Estoy esperando a subir a mi próximo vuelo y la verdad es que debo hablar con Bautista, tengo que saber cómo le ha ido con mi padre, estoy preocupada de que las cosas hayan empeorado entre ellos. Me encantaría que mi padre aceptara mi relación con él y de esta manera poder tener un acercamiento con mi padre a través de la cinematografía. Mi padre y yo nunca tuvimos la mejor relación, pero al menos nos llevábamos cuando era necesario, pero desde lo de Máximo todo ha ido de mal en peor y ahora no ha sido la excepción con lo de Bautista.
Necesito que lo entienda, me urge que lo acepte y que deje de comportarse como un adolecente orgulloso. No puedo soportar que quiera perjudicar a Bautista por el simple hecho de que él me ame; no me parece justo. Camino por el área de espera y me paro frente al gran cristal que deja ver la pista y el avión donde en algunos minutos deberé subi
[BAUTISTA]La escucho decirme que seré el mejor padre del mundo y tan solo puedo imaginarme un hijo junto a ella… solo con ella, de no ser así no lo veo como algo posible —No estoy seguro, pero hare mi mayor intento; después de todo, la madre será una mujer increíble. — Le digo de manera picara y con una sonrisa que cubre todo mi rostro.—¡Tengo que hablar contigo De Rosi!— Me grita alguien. Reconozco su voz y volteo para ver si mis sospechas son ciertas.—Cariño, debo dejarte. Alguien quiere hablar conmigo. — Le digo de prisa con la esperanza de que ella no lo haya escuchado. No quiero que se preocupe.Cuelgo la llamada lo más rápido posible y me pongo de pie mientras Máximo se acerca a mí. No entiendo que es lo que busca ahora, pensé que la última vez que nos habíamos visto las cosas habían quedado más
[BAUTISTA]Regreso a mi casa después de haber pensado en todas las posibilidades de lo que pueda ocurrir con lo que me ha dicho el imbécil de Máximo. Detesto sentirme así porque Abril se ha encargado de demostrarme una y mil veces lo que siente por mí, pero la inseguridad me está ganando. —¿Qué te sucede?— Me pregunta Carolina al cruzarnos en la escalera.—¿Tienes tiempo para que te cuente?— Le pregunto con una media sonrisa fingida.Ella asiente y sube la escalera conmigo. Entramos en mi habitación y me acuesto boca abajo como cuando era un adolecente. Ella se sienta en el borde de la cama y me mira atentamente. —Cuéntame.——Hay hermanita me pasan tantas cosas y todas relacionadas al amor. Por una parte, el padre de Abril que no acepta lo nuestro y siento que aunque con ella queramos hacer como si no pasara nada… pasa de tod
Tan solo me quedan dos horas para llegar a Madrid y así poder verlo… después de la conversación que tuvimos el otro día, no puedo esperar para demostrarle que todo lo que haga Máximo me importa absolutamente nada. No sé qué carajo se le cruzo por la mente para ni siquiera hablar con Bautista y decirle que quería volver conmigo, sabía que era un imbécil, pero ¿tanto? No hay manera que mis sentimientos por Bautista cambien y mucho menos ahora donde cada día a su lado es una nueva lección, una que me enseña cómo debe de ser el amor verdadero.Finalmente aterrizamos en el aeropuerto de Barajas y cuando todos los pasajeros ya han salido del avión, tomo mi maleta y hago lo mismo. Está vez le he pedido a Bautista que me esperara en casa; no quiero que alguien lo vea y se arme un gran escándalo. Estamos pasando por muchas cosas a la vez y la verdad que
[BAUTISTA]Estoy con ella acomodada entre mis piernas, su cabeza esta apoyada sobre mi pecho aun dentro de esta bañera donde nuestros cuerpos se han dado la bienvenida mutuamente. Escucho sus suspiros mientras que sus manos juegan con las mías apoyadas sobre su abdomen y no puedo más que sentirme el hombre más afortunado del mundo. —Me encanta darte la bienvenida de esta manera.— Le digo interrumpiendo el silencio en este baño.Ella inclina su rostro un poco para mirarme y me lanza una de esas hermosas sonrisas que tanto me gustan —Y a mí me gusta llegar a casa y que me des la bienvenida de esta manera. Me haces sentir la mujer más especial del mundo.—No puedo creer que aun tenga dudas de que ella realmente es la mujer más especial del mundo —Cariño, tu eres la mujer más especial del mundo.— Le digo enfatizando la palabra eres.—Gracias amor...
