Jared
No tengo idea de lo que te sucede, pero estas queriendo comer muchos mariscos últimamente y recuerdo que ese era tu antojo cuando estabas embarcada.
Gala tienes que parar de comer tanto o te crecerá la barriga y pensaremos que es porque estarás embarazada, lo que indica que estaremos equivocados, jajaja.
— Idiota, no me agradó tu comentario — me dice Gala y sé que está a punto de enojarse por lo que dije, así que mejor la trato de calmar para que todo no se complique.
— Mi amor solo quería poner un tema para conversar, llevamos veinte minutos aquí y no me habías dicho casi nada — le digo para tranquilizar a la bestia que lleva dentro, porque cuando la desata el que sale perdiendo soy yo.
— Lo sé, pero no era necesario decirme que me pondré gorda solo porque me coma un poco de marisco. Creo que tu intención no era poner un tema de conversación, sino, que era hacerme enojar y casi lo consigues — me dice Gala. Por esa razón mejor me quedo tranquilo y sin muchos comentarios de ahora en adelante.
— No era mi intención hacerte enojar, pero ya pasó — le digo a Gala para que su bestia interior no se desate, porque estaba a punto de hacerlo.
Continuamos con la cena, con poca conversación, pero luego se me ocurre hacerle una pregunta. No sé si sea buena idea, aún así, le preguntaré.
— ¿Por qué decidiste venir a cenar conmigo a este restaurante? — le hice la pregunta porque deseo saber lo que tiene que decirme, tengo ansias de escucharla.
— Lo decidí porque teníamos mucho tiempo sin salir a cenar, prácticamente todo nuestro tiempo se nos va en el trabajo y cuidando a nuestros hijos — me responde Gala. Y después de escuchar lo que me dijo me quedo un poco pensativo, porque creí que su decisión fue por otra cosa.
— Tienes razón en eso, llevamos mucho tiempo sin salir, pero sabes que me encanta estar con los niños. Además tenemos una niñera podemos salir el día que lo desees, nuestros niños nunca han sido un obstáculo y nunca lo serán — le digo para hacerla entender las cosas, lo más calmado que pude para que no se ponga intensa con sus preguntas y para que no suelte a su bestia interior.
— Jared, sabes bien a lo que me refiero ¿Piensas que los niños son un obstáculo para mí? No puedo creer que pienses así, después de estar tanto tiempo juntos — me responde Gala y ya empiezo a coger un poco de miedo, porque está a punto de desatar la bestia y no quiero ser la víctima.
— No quise decir eso mi amor, lo has malinterpretado. Solo quise decir que podemos salir cuando quieras, los niños los dejamos con la niñera como acabamos de hacer — digo para que se calme y según la expresión de su cara creo que lo logré, y respiro profundo luego de hablar.
— Bueno ya, sigamos con la cena y en paz. Necesitaba despejar un poco la mente y por eso quise salir.
Continuamos cenando y de repente Gala recibe una llamada, me quedo esperando a que termine para iniciar con mi interrogatorio rutinario. Quiero demostrarle que no es bueno, que se siente incómodo cuando te hacen muchas preguntas acerca de una llamada.
— ¿Con quién hablabas? Digo si es que puede saber, señorita Gala.
— Hablaba con Robert, me llamó porque hace días no lo hacía y solo quería saber cómo estaba — Gala responde a mi pregunta y noté que está calmada.
— Ah, con que era el famoso Robert, tu amigo de la tienda en la que trabajabas hace años ¿Por qué te preguntó sobre el lugar en el que estás? — le hago la pregunta y sé que viene una respuesta cortante.
— Me dio la gana de decirle donde estoy, para que no crea que siempre estoy en la casa y que tengo derecho a salir — me responde y no me extraña porque ya sabía lo que venía, la conozco bastante bien.
— Te entiendo, pero pensé que no era necesario que le contaras porque es nuestra vida privada y no todos deben saberlo ¿Verdad? — le hago la pregunta.
— ¿Cuál es tu problema con él? Desde que supiste que éramos amigos estás con tus discusiones cada vez que me llama — responde Gala y solo se me ocurren algunos comentarios y no me importa que desate su bestia interior.
— Tenía entendido que en una relación debe existir la privacidad y que no todas las llamadas se toman ¿Te gustaría que una amiga me llame y que le cuente todo, incluso hasta donde estoy? — sé que esa pregunta creará un ambiente no deseado en la conversación.
— Jared, no es lo mismo porque tú no tienes amigas, porque los hombres no tienen amigas. Nunca he visto un caso como ese — ya sabía que la plática tomaría otro rumbo.
