Alessandro
Miro el enorme edificio en dónde está ubicado la cárcel, si mi hermosa esposa supiera en dónde me encuentro en estos momentos se enfadaría, pero es algo que debo hacer para poder dejar el pasado atrás. Cuando Elliot y Lorenza fueron arrestados, sé que mi esposa no se sintió satisfecha porque yo tampoco lo hice ¿Cómo me conformaría con tan poco si se atrevieron a separarnos? A alejarme de mi familia ¿Acaso merecen nuestra compasión? Pues, la respuesta es más clara que el agua, es un rotundo no, no merecen ni una migaja de nuestro perdón, y no lo tendrán.
Y porque creo que no han tenido el suficiente castigo he conseguido que mi amigo fiscal moviera sus influencias para darle una visita nada amistosa a la lacra que considere mi amigo casi hermano por años, y el que me apuñal&oacut
Isabelle Me encuentro admirando a mi esposo que descansa tranquilo después de una semana a trajeada, y todo se debe a qué mi pequeña Alessia de cuatro años, se enfermó de un día para otro y nos preocupó a todos. Pero gracias al cielo no era más que un virus, lo cual no nos tranquilizó mucho que digamos. Mis cuñados se ofrecieron a cuidar a los mellizos de diez años, aún no puedo creer que hayan crecido tanto, y es que el tiempo no se detiene.-¿No puedes dormir, amore mio?-pregunta mi esposo mientras sus manos se aferran a mi cintura.-No, aún estoy asustada por Alessia.-confieso, y es que después de como mi salud se vio afectada años atrás, cada mínimo detalle me preocupa, y más si se trata de mis hijos o de mi esposo.-Todo está bi
Alessandro Sonrío mientras observo a mis hijas y a su madre tratando de preparar la cena por nuestro aniversario, la vida pasa y no podemos hacer nada para evitarlo. Ya no son unos bebés, pero para mí siempre lo serán, mis mellizos ya tienen 21 años, todos unos universitarios, y mi niña más pequeña está a punto de cumplir los 15 años. Puedo decir que con mi Belle hemos hecho un buen trabajo, la vida nos ha regalado la dicha de disfrutar de nuestros ángeles. A mis 53 años me encuentro feliz de la vida, y disfrutando todo el tiempo de mi hermosa familia, mi esposa no ha cambiado mucho, sigue siendo la bella mujer que conocí hace 20 años, solo que sus fracciones se han acentuado haciéndola ver mucho más hermosa, mi compañera de vida me hace el hombre más afortunado.
Hola, mis lectoras. Pasaré a contarles unas cosas antes de comenzar.Primero que nada, muy bienvenidas/os espero que disfruten de la historia.En segundo lugar, la historia de Andrea y Dante aunque es el segundo libro de "Amor a prueba de adversidades", no es necesario leerlo en un orden en específico, ya que son diferentes historias y diferentes protagonistas, de todas formas en la primer historia aparecerán en algunas ocasiones y tal vez comprendan ciertas cosas.Por otro lado, la narración comenzará cuando Andrea tenía 17 años y Dante 21 años, serán varios capítulos para saber cómo comenzó su historia, y luego daremos un salto en el tiempo. También, debo aclarar desde un principio que trataré temas un poco fuerte como es el caso de l
Dante Mi mirada se dirige hasta el reloj que cuelga de una de las paredes de mi oficina, y sonrío al darme cuenta de que es la hora en la que siempre la encuentro... Puedo parecer un acosador, pero en mi defensa esa niña, me intriga, y eso me tiene desconcertado, ya que después de lo que pasó hace años no me he fijado en nada que no tenga que ver con mis hermanos y el trabajo. Pero todo eso cambio, aquella mañana cuando iba pasando por ese café y Vi esa cabellera rubia, quede hipnotizado sin siquiera verla a los ojos, era la criatura más hermosa que había visto en mi vida, pero algo me impedía acercarme... Si soy un maldito cobarde, pero no puedo llegar diciendo "Hola, ¿Cómo estás? Soy el chico que te acosa hace más de un mes, y quería saber si quieres salir conmigo", eso sería algo muy descabellado por lo que por el momento me conformo con observarla desde la distancia, y quizás, solo quizás hoy tenga el valor de acercarme.
