Zachary era un buen hijo, por eso nunca le decía no a lo que decía Annalita.

Él solía ​​abstenerse de tocarla en el pasado, pero no había dudado en acosarla todas las noches después de que Annalita le ordenara tener un bebé con ella.

Por lo tanto, ahora que Annalita le había ordenado que se casara con Lorraine, Charlotte estaba segura de que él definitivamente diría que sí.

“Tengo una esposa, y si me caso con Lorraine, se consideraría bigamia y es posible que me encarcelen”. Sonó la voz regia de Zachary.

Charlotte se sorprendió.

Ella había pensado que él asentiría y diría que sí sin dudarlo, pero ¿en realidad le había dicho que no a su madre?

El desdén en los ojos de Miranda se hizo aún más intenso después de escuchar lo que Zachary había dicho.

'¡Ves! Él está más allá de la salvación. ¡Incluso ahora, todavía se niega a divorciarse de Charlotte!'.

Sin embargo, eso no era lo que más le daba asco a Miranda. Lo que más le daba asco era que su hermano no solo se negaba a divorciar