El ruido de la alarma me hace despertar; si no fuera por eso, no lo haría ni por casualidad después de la noche de anoche. Lo veo plácidamente dormido a mi lado cubierto por esa tímida sabana y me es imposible no recordar la manera que me hizo el amor anoche; es tan perfecto. Cuando ayer me dijo que, de haber sabido la razón del divorcio de mi padre, él probablemente no estuviera a mi lado, hizo que todo mi mundo se sacudiera. Por una parte, nunca hable del tema con él porque realmente creía que mi padre le había contado la razón de su divorcio y por otro lado de verdad que creí que mi padre en algún momento entendería lo mío con Bautista.Si anoche Bautista me hubiese dicho que quería terminar con todo esto, no sé que hubiera hecho. Lo amo tanto que me es difícil imaginar mis días sin su amor, sin sus besos, sin sus caricias, sin su voz... No quiero p
Entro al restaurante donde me ha citado y al llegar a la mesa me sorprende verlo con un ramo de flores —Te extrañaba— Me dice poniéndose de pie y entregándome las rosas.Le doy un corto beso ya que no quiero que llamemos la atención y solo puedo observar las flores; es la primera vez que me regala rosas —¿Y esto?— Le pregunto.—Me apetecía demostrarte lo mucho que te amo y creo que las rosas son un buen comienzo.— Se explica con una media sonrisa de esas que me fascinan.—Me encantan... no conocía esta faceta tuya tan romántica.— Le digo honestamente.El camarero se acerca a nosotros para tomar nuestra orden haciendo que guardemos silencio y una vez que se retira, volvemos a la normalidad —Siento no haberla demostrado antes. Es que todo entre nosotros es tan diferente...— Comenta y comprendo muy bien de qué habla.—Si, no
Gabriel va acercándose a nosotros y yo solo siento ganas de matar a mi guapísimo novio, 《¿Por qué no se ha quedado callado y hacia las cosas más fáciles? Ah sí, porque es un terco celoso...》 Me auto respondo. —Sabes, un día de estos te matare y no será de placer precisamente.— Le susurro con una sonrisa forzada.—Cualquier manera en la que tú me mates estará bien... recuerda que soy todo tuyo.— Me responde de la misma manera. —Pero entiende que jamás dejare que haya ni siquiera una mínima posibilidad para que te pierda por mi culpa.— Comenta y ya con eso vuelve a hacer que me muera de amor por él.—Hola Abril... ¿Bautista? ¿Qué haces aquí?— Le pregunta Gabriel, claro que lo haría.—Estaba reunido con Abril contándole del nuevo estudio. Tú ya has hablado de es
El fin de semana ha pasado demasiado deprisa, pero a su lado todo sucede de esta manera, el tiempo nunca es suficiente cuando estoy con él. Afortunadamente, hemos podido limar cualquier aspereza que había entre los dos, pero lo que más me ha llamado la atención ha sido su manera de actuar en estos días. Realmente no sé qué es lo que le sucede; ha estado como nervioso, pero no me ha querido decir que es lo que le está pasando. —Bueno guapo, te veo en cuatro días.— Le digo mientras me despido de él dentro del auto.—Vale cariño, no te olvides de traerme los alfajores que tanto me gustan de Buenos Aires.— Me recuerda sonriente.—Vale... ir allí me trae muchos recuerdos.— Le comento mirándolo fijamente y sonriéndole.—A mi también... hace un poco más de seis meses te conocí allí.— Rebate y puedo