escóndete

—No hay edad para nadar, y conmigo aprenderás —añadió Jio.

—Acepto señor Jio —añadió Azami cuando sin querer sus ojos se vuelven muy tiernos.

La puerta se abrió y Dai grito —Nuestra madre vienen en camino, no puede ver a Azami aquí en la mansión nos mataría —grito ella agitada.

Jio sujeto la mano de Azami, aunque ella le rechazo empujando la mano de Jio.

Gracias por avisar Dai.

—Tengo que esconderte mis padres no deben saber de qué usted está en la mansión, te llevare a la habitación que te prepare, lo bueno es que le cambie el pin a la puerta, vamos sígueme —añadió Jio.

Azami lo siguió y subieron lo más rápido posible con el ascensor y llegaron a la habitación rosada, Azami se quedó admirando tanta belleza, tanto orden, y la cama es muy grande, espaciosa y amplia, sabanas impecables y toda la habitación huele aflores.

—Hermosa habitación —añadió Azami.

Jio se quedó solo viéndola, se acercó lentamente a ella.

Azami le comen los nervios y pregunto —¿Qué tengo en la cara? —Pre