Diego miró con profundidad, —Sea bendición o maldición, aún no se sabe, el honor y el peligro suelen ir de la mano.

Pero esta vez, pase lo que pase, él ya no podrá hacerle daño a Clara.

Otra persona que no puede dormir es Isolda. Desde el momento en que Alfonso se fue, sintió una sensación de inquietud. La familia Enríquez está a punto de enfrentar grandes problemas.

Después de tantos años de matrimonio con Alfonso, Isolda y él se trataban con respeto, la honraba y la veneraba, pero no la amaba.

Hace muchos años, ella se rebelaba y discutía con él, pero él solo la miraba con frialdad y le decía: —Desde el momento en que me drogó, debiste estar preparada para que no te amara. Además del poder y la posición, no tengo nada más que ofrecerte.

Poco a poco, se acostumbró a esa vida. Alfonso no amaba a nadie, ni a ella misma.

¿Cuántas personas tenían una vida perfecta en este mundo? Ya era afortunada de haber encontrado un buen matrimonio en esta vida.

Sabía que él siempre llevaba en su coraz