Unos días después, estaba sentado en mi habitación, viendo la televisión, cuando vi una noticia que me hizo dejar todo lo que estaba haciendo. Mi corazón se detuvo. No podía creer lo que estaba viendo.

Alejandro. Mi Alejandro. El hombre que amaba. El hombre que me prometió amor eterno estaba anunciando su matrimonio con la socialité Alice. Entonces lo que dijo que era un engaño fue todo cierto desde el principio, de hecho yo fui el gran engaño de su vida.

Me quedé allí, paralizada, durante mucho tiempo. No se me ocurrió nada.

Simplemente sentí un dolor insoportable.

No sé por qué pudo hacerme esto, por qué mintió tanto, si yo era simplemente una pobre, ¿por qué decidió involucrarse conmigo?

¿Por qué?

¿Por qué me engañó?

¿Por qué me usó?

No tenía respuestas a estas preguntas.

Sólo sabía que estaba devastada.

Me sentí engañada, humillada, traicionada.

Quería llorar, gritar, enterrarme.

Pero sabía que no podía.

Esta noticia de la boda vino a destruir el saldo que aún me quedaba, pero la