SIENDO TRAVIESA

Al regresar a la mesa y sentarse, Daniel noto que su hermana tenía una mirada picara, esto le daba mala espina ya que la conocía demasiado bien.

-Has hecho algo a mis espaldas.

-¡Claro que no!

-Eso espero.

-¡tranquilo! No á pasado nada

 Ella era una chica muy inteligente, no se delataría tan fácilmente.

 Mientras tanto en la otra mesa no muy lejos de ellos. Brit llego aturdida a la mesa, su anomalía fue captada por Coni.

-¡Hermana! ¿Estás bien?

-No te preocupes, simplemente me tope con una persona un tanto peculiar, nada más.

-Es que no tienes buena cara.

-No es nada ¡tranquila! Ya ordenaron la comida.

 Coni  y Yeni dijeron a la vez, “tu pagas tu ordenas”. Brit se quedo boquiabierta con su

Coordinación, repentina.

 Cuando llego el camarero Brit se desbordo y empezó a pedir de todo lo que veía.

 Cangrejos al vapor, bolas de pescado, camarón resbaladizo, cangrejos de río, anguila al rojo azada y langostas. Luego le pasó la carta al camarero y dijo lo de más lo pedirán ellas, las chicas se quedaron en blanco, Yeni dijo: vamos a poder comer todo.

-No se tu pero yo tengo mucha hambre, no he comido nada desde ayer.

-Coni le reclamo: No puedo creer que sigas aguantando tanto tiempo sin comer.

-Yeni solo las miraba y negaba con la cabeza, hasta que les recordó que el camarero seguía esperando. Podemos terminar de ordenar la comida para continuar con la plática.

-¡Perdón! Se excusaron las dos a la vez.

 Yeni se encargo de pedir una ensalada, un plato de carné y una sopa, todo para compartir.

 Al terminar le entrego la carta al camarero y pidió una botella de vino blanco, Brit se apresuro a pedir una botella de agua, pues no podía beber alcohol.

 El hombre de la otra mesa no perdía detalle en la conversación aun hablando con su hermana, se podía definir como un hombre multitareas.

Brit comenzó a hablar del orfanato en el cual estuvo hasta los seis años.

-Mañana le aré la visita a los niños y llevare todas las cosas donadas, espero poder encontrar más información de la señora que me recibió cuando era un bebé, necesito  hablar con ella. Mi madre dijo que lo dejara estar, que podría sufrir más si supiera que me abandonaron simplemente por no quererme. Pero no puedo dejarlo estar, es algo que necesito saber para poder estar al fin tranquila.

 Coni se sintió mal por ella y dijo: Tienes unos padres adoptivos que te adoran y una vida que muchos envidiarían y aun te preocupas por encontrar a esas personas crueles que te dejaron atrás en cuanto naciste, tienes un corazón demasiado noble.

 Yeni por su parte pensaba diferente. Con todo el dinero que tienes, si fuera yo no hubiera dejado Francia para venir a Shanghái, estuviera viajando por el mundo y disfrutando la vida.

Brit no dijo nada, pues ya conocía a Yeni o eso pensaba  ella.

 Mientras hablaban sirvieron la comida y hablaron de cosas más agradables.

 Daniel estaba escuchando su conversación y el mismo sintió impotencia por cómo se sentía Brit, aun que el mismo no lo sabía.

 Las chicas terminaron de comer antes que Daniel y Sara, al levantarse de sus asientos Brit se disculpo y fue hacia la mesa de Sara, donde Daniel le daba la espalda.

Al acercarse a Sara le dedico una sonrisa que iluminaba todo el lugar, saludo igual que antes.

 ¡Hola, pequeña! luego busco una tarjeta de presentación y se la entrego, al ver a su acompañante se quedo sin palabras, miro a Sara para decir: Soy más o menos nueva en esta ciudad, si necesitas algo solo llámame, ¡de acuerdo!

-¿Te puedo llamar yo?

 Al escuchar la voz de Daniel, esta vez  Brit no pudo evitar mirarlo con más detenimiento, ahora vio mejor sus ojos, que eran profundos como un lago sin fondo en el cual se perdió por un segundo.

 Luego de recuperarse y darse cuenta que estaba siendo descortés al no responder, rápidamente añadió: Lo siento caballero pero no le entrego mi número a todo el mundo y no nos conocemos en  lo absoluto, ¡Si me disculpa!

 Daniel, al darse cuenta de que había dicho algo que no iba para nada con él, no supo como contestar y prefirió guardar silencio, al mirarla  más de cerca pudo ver mejor su belleza se perdió en sus labios rojos los cuales tenía ganas de besar. ¡Oh, Dios mío! en que estoy pensando.  

  Estaba fuera de su imaginación verse coqueteando con alguien.

-¡ooh, Hermana Brit! ¡Gracias! Sara estaba encantada con la reacción de su hermano y con Brit, le daba muy buenas vibraciones.

-¡Bueno! Se buena.

-¡Adiós, hermana!

-¡Adiós!

 En el momento en que Brit se perdió de vista, el hombre miro a su hermana con reproche en sus ojos.

-¿Qué- has- hecho? Hizo la pregunta con los dientes apretados.

-¡Hermano, no he hecho nada!

-Estas siendo traviesa, otra vez

-¡Para nada! Solo le dije lo guapa que era, eso es todo y ya ves tengo su número.

-Lo puedes guardar muy bien.

-También te lo puedo dar a ti

-¡No, gracias! no lo necesito.

-Estás seguro de eso.

-Completamente. ¡Anda! Vámonos.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo