Tan solo me quedan dos horas para llegar a Madrid y así poder verlo… después de la conversación que tuvimos el otro día, no puedo esperar para demostrarle que todo lo que haga Máximo me importa absolutamente nada. No sé qué carajo se le cruzo por la mente para ni siquiera hablar con Bautista y decirle que quería volver conmigo, sabía que era un imbécil, pero ¿tanto? No hay manera que mis sentimientos por Bautista cambien y mucho menos ahora donde cada día a su lado es una nueva lección, una que me enseña cómo debe de ser el amor verdadero.
Finalmente aterrizamos en el aeropuerto de Barajas y cuando todos los pasajeros ya han salido del avión, tomo mi maleta y hago lo mismo. Está vez le he pedido a Bautista que me esperara en casa; no quiero que alguien lo vea y se arme un gran escándalo. Estamos pasando por muchas cosas a la vez y la verdad que
[BAUTISTA]Estoy con ella acomodada entre mis piernas, su cabeza esta apoyada sobre mi pecho aun dentro de esta bañera donde nuestros cuerpos se han dado la bienvenida mutuamente. Escucho sus suspiros mientras que sus manos juegan con las mías apoyadas sobre su abdomen y no puedo más que sentirme el hombre más afortunado del mundo. —Me encanta darte la bienvenida de esta manera.— Le digo interrumpiendo el silencio en este baño.Ella inclina su rostro un poco para mirarme y me lanza una de esas hermosas sonrisas que tanto me gustan —Y a mí me gusta llegar a casa y que me des la bienvenida de esta manera. Me haces sentir la mujer más especial del mundo.—No puedo creer que aun tenga dudas de que ella realmente es la mujer más especial del mundo —Cariño, tu eres la mujer más especial del mundo.— Le digo enfatizando la palabra eres.—Gracias amor...
El ruido de la alarma me hace despertar; si no fuera por eso, no lo haría ni por casualidad después de la noche de anoche. Lo veo plácidamente dormido a mi lado cubierto por esa tímida sabana y me es imposible no recordar la manera que me hizo el amor anoche; es tan perfecto. Cuando ayer me dijo que, de haber sabido la razón del divorcio de mi padre, él probablemente no estuviera a mi lado, hizo que todo mi mundo se sacudiera. Por una parte, nunca hable del tema con él porque realmente creía que mi padre le había contado la razón de su divorcio y por otro lado de verdad que creí que mi padre en algún momento entendería lo mío con Bautista.Si anoche Bautista me hubiese dicho que quería terminar con todo esto, no sé que hubiera hecho. Lo amo tanto que me es difícil imaginar mis días sin su amor, sin sus besos, sin sus caricias, sin su voz... No quiero p
Entro al restaurante donde me ha citado y al llegar a la mesa me sorprende verlo con un ramo de flores —Te extrañaba— Me dice poniéndose de pie y entregándome las rosas.Le doy un corto beso ya que no quiero que llamemos la atención y solo puedo observar las flores; es la primera vez que me regala rosas —¿Y esto?— Le pregunto.—Me apetecía demostrarte lo mucho que te amo y creo que las rosas son un buen comienzo.— Se explica con una media sonrisa de esas que me fascinan.—Me encantan... no conocía esta faceta tuya tan romántica.— Le digo honestamente.El camarero se acerca a nosotros para tomar nuestra orden haciendo que guardemos silencio y una vez que se retira, volvemos a la normalidad —Siento no haberla demostrado antes. Es que todo entre nosotros es tan diferente...— Comenta y comprendo muy bien de qué habla.—Si, no
