–Tus deseos son ordenes Catalina – toma a Catalina en brazos y sale del río y al llegar la acuesta sobre su abrigo – Catalina, mi Catalina – acariciando todo ese cuerpo empapado – dime Catalina ¿Cómo es posible que tengas ese cuerpo tan delicioso? – besando uno de los botoncitos rosas de Catalina mientras el otro lo pellizca con sus dedos hasta ponerlo duro–Ahhhh, eso es porque en Londres, aunque soy una mujer libre yo siempre ayudaba a la servidumbre de la mansión del señor Alejandro, aunque me ganaba regaños por parte de él, Ahhhh Adrián sigue, por favor sigue Ahhhh – sintiendo como Adrián acaricia con lentitud su intimidad, mientras sigue disfrutando de sus pezones–“Mi Catalina, sigues siendo la misma dulce niña de quien me enamoré” Catalina – levanta la vista y ve a Catalina completamente roja – te amo Catalina, te amo más que a nada en este mundo – dejando a Catalina completamente pasmada – bien mi mano se ha divertido mucho contigo, necesito recordar algo – guiñando el ojo–¿Eh
–Vaya Adrián ¿esa es forma de recibirnos?–¿Esa es forma de tratar a tu familia?–Que yo recuerde ustedes son primos como en quinto grado, hace mucho dejaron de ser de la casa de los Mendoza del Campo ¿Qué quieren en mis tierras?–Préstanos dinero – Felipe se queda pasmado – como sabes La Tormenta está en quiebra necesitamos dinero para comprar insumos y esclavos, los que teníamos han huido en su totalidad–Sabemos que lograste rescatar La Primavera luego de que casi la enviaras a la bancarrota, entonces puedes facilitarnos efectivo–Es cierto logré sacar a mi hacienda del problema en que la metí, pero ustedes dilapidaron en seis meses lo que su madre les heredó, y sobre todo ustedes dos son tan inútiles que aunque les diera mi hacienda como préstamo la llevarían a la ruina en un par de horas, ¿creen que no sé qué ustedes gastan el dinero en juegos y prostitutas?–Mejor cuida tu boca Adrián–¿O es que acaso quieres que digamos por qué solicitaste tanto dinero al banco?–Pueden hacerlo
Se gira y no ve a Catalina – ¡Catalina!Se gira y no ve a Adrián – ¡Adrián!–¡Por Dios, señor Mendoza del Campo los niños, los niños están en el río! – ambos hombres ven como los niños son tragados por el agua y sacados se dirigen hacia una cascada–¡Francisco!–Si señor Mendoza del Campo–¡Ordena a los Esclavos que se adelanten, que formen una barricada con lo que encuentren, Pedro vamos! – ambos hombre dan la orden a sus caballos y estos galopan hacía el ríoTragando cada vez más agua – ¡papi, papi tengo miedo ayúdame! – siente que es abrazado por alguien – ¿joven Mendoza del Campo?–No dejaré que nada malo te pase, yo te cuido ¿sí? Soy el mayor y el responsable ¡papi!Mientras ambos niños son arrastrados por las aguas más adelante los esclavos tratan a toda marcha de hacer una barricada con troncos y lo hacen contra el tiempo y con sus vidas en juego, saben que si algo les pasa a esos dos niños Miguel Ángel Mendoza del Campo los hará azotar hasta la muerte.–¡Señor Mendoza del Campo
–Bien peque – abriendo el corral, el novillo sale, se acerca a él y succiona sus dedos – sigues siendo el mismo bebé que Catalina cuidaba – sonriendo – bien sal de la hacienda y ve a buscar a Catalina – como si el animal entendiera sale corriendo y se dirige a las puertas de la hacienda – “Catalina por favor ve al río”En La Sacerdotisa–Bien – sonriendo – acá tienes tu pago Pablo–Eres muy amable Catalina – sonriendo – ¿vas a hacer algo más hoy?–Tengo que ver las plantaciones de arroz, y luego iré al río – sonrojada – “Adrián, mi amor quiero verte, aunque sé que siempre terminamos peleando” ya sabes si viene esa señorita Palomino no la dejen pasar, no quiero a esa mujer cerca de mí – se pone de pie y se dirige a los establos–Martín–Si señor Pablo ¿Qué pasa?–¿A qué crees que vaya Catalina al río? – sonriendo–Yo supongo que quiere ir a ver a cierto señor engreído de cabello negro – sonriendo – Pablo, he estado pensando el señor Mendoza del Campo y Catalina ¿no serán parientes? – Pa
–“Genial ¿Cómo voy a arreglar esto?” le dije que ella estaba muerta para mí, que podía irse con ese hombre inglés – Felipe apenas pone una de sus manos en su rostro – si lo sé no me lo tienes que decir soy un imbécil–No pudiste decirlo mejor, bien Adrián ahora mira como resuelves esto porque Catalina dijo que no quería volver a saber de ti, que te podías ir al diablo y que estabas muerto para ella – Adrián se queda pasmado – bien Adrián te dejo cuídate y si logras que Catalina te perdone, cuídala – le da la espalda y saleMientras Adrián piensa en qué hacer para que Catalina lo perdone, ella está en su habitación profundamente dormida, luego de llorar durante toda la tarde. A la mañana siguiente Catalina está en su despacho luego de ir al ordeño durante la madrugada, al llegar hay un regalo esperando por ella.–Señorita Ponce y Galán – haciendo una reverencia – un esclavo de La Primavera ha traído esto para usted – entregando un ramo de rosas blancas sin espinas –¿Sabes quién las en
–“Genial ¿Cómo voy a arreglar esto?” le dije que ella estaba muerta para mí, que podía irse con ese hombre inglés – Felipe apenas pone una de sus manos en su rostro – si lo sé no me lo tienes que decir soy un imbécil–No pudiste decirlo mejor, bien Adrián ahora mira como resuelves esto porque Catalina dijo que no quería volver a saber de ti, que te podías ir al diablo y que estabas muerto para ella – Adrián se queda pasmado – bien Adrián te dejo cuídate y si logras que Catalina te perdone, cuídala – le da la espalda y saleMientras Adrián piensa en qué hacer para que Catalina lo perdone, ella está en su habitación profundamente dormida, luego de llorar durante toda la tarde. A la mañana siguiente Catalina está en su despacho luego de ir al ordeño durante la madrugada, al llegar hay un regalo esperando por él.–Señorita Ponce y Galán – haciendo una reverencia – un esclavo de La Primavera ha traído esto para usted – entregando un ramo de rosas blancas sin espinas –¿Sabes quién las enví
Catalina entra en su habitación, mientras seca su cabello que ya da hasta más allá de la espalda baja y usando una bata – ¿Por qué esta apagada la luz? Bueno debo suponer que Martín la apagaría – se gira para cerrar la puerta cuando ve un par de brazos largos cerrando su paso – ¿Qué haces en mi habitación, cómo entraste a mi hacienda, peor a mi casa? – sonrojada–Bueno Catalina, es que me aseguré de ver cada cuantas horas tus trabajadores hacen cambio de guardia, además averigüé que tú ordenas dejar la casa grande sola – retirando el cabello de Catalina y besando su cuello–Vete, además ¿no estabas contento recibiendo toda la atención de esas arrimadas? –evidentemente celosa–No me digas, mi niña de ojos azules sintió hoy celos, bueno entonces creo que hice un buen trabajo – aprisionando a Catalina contra la puerta, en ese momento Martín toca la puerta–Catalina – Catalina se queda pasmada y Adrián la gira para besarla – Catalina ¿estás dormida?–No…no Martín sabes que hoy tuve un día
–¡Suéltenme, ¿Cómo se atreven a tratar así a la futura hija de Catalina Ponce y Galán?! ¡haré que Catalina los azote por esto! – mientras a empujones la sacan y cae de forma estrepitosa al suelo–La señorita Ponce y Galán le ha prohibido la entrada, los tiros que lanzaron los hombres fueron de advertencia, a la próxima no habrá consideraciones, usted puede ser muy mujer y lo que sea, pero usted no es nada de la señorita Ponce y Galán, ella ya tiene pareja y es un hombre de Gran Bretaña–¡Al menos digan el nombre de ese cerdo! “maldito cuando sepa quién es tu amante lo borrare del mapa, yo seré la señora de esta hacienda”–Ella no nos ha dicho nada, puesto que está esperando una respuesta de aquel hombre–¿Qué respuesta?–Ella, señorita Palomino; le ha escrito para decirle que lo ama y que venga a España a vivir con ella – Fernanda abre sus ojos totalmente sorprendida – aparte le ha escrito al señor Altamirano, para saludarlo y preguntar por la señora Brown y las señoritas Brown, bien n