Logan
Paso saliva, parpadeo un par de veces más, me pongo de pie al verla. Se ve cambiada, sin embargo, tiene ese mismo lunar que recuerdo. Ella me observa como si nada pasara y mi cuerpo y mi mente en realidad no funcionan. Jacob se disculpa por atender una llamada para dejarnos solos. Ella mantiene una sonrisa que hace que mi corazón se detenga por completo.
—Entonces señor, ¿Hacia qué dirección voy a llenar mis datos? —ella cuestiona con entusiasmo.
—¿Dónde estuviste todo este tiempo? casi me vuelvo loco sin saber de ti —mi voz salía débil, estaba realmente atónito. Ella me observaba con gran curiosidad, sin entender lo que le estaba diciendo o como si todo fuera una broma de mi parte.
—Estoy segura que está confundido señor, es la primera vez que lo veo en persona, porque déjeme decirle con gran admiración que lo he visto en las revistas de alta sociedad —ella pronuncia aquellas palabras como si todo fuera tal y como lo dice, como si nuestro pasado no existiera.
—No puedo creer lo que me estás diciendo ¿Te enamoraste de él? dime por favor ¿Es por él qué estás haciendo como si esto no fuera real? —Ella de inmediato cambió su postura y se puso seria—. Casi me vuelvo loco cuando me perdí, pensé que mi mundo se venía abajo, ni siquiera pude despedirme de ti. Amelia, por favor no hagas como si lo nuestro nunca existió.
—Lamento mucho por lo que tuvo que pasar, pero no soy esa Amelia de la que tanto habla, mi nombre es Mary Davis. —Estira su mano, pero mi confusión es grande.
Agarró mi cabeza, mis ojos se nublaron. Parece un bello espejismo y a su vez una terrible pesadilla. Giro mi cabeza cuando escuchó la voz de mi intrépido empleado.
—Mi amor, disculpa pero mi padre me llamó. —Él le da un beso—. Señor, ella es mi esposa, Mary. Le agradezco tanto la oportunidad que nos acaba de dar, porque lo que a ella le haga feliz a mí me hace feliz. —Volví a mi silla, mi concentración y mi juicio, en ese momento había desaparecido—. La llevaré para que llene los datos y de inmediato volveré a la revista. —Asiento con mi cabeza tomando mi computadora, tal vez distrayendo mi mente para poder procesar todo lo que acaba de pasar.
Ella coloca una sonrisa, aunque sé que se siente incómoda, sus gestos siguen siendo los mismos. Observo cada paso que da y lo peor es que en cada paso, demuestra que él ahora es su vida. Luego de algunos minutos, los aspirantes comenzaron a aparecer, en este lugar solo miraba los deportes que fueran sobre hielo, uno que otro lo observaba en otro lugar.
—Señor —Frank presiona mi brazo—. ¿Está bien? llevo hablándole hace más de diez minutos y usted parece no notarlo, ¿Se encuentra bien?
—Sí o no, no lo tengo claro aún, se me apareció un fantasma. ¿Cómo ves a los participantes?
—Hasta el momento bien, solo nos faltan algunos cuantos, ah y la chica que llegó de últimas. No comprendo como usted pudo autorizar que ella se inscribiera de último momento, cabe aclarar que no es que lo esté cuestionando pero, debería ser más equitativo.
—No te preocupes Frank, todo será por méritos propios, si veo que esa mujer no merece estar en este lugar y ganarse su puesto para ir a los torneos, ten por seguro que ella no quedará, aunque lo dudo.
En el fondo, algo me decía que ella iba a realizar las volteretas perfectas, que ella podía realizar todo con tanta perfección. Cuando siguió su turno, ella se ubicó con tanta pulcritud, bajo su mirada y movió sus brazos de forma vertical, ella tan solo cerró los ojos para que el ritmo fluyera en su cuerpo. Algunos movimientos eran torpes, tuve que estudiar mucho sobre esto, para tener la subjetividad adecuada y poder evaluar a los candidatos. Sus brazos y piernas se movían con cierta delicadeza y coordinación, sin darse cuenta uno de sus pies se ubico mal haciendo que ella resbalara y cayera, todos hicieron silencio, esta no parece ser ella, tantos años entrenando no hubiera generado tanto error.
—¿La descalificó de inmediato? —Frank me pregunta, mientras observo como ella está apenada saliendo de la pista.
—No, ella es una de las que queda en el equipo. —Me puse de pie y caminé para ir a la salida.
