Mary

Los últimos días han sido demasiado agotadores, creo que mi cabeza va a explotar con tanta cosa. Hoy he experimentado algo que no le deseo a absolutamente nadie, pero que sin duda me tiene la vida hecha cuadritos.

Salgo con la toalla envuelta en mi cabeza, Jacob está leyendo un poco, levanta su rostro y me pide que me siente sobre él.

—Hoy fue un gran día ¿no lo crees? —dice mientras mete la mano por mi espalda.

—Lo fue, en especial porque la pasamos todo el día juntos.

—En efecto —comienza a regar besos en mi cuello—. Y sabes que es lo mejor —susurra con voz ronca—. Lo mejor es que la noche la pasaremos los dos sin nadie interrumpiéndonos y sin nadie que esté poniéndose en el medio.

El giro mi rostro y comenzó a besarme, mientras tus manos recorrían mi cuerpo de forma brusca.

Me sentía completamente incómoda, él me besaba y estaba aparentemente disfrutando el momento, sin embargo, conmigo no pasaba lo mismo. Cerraba mis ojos e imaginaba otros brazos tocándome, otra boca