Amelia

Observaba a Logan jugar con mi hijo, sonreí al ver que al menos él no ha sentido todo lo malo que está pasando, me asomó a la ventana, aunque no lo quiera mañana debo verlo de nuevo y me duele, no sé como ha reaccionado cuando llegó a la casa, lo único que no quiero es que esto nos vaya a afectar la relación con mi hijo.

—Le dije que fuera a lavarse los dientes —dice Logan, ubicándose al lado mío—. Supongo que eso es lo que se debe hacer.

—Hiciste bien, para ser la primera experiencia con un niño al menos en tu casa —le dije, él me sonrió sin explicación alguna—. ¿Qué sucede? esa mirada tuya me atrofia —comenté un poco intimidada, acariciando mis brazos con las manos.

—Es que ya hoy me tratas con más confianza, la verdad no recordaba como era verte sonreír.

—Es algo que siento, algo que me es complicado no hacer.

Sus palabras hacían que sintiera más cosas, era inevitable no sentirlo, él se portaba como una de las mejores personas.

—Te mostraré algo, ven te espero en mi h