Alana no paraba de ver la tarjeta que le había dado el tal Sandro, de su cabeza no salía el hecho de que él podía saber el gran secreto que tiene Adal y que nunca se ha atrevido a decir
-¿qué piensas hacer?, ¿lo vas a llamar? - Tania veía a su amiga afligida por la situación, sabía que tenía miedo de lo que ese hombre le podría decir, ella podía ver lo enamorada que estaba Alana de él señor Adal y también se nota que él la quiere a ella, solo que tiene una difícil personalidad
-tengo miedo de lo que pueda descubrir
-Alana, yo creo que es mejor que sepas de una vez por todo para saber a qué atenerse , no quiero que salgas muy l
Adal se encontraba en su casa feliz luego de haber pasado la noche con Alana. Cada día se daba cuenta que Alana era la mujer que quería para compartir el resto de su vida, pero a la misma vez sentía miedo por el hecho de que ella supiera todos los secretos que esconde.Su teléfono comienza a soñar viendo que es el imbecil de sandro, ya sabía que ese no sería la última vez que lo iba a ver, sandro sabe que el adal es su mina de oro el cual no está dispuesto a soltar hasta no haberlo explotado lo suficiente-¿qué quieres? - pregunta tajante adal-qué buena forma de contestar, en fin te llamo porque hoy tienes una pelea Adal se encuentra de rodillas en el frío suelo, no puede creer lo que acaba de suceder ahora si perdió para siempre a Alana, adal solo pensaba en que debió ser sincero desde un inicio con ella, pero su miedo era más fuerte, aunque no sirvió de nada ya que a la final ella se fue pensando lo peor de el -adal, amigo párate tenemos que irnos -la perdí, john, perdí para siempre a Alana -no digas eso, espera a que las cosas se calmen - dice john intentando dar ánimos a su amigo -¿cómo se encuentra el chico? - haciendo referencia al joven de la pelea -está vivo, no te preocupes - menciona Anton limpiando la sangre que tiene su hermano en el rostro -no quiero volver a esta lugar -no lo harás, que se joda Sandro Cuando todos se piensan ir la voz de la persona que menos quería ver se hace presente -leon, nunca me decepcionas -no debiste decirle, ahora ya te puedes ir al infierno - Sandro suelta una carcajada -todavía te puedo acabar con los medios locales e internacionales- adal le dCapítulo 18
Madrid, a Alana le hacía tanta falta. Sus calles, su clima, la gente, todo de él le hacía falta, pero en especial su abuela. -¡abue! - ambas se fundimos en un fuerte abrazo, logrando que todas las emociones comenzarán a aflorar, los ojos de la castaña se llenaron de lágrimas -querida, ¿porque lloras? -no es nada abue, solo te extrañe mucho - ella le dedica su hermosa sonrisa que siempre ha logrado calmarme -a mi no me puedes mentir, pero no te voy a presionar. Cuando estés lista estaré para escucharte -Gracias abue-te prepararé tu comida favorita Por otra parte, no muy lejos de Alana, el Alemán se encontraba con una vaso de vodka intentando no estallar en ira. La partida de Alana lo estaba matando, ni siquiera fue capaz de decir adiós, solo se fue y quién sabe si regrese -adal - anton, entra a la oficina cautelosamente, no sabe cómo está el humor de su hermano más ahora que se enteró que Alana se fue a Madrid - ¿cómo estás? -¿cómo crees que me siento, Anton?, ella se fue, no
Alana se encontraba mirándose al espejo bastante nerviosa, ya faltaban 10 minutos para que llegara adal con ella y aún no le ha dado la cara a su abuela para explicarle quién es él aunque estoy segura que ella ya debe saber algo -qué hermosa estás - Alana se da vuelta viendo a su abuela con una sonrisa en el rostro -Gracias abue-ahora me dirás quién es el hombre que llegó hoy?, es algo mayor, pero es guapo -abue.. -ya dime Alana toma todo el aire posible porque no sabe qué cara le va a hacer su abuela cuando se entere que es su jefe,quién sabe si tomará bien el hecho de que su jefe esté en Madrid buscándola a ella -mi jefe - su abuela la mira por unos segundos para luego regalarle un sonrisa que le da tranquilidad a Alana -no hay que ser adivinos para saber que entre ustedes dos hay algo, ¿o me equivoco? -abuela, no se en que momento pasó pero… estoy enamorada de mi jefe -y qué ocurrió para que regresaras de ese forma a madrid? - Alana sabía que por ningún motivo su abuela s
