“No tengo miedo, Garrison. No vamos a inclinarnos ante los villanos”.

Los ojos de Garrison se llenaron de una calidez aún mayor.

'¡No te preocupes, Carlie! Haré todo lo posible por protegerte. ¡No dejaré que esos hombres te vuelvan a lastimar!', pensó él para sí mismo.

Aunque Zachary le estaba dando la espalda a Garrison y Sotiria, podía verlos mirándose afectuosamente en el espejo frente a él y a su derecha.

Ver esto fue como agregar sal a su corazón herido. El aumento de la agonía lo hizo sentir como si estuviera en el purgatorio. Se negó a permanecer en el restaurante. Movió sus largas piernas y salió por la puerta.

“¡Ah!”.

Garrison golpeó a un hombre y lo hizo caer al suelo.

“¡Ay!”.

Sotiria pateó a otro hombre con fuerza, haciéndolo chillar como un cerdo.

Zachary no volvió a darse la vuelta. Siguió su camino sin mirar atrás.

Estaba a punto de salir por la puerta cuando una figura blanca como un lirio se apresuró hacia él y bloqueó su camino.

“Zach, ¿tienes alguna idea de