Zachary, Jebediah y Lorraine estaban tomando el té en la gran sala de estar del segundo piso.

Jebediah y Lorraine estaban charlando, y Zachary estaba sentado, su rostro completamente inexpresivo, luciendo totalmente taciturno.

Charlotte había considerado a Zachary una escoria cuando pensó que la había engañado. Ahora que sabía la verdad, parecía aún más regio y perfecto que nunca.

Ella se armó de valor y se acercó a él.

“Zachary, ¿podrías ponerte de pie?”.

Jebediah y Lorraine, que estaban en medio de una conversación, inmediatamente se quedaron en silencio. Sus ojos la miraron sorprendidos.

Los ojos deslumbrantes y cristalinos de Zachary brillaron con una pizca de confusión. Sin embargo, obedeció y se puso de pie de todos modos.

“¿Qué quie…?”.

La siguiente parte de su pregunta fue interrumpida completamente, ya que Charlotte había envuelto sus brazos suaves, sedosos y blancos alrededor de su cuello, poniéndose de puntillas para besarlo en los labios.

Esta sorpresa inesperada h