Sin pensarlo ya ambos amantes de encontraban en un lago precioso, todo estaba iluminado por la luz de la luna y la castaña no podía parar de mirar todo lo que había a su alrededor-¿te gusta? - pregunta adal pasando sus brazos por el vientre de Alana pegando su espalda a su duro pecho -es precioso-este lugar genera paz, pero ahora las cosas cambiaron -¿porque? -adal le da la vuelta haciendo que queden cara a cara, adal levanta su mano acariciando el rostro de su amada, mientras está disfruta de su toque -porque ahora eres tú la que me da paz, eres la que calma al demonio qué hay dentro de mi -adal, tú no tienes ningún demonio sólo tienes una condición que puede ser tratada, pero eres un buen hombre -tu siempre ves cosas buenas en mi -es porque las tienes, deja de pensar lo contrario -mate a una persona y por poco mató a otra - Alana lo mira soltando un suspiro, sabía que para adal la muerte de ese chico era algo doloroso, pero él debía sacar todo ese dolor -cometiste un error
Adal no daba crédito de lo que veía al frente suyo estaba la mujer que hace muchos años le rompió el corazón en mil pedazos, aquella mujer por la cual decidió cerrar su corazón por completo hasta que llegó Alana -Así saludas a la que era tu novia? - Alana se queda en silencio, era el momento más incómodo de toda su vida, aquella mujer alta y hermosa fue la novia de adal -¿Qué haces aquí Melina? -vine por negocios, yo soy la persona que estaban esperando - Melina se queda mirando a la chica que acompañaba a adal y que al ver su expresión solo quería desaparecer en ese momento - no nos presentas? -claro que si, Melina te presento a Alana García, mi novia Ambas ponen cara de sorpresa, Alana no espero que la fuera a presentar como su novia y melina no pensó que él fuera a rehacer su vida luego de que él le dijo que era el amor de su vida -veo que lo que me decías eran solo palabras sueltas -ya no hay nada de qué hablar de ese tema, el pasado es pasado y tú ya sabes qué pasó así que
Alana acababa de entrar a la oficina de Anton, pero vaya sorpresa se llevó. Siempre supo que john era mujeriego, pero meterse con ma novia de su amigo eso si era mucho -Alana.. - John estaba pálido, ver la cara de decepción hacía por primera vez sintiera vergüenza y decepción de él mismo -qué clase de amigo eres, yo no soy nadie para juzgarte pero meterte con la que fue novia de tu mejor amigo aun sabiendo lo mucho que él la quería. QUE CLASE DE AMIGO ERESambos hombres estaban asustados al ver a Alana en ese estado, ella era muy calmada pero sabían que Alana enojada era el diablo en persona -Alana fue hace mucho, yo ..-tu nada! Sabes la condición de adal y donde él se entere de esa traición por más tiempo que haya pasado se volverá loco y si no te mata lomas seguro es que vas a terminar muy golpeado -joder Alana, no digas eso! No quiero morir tan joven -entonces creo que lo mejor es que se lo digas a adal antes de que llegue a sus oídos por terceros -es mi mejor, pero necesito
Antón no sabía qué hacer, todo se había salido de control, adal estaba encima de john dándole una golpiza delante de todos los empleados, mientras Melina sonríe triunfante -sáquenla de aquí - ordena Anton a los de seguridad -yo me voy sola - dice está con una sonrisa al ver que ya cumplió con su cometido, aunque todavía le faltan otros asuntos por encargarse Antón ve como ella se va dándole un pequeño descanso, pero ahora está el problema de su hermano y su amigo -ayúdenme a separarlos - le dice a los empleados que se encuentran en shock por lo ocurrido - ¡ahora! Con bastante miedo los empleados los separan, pero Anton toma a su hermano cuyo cuerpo estaba temblando y su mirada estaba cegada por la rabia -TE CREÍ MI HERMANO! - adal sentía el dolor de la traición más grande que había tenido en su vida. Su amigo, su hermano le había dado la golpiza de su vida. Es evidente que adal ya no sentía nada por Melina, pero por el solo hecho de que su amigo se haya metido con la que era su