— Creo que es mejor dejar de hablar de otros y terminar con nuestras copas de vino, para luego irnos — le digo para tratar de culminar con eso.
— Yo también lo creo, porque ya ni cenar en los restaurantes es como antes. Siempre terminamos discutiendo y en realidad no sé lo que ganamos con eso. Parecemos unos niños, cada vez que salimos juntos — me dice Gala y decido no responder para que todo no se complique.
Terminamos de cenar y tomarnos el vino. Pago la cuenta y nos vamos para la casa.
Durante todo el trayecto no nos dirigimos la palabra, llegamos a casa. Pregunté por los niños, pero ya estaban dormidos, así que decidí ir a ducharme y luego ir a su habitación para verlos.
Gala se quedó conversando con Alejandra, le dio su paga y ella se marchó.
Olvidé darle las gracias por cuidar a los niños, pero estaba distraído con otras cosas que tenía en mente.
Voy donde los niños, los beso y cierro con seguro las puertas y ventanas. Gala estaba acostada, le dije buenas noches y me fui a sentar en el sofá, porque había mucho silencio entre ambos y decidí dejarla a solas.
LA CENA TERMINÓ EN DISCUSIÓN Y TODO POR UNA LLAMADA DE ROBERT.
¿QUÉ SUCEDERÁ?
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GalaEsta semana ha sido muy ardua, he tenido mucho trabajo con eso de los exámenes finales. Porque tengo seis secciones o grados en los que imparto clases.De lunes a miércoles impartí exámenes en dos secciones, hasta las notas que sacaron les daba el mismo día, ya que quería salir de eso.Esos días terminé en el primer y tercer grado (1ro A y 3ro B), sin embargo, el jueves y el viernes tuve que hacerlo en las demás secciones (1ro B, 3ro A, 5to A y 5to B) ya deben imaginarse por todo lo que pasé.Lo mejor de todo fue que pude terminar con mi labor durante toda esa semana.Jared y yo fuimos arreglando nuestra situación poco a poco, estar con los niños nos ayuda mucho. Porque nos hace entender que tenemos muchas cosas en común y no podemos estar peleados por todo.Solo fueron dos días sin hablarnos prácticamente, solo nos decíamos algo si era necesario. Durante esos días decidió dormir en el sofá y no quería decirle que venga para
GalaDesde que los niños se durmieron supe que ya era el momento adecuado para comentarle a Jared sobre la fiesta que quiero hacer. Tenemos que despejar la mente y celebrar que terminamos este semestre escolar.Entro a la habitación y él me espera muy cómodo acostado y con la expresión en su cara de que quiere hacer el amor, quizás después lo complazca, sin embargo, es momento de platicar.— Quería decirte que sería bueno hacer una fiesta e invitar a nuestros amigos, no sé qué te parece — le digo para saber cuál será su reacción al respecto.— Me parece bien, tenemos tiempo sin estar reunidos y no estaría mal. Me alegra que lo hayas considerado — me dice Jared con todo alegre.— ¿Cuándo crees que puede ser? Porque no tengo el día en mente aún — le pregunto para que él se sienta identificado con las decisiones que se tomen.— Que sea dentro de dos días, porque tenemos que avisarle a los demás y no sabemos si tienen planes antes de
JaredEs momento de salir con Gala a comprar lo necesario para poder realizar la fiesta. Se necesitan alimentos y bebidas, sobre la decoración le pagaremos a un experto.No queremos que la fiesta esté muy cargada, o que se sienta un ambiente tenso.— Debemos comprar mucho ron, vinos y cervezas, sabes que no todos beben lo mismo. Para que haya más diversidad, eso es lo que debemos hacer ¿Qué opinas? — me pregunta Gala, sé que lo hace para que me sienta responsable de la fiesta también.— Debemos comprar todo lo necesario, no quiero que nadie le ponga peros a la fiesta. Por esa razón, lo que creas conveniente hagámoslo, eres la experta en las fiestas — le digo para seguir su línea.— Sabía que aceptaría, tú siempre tan comprensivo — comenta Gala y luego me sonríe.— No podría negarme a tu sonrisa, lo sabes muy bien — al decirle eso sé que gané puntos.Llegamos al supermercado, compramos las bebidas, jamón, queso, panes,
GalaKarla y yo hemos pasado más de dos horas eligiendo lo que nos pondremos para esta noche, vienen todos los amigos y tenemos que estar bien representadas. A nadie le gusta que lo miren como si no está a la altura.Al final me decidí por un vestido rojo con escote perfecto, tiene algunas decoraciones que lo hacen brillar por las noches y para mí ese fue el perfecto. Sin embargo, Karla se decidió por una ropa más formal, eso de psicóloga la tiene sin preocuparse en su vestimenta. Así que eligió un traje elegante de color rojo, que por cierto le combina.Lo mejor de todo es que ya tenemos lo que nos pondremos, los hombres no pasan por esas situaciones de búsqueda, se ponen lo que crean sin preocuparse tanto. Lástima que nosotras no seamos así, por alguna razón dicen que somos más inteligentes que ellos.Alexandra llegó y le pido que cuide bien a los niños, dice que no me preocupe porque los quiere como sus hijos. Y eso es cierto,
JaredLlegar y ver a Gala bailando con su famoso Robert no me agradó para nada. Ella sabe muy bien que no me gusta que esté cerca de él, porque se pasa de cariñoso y eso incomoda.No quise hacer ningún escándalo porque estábamos en una fiesta y no soy ese tipo de hombre que por todo se va a los golpes. Así que me senté como si nada y seguí la plática que todos los demás tenían.Para tratar de hacerme sentir mejor Gala me invita a bailar y me niego, sé que lo hace porque sabe que estoy enojado. Por lo que, seguiré como estoy.Francisco y Sofía se van a bailar, Duvan invita a Karla y nos dejan solo. Justamente lo que quería, que bueno es su compresión hacia mí.— Antes de que vayas a decirme algo déjame hablar primero, porque me corresponde — le digo y no le queda de otra que aceptar.— Hazlo, estas en todo tu derecho — me dice.— Gala, sabes que no me gusta verte al lado de ese chico, aún así, lo haces y es como si no te impo
GalaDespués de preparar la comida, Karla y yo fuimos a casa de Sofía para conversar con ella y Tara. Aún no me había dicho nada sobre la discusión que tuve con Jared anoche.Llegamos a casa de Sofía, Francisco va para la mía. Hoy será un día de debates divididos. Ellos por su lado y nosotras por el nuestro, eso lo veo muy conveniente.Al entrar saludamos a las chicas y de inmediato nos sentamos en el sofá.— Es bueno que hayan venido porque Sofía tenía pensado en ir para allá — nos dice Tara.— En realidad fue la decisión de Gala venir, le urge hablar con ustedes — Karla se me adelantó.— Cuéntanos, sabes que no me gusta esperar, así que suelta la sopa — así es Sofía, siempre con su desesperación.— No es algo que ustedes no hayan vivido lo que le contaré. Resulta que anoche Jared me vio bailando con Robert — les digo.— Pero eso no es ningún problema— dice Sofía y pone las manos como si nada pasó.— déjame term
Gala— ¿Vamos a entrar o qué? — es la única cosa que Tara ha preguntado desde que llegamos a las afueras de la discoteca.— Es cuestión de que Sofía se decida porque no le gusta entrar a esa — le respondo.— Hagámoslo, pero si no me gusta el ambiente nos vamos — dice Sofía decidida a entrar y se le nota.Una vez estando adentro nos sentamos lo más cerca de la cantina, para así no tener que caminar mucho por los tragos, siempre nos ha gustado hacerlo.Como esta noche no andamos con nuestras parejas, vamos a divertirnos sin parar. No es algo que hagamos todo el tiempo, porque casi siempre salimos con ellos.Karla se impresiona al ver lo linda que es la discoteca por dentro, tienes unos adornos con luces y eso la hace ver aún mejor. Tara va por las bebidas, cada una pasará a comprar una ronda. Así todas aportamos de igual forma.A medida que va sonando la música nosotras vamos conversando un poco, entre botella y botella estamo
JaredFuimos a varios sitios y en ninguno encontramos a las mujeres, ellas querían privacidad y se fueron lejos al parecer.Le dije a los demás que estoy cansado de dar vueltas, que es mejor quedarnos en el próximo lugar al que vayamos.— Corroboro contigo, Jared. Ya no daremos más vueltas, es hora de seguir disfrutando — me dice Francisco.— Pues vamos a quedarnos en esa discoteca que se ve muy acogedora— comenta Duvan.— Hagámoslo, ya es tiempo— les digo.Entramos al sitio, pero ellas tampoco están en este. Así que, decidimos pasarla bien a pesar de que no están.Pedimos algunas cervezas, nos ponemos cómodos y disfrutamos bastante. Tanto así que se nos olvidaron las mujeres.Una hora después nos vamos a casa, dejamos a Francisco en la puerta de su casa y seguimos camino a la mía.Al llegar me despido de Duvan, tenía ganas de estar a la habitación y ver si Gala estaba, pero esperé un rato más.Pasado