Capítulo 14: Los secretos no siempre son secretos. Parte V

Gemma Stone.

Y como siempre, la curiosidad mató al gato…

Mi semblante cambia de golpe al presenciar la escena.

Se están besando y tocando sin pudor algún, como si no hubiera un mañana.

¡No me lo puedo creer!

Me entran unas nauseas profundas por la escena que estoy presenciando, y me siento mal por no saber qué hacer. Me encuentro petrificada en mi lugar sin ser capaz de moverme o poder pronunciar algo para que paren de hacer lo que hacen.

Entran a la habitación y cierran la puerta de golpe, sin haber sido conscientes de que alguien ya presenció la escena, alguien que ni debía de haber visto lo que vio.

Hago lo que puedo y me reincorporo en mi lugar tratando de procesar todo. Tengo la garganta levemente reseca.

Ivy… Ivy está