Bajo la escalera mientras termino de acomodar mi vestido con él detrás de mi acomodándose las mangas de su camisa. Aún no puedo creer que lo hayamos hecho en mi cama, en esta casa, con cientos de personas en una fiesta y mi padre entre ellos... —Aún no te lo he dicho, pero ese vestido te queda de infarto— Me dice al oído casi en el último peldaño de la escalera. Giro mi rostro para verlo y con mi dedo índice le pido que se acerque, él me hace caso.
—Me ha encantado hacerlo a escondidas... fue excitante. — Le murmuro.
Siento que muchos de los invitados me observan después del escándalo que armó Santiago en medio de la fiesta; no puedo seguir aquí, me siento muy incómoda. —Pa, me voy... termina de disfrutar de tu fiesta. — Le explico mientras que lo abrazo para despedirme.—¿No te quedarás a dormir aquí? — Pregunta sorprendido por mi decisión. Cada beso es más urgente, nuestras bocas son ese punto donde nuestra pasión comienza y pareciera que no tiene fin. Sus manos encuentran nuevamente la cremallera de mi vestido tal como lo hizo en aquella habitación de la casa durante la fiesta, y las mías quitan su americana tirándola en el piso. —No tienes ni idea de lo mucho que te deseo— Me dice con sus labios en mi cuello. Sus palabras son el detonante para que me urja tenerlo desnudo lo más pronto posible.—Me doy cuenta— Le respondo sonriente clavando mi mirada en la suya. Nuestras prendas van cayendo una a una en el suelo de20. ¿Que está sucediendo aquí?
Miro a mi lado y lo observó dormir profundamente, estudio su cuerpo intentando encontrar algún patrón en la forma están distribuidas las pecas en su espalda, pero no, no dibujan ninguna figura tan solo cubren su piel haciéndolo ver más sexy de lo que ya lo es. Me dan ganas de besar toda su piel, pero si lo hago él no se ira y eso es lo que necesito ahora. —Bautista... despierta— Le pido mientras lo muevo lentamente. De a poco él abre sus ojos y algo confundido pregunta &mdash
Bajamos de su auto el cual ha estacionado cerca de la playa, lo sigo sin tener la más mínima idea de que es lo que haremos ni a donde nos dirigimos, y extrañamente sujeta mi mano como si yo me fuera a escapar, cosa que creo que no es conveniente ya que alguien podría reconócelo y mal interpretar la situación. Lo suelto y al hacerlo él me mira confundido —¿Te molesta que te de la mano? — Cuestiona. La temperatura del agua esta exquisita, me limito a nadar cerca del yate porque tengo miedo de acalambrarme y ahogarme. Estoy flotando de espalda permitiendo que el sol pegue en mí y así relajarme aún más hasta que de pronto, sus manos me sorprenden colocándose por debajo de mi cuerpo casi como sosteniéndome.—¿Puedo preguntarte algo? — Abro mis ojos a pesar de que me molesta el sol y lo miro 23. Thinking About us
Amanezco enredada a su cuerpo en la cama de esté yate y de inmediato inhalo absorbiendo el aroma de su piel, «es adictivo...»—Buenos días— Me dice con sus ojos aún cerrados.—¡Estás despierto! — Le reclamo dándole un pequeño golpe sobre su pecho.
Todo a mi alrededor está oscuro, caigo y caigo en este extraño lugar; mi cuerpo no reacciona y mucho menos puedo abrir mis ojos. Una sensación de paz me invade, siento que floto como si mi cuerpo no pesará absolutamente nada. —¡Abril! ¡Abril!— Escucho a lo lejos, es su voz... —¡Por el amor de Dios, despierta!— Sigue diciendo. Se que me sigue hablando, pero no puedo entender lo que me dice. Un fuerte golpe en mi pecho me hace salir del lugar donde estoy —¡Que te despiertes te digo!— Su suplica me conmueve y por primera vez quiero abrir mis ojos, pero no puedo por más que lo intento. —¡Tú no...!— Me grita. El peso en mi pecho nuevamente hace que mi cuerpo reaccione —Te lo suplico— lo escucho d
No ha habido fuerza humana que hiciera que Bautista me dejara quedar sola en el hotel. Así empapado como esta, se ha puesto una sudadera, una gorra y lentes de sol para que nadie supiera que quien estaba viniendo conmigo era el famoso director de cine; en mi opinión así llama más la atención, pero no es algo en lo que nos vayamos a poner de acuerdo. Lo veo entrar al baño mientras me quitó mi ropa que también está empapada y ver la manera que esos pantalones se le pegan al cuerpo al igual que su camiseta es él delirio de cualquier mujer.Último capítulo