Andrea Sintiéndome culpable por todo lo que comí hace cinco minutos atrás, corro hasta el baño y me provocó el vómito como lo vengo haciendo hace años, odio no poder controlarme a la hora de comer, soy una maldita gorda que es la vergüenza de esta familia por eso nadie me quiere... Mis dedos entran en contacto con mi garganta para ayudarme a expulsar lo que he ingerido, y así sucede, las arcadas se hacen presentes y comienzo a devolver como es habitual en mí. Una vez, me aseguro de que es suficiente me levanto para comenzar mi camino hacia el lavado en dónde me enjuago la boca, mi mirada se dirige al espejo que me muestra el asco de persona que soy, cada día me odio más y más... Sé que la doctora que me atendió hace dos años, cuando cumplí los 15 años, me dijo que necesitaba la ayuda de un nutricionista y la de un psicólogo, porque estoy enferma... ¿Pero para que quiero un psicólogo si no estoy loca
DanteEl día de la fiesta. Sonrío mientras observo la invitación entre mis manos, volveré a ver a la pequeña Andrea. Creo que no debí acercarme porque desde que lo hice no ha vuelto a la cafetería, y de eso ya hace dos semanas. Los golpes en la puerta me traen de vuelta a la realidad, guardo la tarjeta en uno de los cajones para decirle que pase.-Buenos días, ¿Cómo está mi hermano preferido?-pregunta Pia apenas entra a mi oficina.-¿Qué quieres?-pregunto queriendo que vaya al grano, no es normal que tú hermana que está enojada contigo venga con su carita de ángel y me hable amigablemente.-¡Que amargado, solo quería visitarte!-exclama con indignación al tiempo que se
Andrea Muevo mis pies inquietos, no sé en qué estaba pensando cuando escape de la casa y peor aun cuando le pedí a Dante que me sacara de allí. Ahora nos encontramos en su auto en completo silencio, no sé a dónde me lleva, pero he decidido confiar en él.-¿Quieres contarme lo que pasó?-pregunta de repente captando mi atención, e instantemente llevo mi vista hacia él, y puedo decir que se ve más guapo de cerca, me quedo congelada observando su rostro, y antes de que pueda decir algo él dirige su mirada hacia mí, logrando que mis mejillas se tiñan de carmín e inmediatamente bajo mi mirada apenada.-Yo... Solo quería salir porque no me gustan ese tipo de evento.-miento mientras me clavo las uñas en mis piernas. Después, de que mi madre me haya amenazado con hacerle daño a Dante o a cualquiera que interfiera en sus planes, me enoje porque siempre se mete en mi vida y la dejé co
AndreaMe siento una intrusa en esta casa, sé que no lo molesto, pero he venido a invadir su privacidad. Después de que me recogiera manejo por unos veinte minutos hasta que llegamos a su casa, me muero de la vergüenza por el papelón que hice, ahora que lo pienso mejor no creo que haya sido una buena idea. Ahora mismo, me encuentro en su dormitorio esperando a que traiga unas cosas para curarme, cosa que me altera.-Limpiare tus heridas.-dice cuando vuelve a la habitación, ¿Por qué se sintió como si lo dijese con doble intención?-He llamado a un médico de la familia, no pienso quedarme con la incertidumbre de que tienes algo grave.-explica y no digo nada, no puedo negarme después de que me ha ayudado.-Gracias.-es lo único que puedo decir.-Es un placer, stellina.-dice al tiempo que se acerca a mí, y comienza a limpiar la sangre de mi frente, al parecer no es nada grave, pero de igual manera d