“De acuerdo”.

Zachary era un hombre que rara vez mostraba sus emociones. Charlotte nunca podía descifrar lo que estaba pasando detrás de sus ojos.

Las luces del estacionamiento eran tenues. Era aún más difícil para ella leer su mirada bajo estas luces.

Sin embargo, ella sabía que él se sentía herido.

El hombre más majestuoso de todo Rothesay solo tenía un simple deseo: casarse con ella…

Zachary había hecho tanto por ella y, sin embargo, ella ni siquiera podía cumplir su único y simple deseo, todo porque quería perseguir sus sueños. No solo no podía casarse con él, sino que incluso tenía que escabullirse aquí solo para verla.

“¡Ay! ¡Mi pierna!”.

El grito repentino interrumpió los pensamientos de Charlotte.

Entonces, Charlotte vio una figura encantadora arrojarse sobre Zachary. Ella miró más de cerca y vio que Jezabel se había enterrado firmemente en los brazos de Zachary.

Los brazos suaves y frágiles de Jezabel se envolvieron con fuerza alrededor del cuello de Zachary. Sus labi