Sin embargo, mis pies me condujeron a otro lugar, ellos me llevaron a donde ella estaba. La miré y estaba sentada con sus manos en la cabeza, se estaba culpando por ser tan tonta, según ella. Me ubiqué a su lado llamando su atención.
—No eres tonta, tan solo cometiste un error. —Me da una sonrisa llena de compasión.
—Le prometí a Jacob que pasaría, él es la persona que más me ha apoyado en toda esta locura y no quiero defraudarlo. —Arrugué las cejas.
—Tranquila, pasaste. No por él, sino por ti. —Ella pega un grito y me da un abrazo espontáneo—. De pronto si hago esto, puedas recordar algo…
Me acerqué y agarré su mejilla para luego besarla con suavidad.
Logan Me separé cuando ella empujó mi cuerpo, para poder retirarlo del suyo. Posteriormente me dio una bofetada tan fuerte que sorprendido—Le pido por favor que no lo vuelva a hacer, siento mucho que usted me confunda con otra persona. Sin embargo, te voy a dejar claro que soy una persona totalmente diferente. —Ella pasa la mano por su cara—. No me importa, sí por lo que acabo de hacer si pierdes la oportunidad de estar en este lugar. Pero no voy a hacer el reemplazo de un fantasma en su vida —dice y creo que me estoy estrellando con la realidad. —No vas a perder la oportunidad, no quería llegar a importunar. —Puede ser el dueño de todo esto y tener mucho dinero, pero no le he dado el derecho ni el permiso de que pueda tratarme con confianza, por favor le pido que me trate de usted. —Pasé saliva, su frialdad al hablarme me había dejado completamente mudo.Y creo que no está muy equivocada, Amelia era totalmente diferente, era una mujer dulce y noble.—Le pido que se quede aprovec
LoganNo quería que esto se anunciara tarde, la verdad necesitaba salir de esto lo más pronto posible. No quiero que mi abuelo llegue a atentar contra mi revista, Eleonor estaba hablando con una de las chicas de servicio, la cual le comentaba que mi abuelo había aparecido de nuevo; estoy seguro que él estaba esperando que yo no estuviera en este lugar, para poder venir y hacerse ver como el rey de todo esto. Así que tendrá que pasar por encima de mí, está revista es mi único logro de la vida, la verdad toda esta estupidez romántica, del amor y muchas cosas más en mi vida no tienen cabida. Hoy me di cuenta que el amor no es para mí, la vida me ha decepcionado doble vez, tal vez hice algo malo en mi vida anterior para que en esta no pudiera sonreír con tranquilidad, tener algo bonito. Le envié el mensaje a Ruby, para que ella me alcanzará, mientras tanto, fui directo a la casa grande. En donde se está quedando mi abuelo, conduje en mi convertible color azabache. En el camino, puse alg
LoganCaminé hasta mi oficina, la noche había sido muy larga. Es como si hubiera retrocedido en el tiempo unos cuantos años. Al llegar todos se ubicaron rápido en su puesto de trabajo, como si hubiese arribado un ogro, al primero que vi fue a Jacob, creo que ahora se convertirá en mi talón de Aquiles. Entro y al momento ingresa Eleonor, ella mantiene un perfil bajo, se ubica a una distancia prudente y luego comienza a leer los pendientes. Mi mirada está en ese hombre, ¿qué puede tener él para que estén casados? —Señor ¿Me escuchó? Le acabo de preguntar si la junta del viernes quedará agendada, o si desea que la cancele —ella dice, muevo mi cabeza dándole a entender que ese tipo de preguntas me molestan de sobre manera. —Eleonor, creo que sabes mi respuesta. Las juntas no se cancelan, al menos que sea algo extraordinario —comenté sin mirarla. Encendí la computadora y comencé a teclear. Subí mi mirada y ella seguía allí. —¿Qué sucede? ¿Por qué no te has ido? —Levanté una ceja. Ella
Logan Llegué hasta mi apartamento, encendí todo y me recosté sobre el sillón. Creo que debería preocuparme por esa obsesión que estoy creando por ella. Es que no voy a negar que es increíblemente hermosa, tiene todo lo que siempre busqué. Abro el cajón de la mesa de al lado, ahí estaban las fotos que nos tomamos en esa ocasión. El día que cumplimos un mes de novios, ese día descubrí que ella era la mujer de mi vida. Su sonrisa, su mirada era lo único que a mí me hacía sentir vivo, ella era la única que me hacía salir de la realidad, con ella podía olvidar todos los problemas que habían en la casa. Solo con ella podía olvidar todo lo que mi papá y mi abuelo me decían, es increíble como ella con una sonrisa hacía que mi mundo fuera mejor, me es inevitable no llorar en el momento. Todos esos sentimientos habían muerto, sin embargo la llegada de Mary hizo que se desenterró todo lo que había decidido meter en lo profundo de mi alma. Recuerdo cada caricia que le hice y mi piel se eriza,
