Sotiria de repente sintió la necesidad de ignorar todo y actuar por impulso como Zachary. Quería romper las cadenas del mundo y decirle, alto y claro, que él también le gustaba. Quería decirle lo feliz que la había hecho su confesión, lo conmovida que se sentía…

Sin embargo, ¡ella no podía!

¡Ahora era la esposa de Garrison!

Aunque nunca había sentido sentimientos románticos por Garrison, este último había hecho mucho por ella. Si no se hubiera casado con Garrison, tal vez podría acceder a la propuesta de Zachary. Pero ahora, no podía decepcionarlo por su propia felicidad.

“Zachary…”.

Ella murmuró su nombre con voz temblorosa mientras retrocedía un paso al mismo tiempo y se separaba de su abrazo.

No sabía cómo enfrentarlo, pero aun así hizo todo lo posible por levantar la cabeza y mirarlo a los ojos.

“Reconozco tus buenas intenciones, pero lo siento. Le he jurado ser una buena esposa el resto de mi vida. No puedo divorciarme de él. Tal vez podamos estar juntos en otra vida”.

Una