Apenas llego a la cama, me mantengo tranquila porque no sirve alterarme para nada ahora que mi supuesto prometido es la persona más miserable del mundo.

Todavía me cuesta creer el tipo de monstruo que es esa clase de persona, pero me imagino que es algo normal dentro de la manada.

Porque de todas las cosas siempre más importantes mantener el estatus junto a tu posición.

A pesar de que algo me deja meditando acerca de como le fue en el mundo humano, quizás vino aquí como último recurso.

Detecto gracias a mi oído que viene mi mamá, menos mal me tapo con la sabana para fingir que estoy durmiendo porque en serio no tengo nada de discutir con ellos.

Cuando prefieren mil veces quedarme aquí, incluso acomode un poco la cerradura que puso en mi ventana, estando casi segura de que se fue ella por la manera que me busca proteger, a diferencia de su esposo, que usa la fuerza bruta para este tipo de casos.

Espero que no se dé cuenta de nada porque la verdad ni tengo ganas de hablar con