Charlotte miró a Zachary.

Él estaba usando un traje negro y se veía tan regio y perfecto como siempre. Incluso en sus circunstancias actuales, ella todavía no pudo evitar mirarlo con la mente en blanco cuando vio su rostro apuesto.

Luego, en el siguiente momento, ella resopló con desdén.

Zachary, no era más que un monstruo envuelto en un hermoso caparazón para seducir a la gente.

¿Distante? ¿Poco interesado en las mujeres? ¿Un hombre de principios? ¡Pura m*erda! ¡Él era un b*stardo que se aferraba a su antiguo amor!

“Sal del coche”. Zachary siseó, congelando a Charlotte hasta la médula.

Si fuera en el pasado, Zachary le habría debido obediencia, pero esta vez, ella iba a defenderse y decirle que no.

“No voy a salir del coche. Me voy a quedar en el coche. ¿Qué me puedes hacer? ¿Amenazarme con destruir a mi familia como solías hacer en el pasado?”.

Zachary no la amenazó. En cambio, la oscuridad en sus ojos se hizo aún más profunda y su voz más sombría. “No voy a repetirlo de nuev