Gabriel va acercándose a nosotros y yo solo siento ganas de matar a mi guapísimo novio, 《¿Por qué no se ha quedado callado y hacia las cosas más fáciles? Ah sí, porque es un terco celoso...》 Me auto respondo. —Sabes, un día de estos te matare y no será de placer precisamente.— Le susurro con una sonrisa forzada.—Cualquier manera en la que tú me mates estará bien... recuerda que soy todo tuyo.— Me responde de la misma manera. —Pero entiende que jamás dejare que haya ni siquiera una mínima posibilidad para que te pierda por mi culpa.— Comenta y ya con eso vuelve a hacer que me muera de amor por él.—Hola Abril... ¿Bautista? ¿Qué haces aquí?— Le pregunta Gabriel, claro que lo haría.—Estaba reunido con Abril contándole del nuevo estudio. Tú ya has hablado de es
El fin de semana ha pasado demasiado deprisa, pero a su lado todo sucede de esta manera, el tiempo nunca es suficiente cuando estoy con él. Afortunadamente, hemos podido limar cualquier aspereza que había entre los dos, pero lo que más me ha llamado la atención ha sido su manera de actuar en estos días. Realmente no sé qué es lo que le sucede; ha estado como nervioso, pero no me ha querido decir que es lo que le está pasando. —Bueno guapo, te veo en cuatro días.— Le digo mientras me despido de él dentro del auto.—Vale cariño, no te olvides de traerme los alfajores que tanto me gustan de Buenos Aires.— Me recuerda sonriente.—Vale... ir allí me trae muchos recuerdos.— Le comento mirándolo fijamente y sonriéndole.—A mi también... hace un poco más de seis meses te conocí allí.— Rebate y puedo
[BAUTISTA]En estos momentos soy el hombre más feliz del mundo, me dijo que sí. Bajamos del avión tomados de la mano y sé que ella debe seguir trabajando, pero esta noche será para que festejemos. —No puedo creer que hayas volado de Madrid a Buenos Aires y de Buenos Aires a Miami solo para pedirme matrimonio.— Me dice mirándome con una enorme sonrisa tatuada en su rostro.—¿Solo para pedirte matrimonio? Creo que eso es mucho.— Comento entre risas.—Me refiero a que has volado casi 24 horas para hacerlo cuando pudiste haberlo hecho en Madrid.— Me aclara mientras vamos caminando por el aeropuerto.—Tenía planeado pedirte matrimonio el día de tu cumpleaños. Lo que sucede es que no sabía cuando era.— Le digo entre risas —Cuando me entere de la fecha tuve que adelantar todos mis planes... además, justo coincidió que e
Con Bautista tomándome por la cintura y sus labios besando mi cuello, abro la puerta de la habitación. Enciendo las luces y sus manos atrapan mi cuerpo haciéndolo prisionero de su necesidad. No es necesario ni siquiera que digamos nada porque los dos entendemos perfectamente bien lo que queremos; al otro... eso es lo que necesitamos.Sus manos traviesas se van colando por debajo de mi falda —Te dije que tu provocación no te saldría gratis.— Me recuerda y sus dedos rozan ese punto de mi ser haciendo que un gemido se escape de mí.Sigue torturándome de una manera que me encanta y solo puedo aferrarme a él intentando absorber las sensaciones que causa en mí. Intento mover mis manos para comenzar a deshacerme de su ropa, pero él remueve sus dedos de mí y me comienza a besar de una manera desesperada —Te tengo que confesar que soy fanático de tu boca mi amor.— M
[BAUTISTA]La observo mientras se coloca mi camiseta después de haber hecho el amor y me parece lo más sexy del mundo. —Te ves increíblemente sexy con mi camiseta.— Le digo mientras me acerco a ella y luego le planto un beso.—Me gusta mucho usar tu ropa, tiene tu aroma.— Me responde y por mi dejaría que usara mi ropa todo el tiempo.—Úsala cuando gustes...— Comento y de repente golpean la puerta y sé que ya ha llegado mi sorpresa para ella. —Cariño, porque no vas al baño un instante mientras preparan todo, no quiero que distraigas al hombre del “room service”— Le digo sonriente.—Vale— Dice y me planta un beso.Una vez que escucho la puerta del baño cerrarse entran dos hombres con todo lo que había pedido en la nota que les di en la recepción sin que ella se diera cuenta. Champagne,