Charlotte estaba parada en el jardín en la escalera detrás de las salas, justo en frente de una palmera.

Tiffany le murmuró algo a Bryson, que obedientemente apartó la mano de su cintura y le permitió reunirse con Charlotte a solas.

Tiffany comenzó a enfurecer tan pronto como se paró frente a Charlotte. “Charlotte Simmons, ¿no tienes vergüenza? ¿Cómo te atreves a esconderte en mi habitación y espiarme?”.

Charlotte levantó su rostro claro y delicado y la miró con los ojos entrecerrados.

“Lo que sea que he hecho no es nada comparado con lo que has hecho tú. Ja. Escuché que planeas unirte a la industria del cine. Supongo que no hace falta decirlo, pero es un desperdicio que no estés filmando pornografía. ¡Eres toda una profesional!”.

“Tú…”.

Tiffany se puso roja de la rabia. Sin embargo, pronto comenzó a reírse.

“Jeje… Bueno, Charlotte, ya que lo has visto todo, supongo que no hay necesidad de continuar con este acto. Es cierto. ¡Soy una experta seduciendo a los hombres! Todo lo que