Los ojos de Charlotte se volvieron aún más fríos. “Dile que estoy despierta y pídele que venga a verme”.

“¡De acuerdo!”. Lucas se dio la vuelta y se fue.

Sin embargo, Charlotte lo detuvo en el siguiente segundo.

“No tienes que ir. ¡Lo haré yo misma!”.

Ella se levantó de la cama tan pronto como dijo eso.

Sin embargo, todavía estaba bastante débil. Inmediatamente se sintió mareada tan pronto como se apresuró a bajarse de la cama y cayó de cabeza al suelo.

Afortunadamente, una mano firme y fuerte se envolvió en su cintura a tiempo y la ayudó a levantarse.

El aroma fresco y único de menta de Zachary, delicado, encantador, como una droga, hizo que su corazón latiera contra su pecho como un rayo.

Ella hizo todo lo posible para calmarse, levantó la mirada y miró a Zachary, que la sostenía por la derecha.

“Gracias…”.

Las cejas oscuras y negras de Zachary se arquearon suavemente.

“De nada”.

Zachary acompañó a Charlotte a la habitación de al lado.

Lorraine estaba descansando en la c