Eduardo había llegado a toda prisa desde el país de Ardanvia, pues hasta entonces solo había tenido un conocimiento superficial de la familia Suárez a través de algunas imágenes y videos.

Él era diferente al resto de la familia Suárez, si bien compartían la misma sangre al ser hermanos de padre. Hace muchos años ya sabía que su padre había tenido una mujer a la que amó profundamente, una pasión que lo atormentaría de por vida.

Si aquella mujer le hubiese dado a su padre un hijo o una hija, quizás aquel dolor se habría mitigado.

Toda su vida había mimado a Mónica, cuando en realidad solo era una supuesta hermana. Pero si ahora tenía un hermano mayor con un talento excepcional para los negocios, eso sería una gran bendición para Eduardo.

Más allá de compartir la misma sangre, lo más importante era la unión de los intereses políticos y empresariales. Así, la familia Enríquez se engrandecería aún más.

Por eso Clara le había hablado a Alfonso de este asunto, la familia Enríquez ya había del