Mientras tanto…

Zachary entró tambaleándose en la suite presidencial en el tercer piso de cierto hotel.

Acababa de regresar al país esa tarde. Los magnates de los negocios de Rothesay le habían dado la bienvenida con una cena, y era difícil rechazar su amabilidad. Zachary se sintió mal después de unos tragos con ellos.

Por lo general, podía beber innumerables vasos de licor e igual permanecer sobrio. Sin embargo, esta vez, ni siquiera podía caminar derecho.

Caminó por la oscuridad dando tumbos, sin encender las luces del cuarto. Estaba a punto de meterse en la cama cuando escuchó una voz exquisitamente delicada desde la cama.

"Finalmente estás aquí, Zekie".

Los ojos de Zachary se afilaron instantáneamente como cuchillos.

La lámpara de mesa fue encendida, iluminando la habitación con su cálido resplandor. La mujer en la cama era Sarah Collins, la famosa súper modelo de Rothesay.

Sarah llevaba un gorro de enfermera en la cabeza y tenía una bata fina y casi translúcida sobre su cu