LoganMe ubico fuera de ese lugar, las ventanas tenues dejan muy poca vista de adentro. El lugar era pequeño, un tanto desolador, parecía esos lugares en donde pocas personas quieren entrar, pero deberás cerdo porque no tienen cómo entrar a un lugar más decente.Ella se ve allí, con su uniforme color blanco, atendiendo a un hombre que no deja de observarla con lujuria. Acomodo mis lentes, para poder entrar. La manecilla de la puerta, está suelta, pasó mi mano por la frente, las sillas están muy pegadas las unas a las otras, como si prefieren meter una cantidad de personas sin importar su comodidad. Me hago allí, frente a su paso. Ella viene tan distraída que no se da cuenta que estoy ubicado frente a su cuerpo, levanta su rostro lentamente y cuando me ve su gesto cambia, parece realmente incómoda.—Señor, ¡Qué sorpresa verlo por este lugar! —dice, luego gira su cabeza cuando el hombre que ordenó la llama pidiéndole más cosas.—Pasaba por el lugar, tenía hambre. —Mis ojos escanean tod
Logan Creo que hace mucho no tenía una noche tan agradable, eso hizo sin duda que me levantara con mejor humor. ¿Cómo sucedió eso? El recordar su rostro, al recordar cada cosa que ella hacía.Llegué hasta la revista, incluso más temprano de lo que normalmente llegó. Necesito terminar lo más pronto posible hoy mi trabajo, no me puede quedar algún pendiente, quiero que desde esta noche comience el plan para poder enamorarla de nuevo.—¿Podemos hablar? —levanto mi cabeza para ver a Ruby allí parada sosteniendo su cuerpo sobre el marco de la puerta.—Sí, no hay problema alguno. Necesito decirte un par de cosas y espero que te queden claras —musite con firmeza, ella entró y cerró la puerta con sutileza para poder sentarse en frente de mí.—Logan… —Veo que no te salen palabras de la boca, te voy a decir algo: quiero que dejes de decirle a todo el mundo que nos vamos a casar; necesito arreglar algunos asuntos de mi vida y sé que si haces eso vas a traer problemas para mí, así que por favor
LoganGolpeó la mesa, sintiendo el silencio absoluto en la sala de juntas. No puedo creer que estoy trabajando con incompetentes, personas que no son capaces de dar sus resultados. La presentación se detiene, unos a otros se miran como si estuvieran buscando la valentía para poder hablar y dar alguna justificación. Ruby observa con detenimiento a cada uno de los asistentes, tanto ella como yo estamos totalmente sorprendidos de los resultados de las últimas dos semanas. —Por lo visto ninguno de ustedes piensa decir nada, por lo que veo intenta lavarse las manos con excusas tontas —grité, ellos solo bajaron su cabeza.—Señor, —Eleonor llama mi atención—. Supongo que deberíamos reajustar el plan de trabajo, tal vez sí lo intentamos en dos días podemos tener todo listo para el lanzamiento de la nueva edición —ella habla muy cerca de mi oído. Como siempre me da soluciones factibles ante estas personas que no hacen más que colmar mi paciencia.—Ruby, trabajarás con seis personas. No podem
Logan Mientras estaba allí, acomodé mis cosas. En verdad era muy incómodo estar de esta forma. Sin embargo, creo que es una buena opción. Toma mi teléfono llamadas restaurante para hacer las reservaciones pertinentes. También le pedí a Frank que me llevara un cambio de ropa, observó el reloj y la hora se aproxima. La dueña del lugar se hace presente, pide un café y luego se sienta frente a mí.—¿Qué hace? —levantó una ceja, ella coloca su mano en la barbilla mientras que la acaricia levemente—. No le dije que podía sentarse. —Quiero comentarle algo pequeño, —le hago señas con mi mano para que hable—. En unos minutos largos cerraré la tienda, así que pensaba que si quiere que yo llame al señor Owen, para decirle que dejé a la muchacha aquí, debe darme más dinero. Porque realmente es muy poco lo que me mostró. —Hago una mueca realmente esta mujer es despreciable salió mucho más solapada de lo que pensé. —Hable claro, no me gusta que anden con rodeos. Dígame cual es el precio que uste