú padre-No es que mejor dicho, que ejemplo le estás dando demonio Tentador. Que sea un patán.Los perros empezaron a ladrar, eran ladridos de alarma.Qué está sucediendo allá afuera pensé al mismo momento que me dirigía hacia la ventana para verificar pero el fuerte llamado de Deivis me detuvo, me dijo que me quedara quieta y no moviera ningún dedo, en ese momento llegó la señora Diana con una sonrisa en sus labios y a su lado tenía una maleta, al parecer la ten
. -Si, es cierto-Lo mire con enojo.-No sabía... Que tú y ese...eran ¿Algo?-Dijo sorprendido. -No se de que hablas-Me levantó de la cama a duras penas.-No te hagas la mensa-Me da un puño en la cabeza. -¡Oye!-Le grito enojada. -Coral, sabes muy bien que no me gusta que me tomen del pelo, ni que me vean la cara de estúpido.-Pues eso es lo que eres-Le lanzo un puño, pero un grito escapó de mi boca, mi brazo… está vendado, y me duele mucho.-Te prohíbo levantarme la mano desgraciada-Me da otro golpe en la cabeza, pero este más suave-Y ahora como castigo, no comerás.-Eres un canalla…-Si, soy el canalla que está respaldando tu trasero, ¿Acaso no sabes quién carajos es Deivis?. -Conmigo puedes hacer lo que se te pegue en gana, pero no le toques ni un pelo a mi hijo Alan, por favor.Lo pido de la manera más vergonzosa. -Al final de cuentas es mi querido y estúpido sobrino, pero...-Suelta un suspiro y me mira-Es hijo de ese maldito. -No me importa la bronca entre tú y Deivis, solo t
-Papá, dime a dónde vamos-insiste Alan ahora pegando un grito.-Te he dicho que vamos a nuestra nueva casa.-Papá, ya te he dicho que me cuentes la verdad, no soy un niño de tres años, para que me engañes.No tenía más remedio que contarle la verdad a este niño. O de lo contrario pasará todo el día molestando.-Está bien, voy a buscar a tu madre, al parecer tu tío se la llevó sin su consentimiento. Alan quedó en shock, y tragó horrible.-No te preocupes padre, solo te deseo suerte.Deivis quedó perplejo luego de escuchar esa respuesta. Pero aún así continúo con su viaje.A los pocos minutos llegaron, la mansión era estilo villa moderna, al frente de ella hay un río, y las casas están algo separadas de las otras.-¿Estás es tu casa padre?-cuestionó Alan con una sonrisa.-Si, esta es mi casa-le respondí de manera seca, pero estoy alterado, necesito hacer un plan.Tengo que buscar hombres de confianza, y una niñera para mí hijo. Mi cabeza a estás cuestas va a estallar. Me siento tan est
Coral. La noche estaba en su infierno, y el frío amordaza mi cuerpo, me siento muy mal, me duelen los huesos. Hace algunos minutos mi hermana Carolina entró a la habitación, y me dejó en la mesilla la cena, trate de hablar con ella, pero me ignoró. Me duele verla de esa manera, parece un zombie.Acostada en la cama, con la mirada pérdida, me puse a pensar en mi bebé, no sé cómo la está pasando. Tampoco sé nada de Deivis, un miedo invadió todos mis sentimientos, y si… fue asesinado.-¡Ahora vas a hablar desgraciada!-La fuerte voz de Yeison me saca de los pensamientos. La tensión aumentó cuando Yeison, con mirada penetrante, entró a la habitación-Coral, necesitó respuestas. ¿Qué sabes sobre Deivis-inquirió con seriedad?.-¿Qué quieres saber?-le respondí con una mirada desafiante.-¿Cómo conociste a este tipo?.-Eso no te interesa-le respondí y me acomodé en la cama.Yeison, con voz amenazante, dijo nuevamente.-No juegues conmigo, Coral. Habla ahora, o te aseguro que enfrentarás las c
-¿Acaso ocultas algo?-Preguntó ella con la ceja enarcada.-No, no estoy ocultando nada -le dije casi al borde de la muerte.Carolina sin mediar palabras, se acercó y verificó.-Creo que tienes que dormir.Al parecer no se percató de nada, si lo hubiera hecho me lo habría dicho.-Carolina, ¿Aún tienes la misma actitud?, vamos no seas pesada, huyamos de aquí.Carolina se volteó y me miró con una mirada aniquiladora.-Si no te callas en este preciso momento, te voy a cortar la cara-ella levanta el cuchillo y me lo pone en el rostro.-¿Que haces hermana?-dije con la voz entrecortada.-Ya no eres mi hermana-se acercó un poco más hasta poner el cuchillo bajo mi cuello. Trague horrible, temía por mi vida, pero era hora de despertar, y salir con vida de este lugar.-Si eres mi hermana Carolina, sabes que es así.-No, tu y yo no lo somos, todo este tiempo has sido engañada por nosotros, tú eres hija adoptada.-¿Qué demonios dices?-creo que las drogas la están haciendo alucinar.-Mi Hermano te
Estaba tan confundida, que cada vez que él hablaba juro que me entorpecia más .El hombre, con una mezcla de angustia y afecto, tomó mi mano y añadió .-Es hora de escapar-Antes de que él diera un paso, me detuve. sentía una mezcla de confusión y desconfianza, retiró su mano con cautela.-No puedo simplemente seguirte sin entender todo esto. ¿Por qué apareces ahora, después de tanto tiempo? Necesito respuestas antes de tomar cualquier decisión.El hombre asintió con comprensión, reconociendo la validez de mis dudas. -Lo entiendo, Coral. Permíteme explicarte que hay mucho que contar y comprendo que mereces conocer la verdad antes de seguir adelante., pero entiéndeme, si no nos vamos, nos van a matar.-No iré contigo a ningún lugar.El hombre, con una mirada persuasiva, insistió.-Coral, entiendo tus dudas, pero necesitas confiar en que te diré todo. No podemos quedarnos aquí. La verdad nos espera fuera. Por favor, ven conmigo.debatiéndome entre la cautela y la necesidad de respuestas
Coral.Dejando a Deivis plantado como un estúpido, decidí ir a hablar con ese hombre. Estaba dispuesta a averiguar quién era exactamente.En cuanto llegó, el hombre se volteó rápidamente hacia mí...-Hola de nuevo... dijo él en un tono más calmado.-Ningún "hola de nuevo", más bien, dime ¿qué quieres?-Sólo vengo a remediar lo que Yeison arruinó.-No hay ningún documento que conste que tú y yo somos parientes.-Sí los hay -contestó él, tratando de apaciguar las cosas.Mis ojos se estrecharon con escepticismo mientras evaluaba cada palabra de aquel hombre enigmático. La atmósfera estaba cargada de tensión, y mi paciencia se desvanecía rápidamente.- Remediar... - repetí con sarcasmo -, ¿y cómo planeas hacerlo?El hombre parecía medir sus palabras antes de responder.- Tú y yo compartimos un vínculo de sangre, Coral. Estoy aquí para protegerte, para ayudarte a enfrentar las consecuencias de las acciones de Yeison.Mi ceño se frunció ante la ambigüedad de su respuesta.- ¿Vínculo de sang