Llego al hotel y me encuentro con Mario
—¿Por qué tardaste tanto?
Necesitaba hablar con sol ¿todo bien? —Entro al salón y todo parece en orden. Pasado unos minutos comienza a llegar los invitados. Todo marcha bien, las personas tienen platicas amenas y toman un poco de champagne, además hemos dispuesto una barra para los que prefieren otros tipos de tragos, mientas observo a mi alrededor que todo esté bien. Veo a mis padres llegar, así que hago mi ca
—Me permite—le digo al embajador tratando de que no se note mi estado de ánimo. La tomo del brazo y me dirijo a los camerinos que habilitaron en la parte de atrás de la pasarela. Veo uno que está vacío y la llevo dentro. Mi hermana y Mario cierran, la verdad lo que menos me preocupa son ellos en este momento, el rostro de Mónica me demuestra que no está acostumbrada a verme tan enojado. Una vez dentro, la suelto y la encaro. — ¿¡se pued
ALICIA Estoy en la oficina empezando a plasmar algunas ideas para la remodelación del hotel, pero es inútil. Mi cabeza no está en este proyecto, pase toda la noche reproduciendo en mi cabeza un y otra vez lo que paso ¿cómo puede ser tan ingenua? y pensar que un hombre como Mark cambiaria, anoche después que llegue a mi apartamento apague mi móvil y esta mañana salí más temprano de lo habitual para evitar encontrarme alguna sorpresa, no quiero hablar con él, me duele saber que me engañó, pero esto es mi culpa, yo me arriesgue y me tomaron por imbécil. Te lo mereces por bajar tus murallas Alicia López, ahora aprieta y sigue adelante. Me concentro en los planos, pero no me sale nada. Resoplo de frustración y tiro el lápiz de dibujo —Niña. No tomes la rabia con el lápiz —dice Sandro bromeando desde su escritorio —Hoy no Sandro— niego con la cabeza—-no quiero bromas ¿Si? —El levanta las manos en rendición —Está bien. Será como quiera
Empiezo a leer el libro para despejar mi mente y no se cuanto tiempo llevo, pero el timbre me saca de mi paz. Me levanto y la persona que toca lo hace repetidas veces, pero ¿qué pasa? ¿Nos invaden los extraterrestres y están evacuando la ciudad o qué? Me acerco y trato de oír quien es, pero alguien maldice del otro lado y reconozco la voz ¡mierda! es Mark. Inmediatamente coloco la mano en la manilla de la puerta pero me detengo y en vez de abrir me doy vuelta y camino hasta mi habitación tomo mi iPod y me coloco los audífonos para no escucharlo. A las nueve vuelve a sonar mi timbre y estoy decidida a no abrir cuando mi móvil suena y miro la pantalla. Es un mensaje de Gia que me dice que le abra a ella y está sola. Salto inmediatamente de la cama y me dirijo abrir la puerta, mi amiga entra y me abraza fuerte —¿Cómo estás? —me susurra —Bien— miento e intento sonreír, pero no puedo —Me tenías preocupada. Te eh estado llamando y no me atendías
A las siete en punto suena mi timbre y voy abrir Gia está de pie en mi puerta con un vestido igual de corto al mío pero rosa y unos zapatos con Glitter negros que son fabulosos. Me examina de arriba abajo — ¡Wow! —Exclama—estas fantástica—me guiña —Gracias. Tu estas igual de espectacular —¿nos vamos? —pregunta —Sí. Estoy lista dame unos segundos— voy a mi habitación por mi bolso de mano dorado y recojo mi móvil lo reviso y para mi decepción no hay señales de Scott ¿Quién te entiende Alicia? Primero no querías verlo, ahora está enojada y decepcionada por que no te llama ¡hormonas! Guardo mi móvil y cojo las llaves del apartamento. Una vez que salimos del edificio ella intenta animarme, y muero por preguntar por su hermano, pero no quiero que se note mi ansiedad. —Y ¿A dónde vamos a cenar? —Un restaurant nuevo que abrieron en el centro—me sonríe. Su móvil suena y mira como si estuviera haciendo alguna traves
—Recuerdo que quería darle la sorpresa. Así que no le dije nada de mi regreso, llegue al apartamento y me dirigí a nuestra recamara y ¡bienvenido! la mujer con la que había compartido tres años estaba en la cama con su amigo, que no resulto ser tan gay al final —dice con amargura. ¡O Dios mío! Eso debió afectarle ¡que zorra! Ahora puedo entender el comportamiento de Mark de las relaciones esporádica, más no lo comparto-—discutimos y me dijo que solo me utilizo para poder hacer una carrera. Que había dejado de quererme hace mucho, pero no podía dejarme por lo que representaba para su carrera. El chico Sam y ella tenían un año juntos, la saque de mi casa, de la empresa y de mi vida— se volta par mirarme –me sentí el hombre más imbécil ¿sabes? esa semana pensaba pedirle matrimonio —niega y me da una sonrisa —gracias a Dios que no lo hice —¿Por qué lo dices? — preguntó en voz baja. Sintiendo una necesidad de llorar —Porque
—Mandona—Me besa. Él también juega, porque se separa rápido de mi—Bien. vamos a cubrirte— ahora estoy acostada entre sus piernas de lado y él nos vuelve a cubrir con la manta –Ali. Tengo algo que darte —dice mientras se mete las manos dentro de su saco—esto lo compre pensando en ti—saca una caja no muy pequeña de Cartier y la abre —¡Es hermoso! —Digo. Ante mis ojos aparece un collar con una esmeralda de corte princesa
Intento moverme, pero no puedo. Abro lentamente los ojos y veo que la luz entra por la ventana. Miro hacia abajo y veo que es lo que no me permite moverme o mejor dicho quién. Mark tiene su brazo en mi cintura y sus piernas entrelazadas con las mías. Puedo sentir su respiración suave a la altura de mi hombro, miro el reloj y veo que son las siete. Normalmente los sábados me levanto a las nueve, pero como tengo que irme a mi departamento es mejor hacerlo temprano, me muevo tratando de quitármelo de encima, pero es imposible. Es extraño que no se haya levantado ya, quizás sea porque cuando nos quedamos dormidos eran las dos y media, Mark puede ser demandante en ocasiones, eso me ha quedado claro. Luego de varios intentos logro sentarme en la cama. Cuando voy a ponerme de pie un brazo me agarra de la cintura y acuesta de nuevo —Buenos días cariño—besa mi hombro— ¿A dónde vas? —me dice Mark adormilado —A mi apartamento— me doy la vuelta y acaricio su cabello—tengo trabaj
ALICIA Estoy muy emocionada. Acabo de presentar mi propuesta para la reforma del hotel Imperial. A Drake le gusto y lo acepto, así que esta es la reforma más importante que la constructora obtuvo este mes y lo mejor es que contribuí a ello, mi esfuerzo valió la pena. Estamos en la sala de juntas y Dante se me acerca. —Buen trabajo Alicia—me felicita —Gracias Dante. ara mí fue un honor que tu hayas pensado en mí para este trabajo—el niega y me pasa una copa de champagne que han traído para celebrar —Eso te lo ganaste tu sola. Como te lo dije desde un principio. Eres muy buena y es una ganancia mutua —me guiña– salud —dice chocando su copa con la mía—por este éxito y muchos más Ali —Salud. Y que así sea Dante —sonrió, —Si me disculpas —Dante se aleja y se acerca a Drake para platicar. Tomo mi móvil que deje en la mesa y escribo un mensaje < ¡Estoy feliz! a Drake le encanto mi propuesta ¡tengo mi primer p