Pari se sentía deprimida, había cambiado su decisión y quería darse una oportunidad con Gian, pero por su testarudez había dejado atrás la oportunidad de ser feliz. — ¿Acaso eres la Cenicienta que dejas tu zapatilla tirada?Pari se giró y encontró a Gian con su maleta y el zapato en la mano así como con una sonrisa que le llegaba a los ojos, —Pero ya tu avión partió, ¿O me equivoqué de horario?— No te equivocaste solo que me arrepentí no puedo irme de aquí sin ti. Gian abrió sus brazos y ella corrió hasta él, Pari sintió como si volviera a estar en su hogar, su pecho se sentía cálido y cómodo, es allí donde quería estar a partir de ahora. — ¿Tenías algo que decirme?—, preguntó Gian con picardía.— Si, no he dejado de pensar en ti y lo que pasó entre nosotros, quiero que me des la oportunidad de aprender a amarte como lo mereces sin medias tintas. — Ya me amas, lo sé, solo te aferraste a lo que conocías, tienes miedo es normal, pero confía en que yo nunca te dejaré, lo quiero todo
Un tiempo después.Aquella llamada que tanto temía Arin, finalmente sucedió aquella mañana cuando lo llamó el detective que llevaba el caso de Kaira, —Hola, sinceramente no quiero contestarle la llamada.— Y honestamente yo no quería llamarte, pero no tengo alternativa, primero antes que nada déjeme saludarle y comentarle que en los próximos días será finalmente el juicio de los hermanos Menón.— Al fin, podremos darle cierre a tan terrible situación.— Lo mejor de todo es que tu hermana no tendrá necesidad de asistir como testigo, pues hay mucha evidencia física para tener un caso fuerte contra ellos.— Eso es mucho mejor, excelente noticia, no quiero que se entere de nada ni sienta miedo.— Respecto al motivo de mi llamada… ya se venció el tiempo de espera para que su esposa aparezca, a partir de hoy formalmente será declarada muerta.— No quería llegar a este día—, no me quiero despedir aún, mi corazón se niega a creer que esté muerta.— Lo siento, le llevaré el documento esta sema
Arin se sintió un poco tonto por reaccionar sin pensar y se sintió agradecido de no haber alcanzado aquella mujer, pues se podría meter en un gran lío.“Vendré luego a visitar la joyería para intentar contactar a la dueña, pero creo que por los momentos debo mejor ir a visitar a mis hermanos”.Unos minutos más tarde llegaba en un taxi a la propiedad de Yash. Era una gran mansión, con un terreno que abarcaba una manzana entera. Tocó el intercomunicador y se percató de que había reforzado la seguridad, pues había cámaras por doquier.— ¡Tanvi!, qué emoción, ya te hacía jubilada y descansando en tu casa, mi hermano es un explotador—. Arin tomó aquella mujer de la tercera edad que había sido la nana de todos cuando estaban pequeños y la abrazó.— No puedo creerlo, ha llegado mi niño, tantos años sin verte.— He estado demasiado ocupado, lo siento, esperaba verte durante la celebración de mi matrimonio, pero no asististe. — ¿Qué va a hacer una vieja como yo en un lugar así? Ya estoy muy ca
Arin no parecía muy convencido con los cambios, pero no podía opinar, pues al fin y al cabo era la casa de su hermano y él no tenía derecho a opinar.— Mejor volvamos a dentro, luego podemos hacer algo con la pequeña traviesa si no estás demasiado ocupado.— Creo que mi trabajo puede esperar, estás aquí por poco tiempo, así que prefiero que lo pasemos juntos—. A pesar de las circunstancias y de la sorpresa inicial, Yash se alegraba de ver a su hermano.— Excelente.Yash lo llevó a una habitación que daba con vista al frente, no era la que él solía ocupar, pero a este punto ni preguntó a qué se debía, “Quizá mi hermano aún me guarda rencor por lo ocurrido, al final a él también lo maltrate por mis celos estúpidos, antes de irme debo corregir la situación, valoro demasiado nuestra relación para dejarla perder”.Arin se dio un baño mientras sopesaba qué hacer ante aquel ambiente tenso y, para su suerte, al salir de la habitación encontró a Yash en la sala enviando mensajes: —Hermano, qué
