Lorraine, que estaba usando un vestido largo blanco, caminó con gracia hacia Zachary desde su derecha. “Quería decir que a pesar de que todo tu objetivo cuando se trata de conquistar a Sotiria es la venganza, en realidad estoy celosa de ella. Le diste flores, la ayudaste a vengarse y la besaste en público. Estoy celosa de una p*ta que ni siquiera amas, una mujer con la nunca te casarías incluso si logras seducirla”.

“¿Quién dice que no me casaré con ella?”. Zachary respondió con la misma indiferencia de siempre. Ni siquiera miró a Lorraine.

Los labios rojos de Lorraine claramente temblaron.

“¿Qué estás diciendo, Zach?”.

Zachary, cuyo rostro carecía de expresión alguna, tenía ojos tan fríos como cuchillos.

“Le he pedido oficialmente que se case conmigo. Si ella está de acuerdo, me casaré con ella de inmediato”.

La voz de Zachary era tan fría como el agua, pero Lorraine sintió como si hubiera escuchado un rayo caer en un día soleado. Su piel blanca como la porcelana parecía incluso