7 meses antes Kaira no tuvo tiempo para llorar la muerte de su madre con el último suspiro, ella le había dicho que luchará por su vida, tenía que pensar rápido, pues el fuego consumía con rapidez aquella casa que había sido su hogar por tantos años.Estaba amarrada a una silla y debía encontrar la manera de liberarse, lo más cercano era el cuchillo ensangrentado en el brazo extendido de su padrastro.Debía mover la silla hasta llegar allí, pero aunque comenzó bien al intentar hacerlo más rápido, perdió el equilibrio y su silla cayó de lado en un área que ya estaba en llamas, su cara dio con el suelo causándole un gran dolor.El golpe era lo de menos, pues su piel parecía cocinarse pegada a la madera de aquel suelo, llena de desesperación, se arrastró hasta el cuchillo, los primeros movimientos para su liberación transcurrieron con cortes y quemaduras en sus manos; sin embargo, cumplió su objetivo, pues logró liberarse.Le costaba respirar, el humo había entrado en sus pulmones, esta
Arin permaneció entre las sombras hasta que la silueta de la mujer volvió adentro. Estaba oscuro y debía asegurarse sin duda alguna de que era Kaira antes de decir nada más, pero de pronto cayó en cuenta que lo que significaba era padre y esos bebés que escuchó llorar eran suyos.Se sintió enternecido, pero a la vez indignado y enfurecido. ¿Cómo era posible que sus propios hermanos le ocultaran algo así? Había sufrido todos esos meses y se había sentido culpable de la muerte de su esposa e hijo, y era una mentira.“Debo calmarme, no puedo repetir los errores del pasado de acusar y actuar sin saber todo lo que pasó, pero es claro que ninguno de los tres me consideran digno de estar a su lado, está vez debo ser más inteligente”Mientras tanto, Yash estaba acostado en su cama, pensando en la posición tan difícil en la que se encontraba. “Me llena de dolor, ocultarle la verdad a mi hermano, pero no puedo romper la promesa que le hice hace meses a Kaira aquel día en Tailandia”.Seis meses
Arin no podía dejar de ver a Kaira parecía no solo mucho más hermosa, sino que había adquirido su semblante más madurez, pero cuando llegó a sus ojos se le partió el corazón, pues reflejaban una profunda rabia y decepción.— Creo que debes irte, obviamente no eres bienvenido, este es mi hogar y no tienes derecho a irrumpir de esta manera, por favor vete.Ella caminó apresuradamente hacia dentro de la casa seguida por Arin quien la tomó del brazo antes de que pudiera subir las escaleras, seguido por Anika y su nana que le pedían calma.— Debemos hablar Kaira, no puedes simplemente darme la espalda y desaparecer.— Déjala Arin…— Anika, hermana tranquila, solo danos un momento.Kaira se giró y miró a sus defensoras para que estuvieran más tranquilas y estás les dejaron a solas, luego se dirigió a Arin, —Creo que dejaste en claro tu posición el último día que nos vimos.— Sobre eso yo…— Si no te contacté en todo este tiempo, es porque no deseo verte. Decidí comenzar de nuevo y creo que
Arin estaba ofuscado, por primera vez le había levantado la mano a su hermano, además de ofenderlo con palabras. Estaba fuera de control, pues no creía en la violencia como manera de solucionar las cosas.— Yash, no sé qué tratas de hacer, pero todo esto me tiene desconcertado. No quiero pelear contigo, pero si te interpones en mi camino, te juro que no lo pensaré para destruirte porque amo a Kaira.Yash se pasó las manos por la cara y de pronto se sentó despreocupadamente en el sofá. —Ahora que tengo tu total atención y ya te desahogaste, ¿qué vas a hacer para recuperarla?— Estás completamente loco, no me acabas de decir que estás con ella.— Solo quería despertar tus instintos básicos.— ¿Acaso vas a ayudarme?— Por supuesto, siempre que en tus planes no esté hacerle daño, cambiar de parecer a cada rato y que estés dispuesto a esforzarte para ganártela y valorarla y cuidarla después.— Lo reconozco, fui un patán, imbécil, egocéntrico, estúpido, desconfiado y todos los insultos que